Vibrante partido que Siem De Jong certificó para los intereses del Ajax de Ámsterdam en la prórroga. La Johan Cruyff Schaal (o Johan Cruijff, que dirían los lugareños de los Países Bajos) inauguraba la temporada oficial en Holanda, y lo hacía con un encuentro que no decepcionó a nadie, en el que el Ajax sufrió para hacer lógicos los pronósticos que le daban por favorito, y en el que el AZ hizo de invitado incomodísimo en el Arena de Ámsterdam, hogar de los ajaccied.
El partido arrancó de forma igualada, con el español Bojan en el césped debutando con el Ajax y con los dos equipos tanteando el terreno por donde pisaban. Era una final, y empezó la final con muchas precauciones por parte de los de Verbeek y los de De Boer. Nadie quería dar un paso en falso, y las hostilidades tardaron en comenzar. Tras un primer cuarto de hora de relativa y tensa calma, las ocasiones comenzaron a llegar en el siempre ofensivo y alegre estilo holandés. Equipos que alinean a Henriksen, Gudmundsson, Jóhannsson, Beerens, Eriksen, De Jong, Fischer, o Sigthórsson no podían jugar a especular y esperar el fallo del rival.
Aún así, no hubo goles en el primer tiempo. Esteban Alvarado y Kenneth Vermeer tuvieron tarea, pero no fue excesivamente dura ante unos delanteros que se guardaban sus mejores armas para lo que esperaría en la segunda mitad. Un segundo tiempo en el que llegarían los goles, el partido se abriría, y la emoción crecería exponencialmente con el paso de los minutos.
El AZ golpea primero
Los de Gertjan Verbeek lograron aprovechar el poder de su tridente ofensivo para adelantarse en el marcador. Un balón largo para el desmarque en carrera hacia Jóhannsson, que logró tocar de cabeza en la frontal del área para la llegada de Gudmundsson por el segundo palo. El jugador del AZ controló en el área, con tiempo y espacio para decidir donde colocar el balón ante Vermeer, y con mucha calma, cruzó su disparo para abrir el tanteador y poner por delante a los suyos en la final de la Supercopa.
A pesar de que el Ajax se quejaba ostensiblemente de una falta a Daley Blind, lo cierto es que Liesveld dejó seguir el juego y el islandés anotaba el primer tanto del encuentro, y ponía las cosas cuesta arriba para el campeón liguero. Los de De Boer querían buscar el empate cuanto antes, para evitar el nerviosismo en el tramo final, pero lo que encontraron fue el segundo gol del AZ Alkmaar, en una combinación entre Jóhannsson y Beerens, que terminó con el remate a placer del americano ante la meta de Vermeer para poner el segundo en el marcador del AZ.
El Ajax reaccionó rápido y empató en cinco minutos
El golpe del tanto del joven atacante norteamericano del conjunto de Alkmaar bastó para producir la reacción de campeón del Ajax de Ámsterdam. Con el orgullo herido, el Ajax logró la igualada de manera vertiginosa, ayudado en el temor del AZ a perder lo que había conseguido durante el partido. Primero, en una falta que botó Eriksen cerca del lateral del área. La pelota iba camino de los puños de Esteban Alvarado, pero un inocente y mal calculado despeje de Gouweleeuw se convirtió en un remate hacia su propia portería que despistó a Esteban y valió el 2-1 para el Ajax.
Con el tanto, los godenzoden supieron que aún les restaban veinte minutos para lograr empatar el encuentro. Sin tiempo que perder, la maquinaria del Ajax forzó la máquina hasta el extremo de empatar pocos minutos después. Un remate muy duro desde lejos de De Jong lo dejó muerto el meta costarricense del AZ Alkmaar en el área pequeña. Sigthórsson andaba por allí, atento a lo que sucediera, y fue el más rápido en cazar el rebote y anotar el gol ante su exequipo. Era el empate a 2 con el que el encuentro se marcharía a la prórroga. Un gol que hacía mucho daño al AZ, que quedó noqueado después de haber tenido el partido y la final en sus manos.
De Jong culmina la remontada
Con el AZ visiblemente noqueado, el partido estaba en manos del conjunto de Ámsterdam. Los hombres de De Boer buscaron el gol, pero se toparon con Esteban en un par de ocasiones antes de que los 90 minutos fueran una realidad cumplida. El pitido de Liesveld mandaba a la final a treinta minutos más de esfuerzo intenso y agónico, donde los dos rivales pelearon por lograr el triunfo en el cuerpo a cuerpo, sin ningún tipo de reservas.
El AZ se rearmó moralmente y físicamente, e igualó la batalla sobre el verde del Ámsterdam Arena, ante un equipo ajaccied que mantuvo la confianza en el talento que disponía sobre el césped para llevarse el encuentro. Las ocasiones iban y venían con rapidez, todo discurría a un ritmo de vértigo, sin control ni una mínima pausa. El partido se jugaba en la cumbre, con el título en disputa y las dos escuadras confiantes de lograr la victoria, pero el que la logró fue el conjunto que jugaba en su estadio.
Un balón medido al segundo palo servía para que Siem De Jong entrara sólo por el segundo palo, y remachara el centro con la testa al fondo de las mallas, a falta de dos minutos para el final del primer periodo de la prórroga. El gol terminó de hacer saltar por los aires al partido, con el AZ desconsolado y desesperado por ver como la ventaja de dos goles que tuvo en el partido se terminó esfumando ante el empuje y el arranque de orgullo y casta del actual campeón de la Eredivisie, que se agarró al talento y eficacia de sus mejores hombres para darle al vuelta a la Supercopa de los Países Bajos.
Los últimos quince minutos se convirtieron en un canto desesperado del equipo de Verbeek. Un quiero y no puedo donde el Ajax buscaba contragolpear y permitir que el AZ tuviera la iniciativa y la necesidad que le imperaba a igualar el partido le terminara por desquiciar los nervios. Los de Alkmaar no encontraron el camino al gol, y el título cayó en las vitrinas del campeón liguero, que suma su octava Supercopa de Holanda en 15 participaciones.