En un encuentro en el que ambos equipos necesitaban levantar el ánimo y el honor con un buen resultado, en el Celtic Park de Glasgow se medían dos históricos del fútbol europeo.

Rápidamente los visitantes trataron de hacerse con la posesión del balón, un modo de jugar nada desconocido para los dirigidos por Frank de Boer, pero que no pudo lograr muchos resultados en los primeros 10 minutos. La primera intervención seria del partido la tuvo el finlandés Pukki, quien no pudo conectar un buen pase que le llegaba por la banda izquierda.

A pesar de la peligrosa oportunidad local, el equipo holandés no bajó los brazos y con la posesión llegaban cada vez más cerca a la portería defendida por Forster, teniendo una ocasión que se estrelló en el poste tras un remate de Christian Poulsen luego de un centro de Viktor Fischer. Mucha presión ejercía el Ajax, por lo cual el equipo local prefirió el juego de contragolpe, una estrategia nada extraña para los dirigidos por Neill Lennon, algo que para fortuna del equipo local casi siempre le resulta.

Tras unos 20 minutos algo intensos el partido cayó en un bache de fútbol que no pudo ser levantado hasta casi el final del primer tiempo. Tras un córner, Stokes agarró el balón dentro del área del visitante, y cuando se disponía a buscar espacios fue derribado por Stefano Denswil, quien torpemente hizo la falta frente al árbitro y le abrió la puerta al juvenil Forrest (22 años) para que de penalti le diese la ventaja a los locales a falta de segundos para finalizar los primeros 45.

Los segundos 45 minutos le sentaron mal al Ajax, ya que el gol despertó a figuras como Samaras, Izaguirre y Stokes para que en el centro de la cancha recogiesen los balones y circularan más fútbol que los propios visitantes. Forrest, Stokes y Samaras tuvieron ciertas oportunidades que pudieron terminar dentro de las redes del portero Cillessen, sin embargo, poco a poco, mediante jugadas de peligro de Sigthórrsson y Serero, el Ajax buscó levantar su juego y lograr un gol que antes de dar los 60 minutos en el reloj.

Cuando se abrían las posibilidades para el Ajax, cayó el 2-0 por medio de Kayal, quien en una jugada de contragolpe se dispuso a lanzar un disparo que contó con mucha fortuna, ya que fue tocado por Denswil, lo cual desubicó al portero Cillessen y permitía doblar la ventaja a los 53 minutos.

El 2-0 dejó petrificó a de Boer y sus muchachos, quienes se vieron incapaces de reaccionar ante el gol. Cambios atrevidos hizo el Ajax sacando a un lateral y un contención para ingresar dos extremos de llegada, pero que no fueron los revulsivos que se esperaban. Muy cerca del final el equipo volvió a conseguir el nivel ofensivo con que iniciaron, quizá pudieron merecer más, pero Forster tuvo una noche impecable.

Una fuerte entrada de Biton sobre Serero le costó la expulsión al defensor que apenas tenía 10 minutos en cancha; ésto fue algo que aprovechó el Ajax, pero muy tarde, ya que Schone logró un muy elegante gol de la honra en el cuarto minuto de la reposición

La derrota deja un mal sabor de boca entre los jugadores del Ajax y el técnico, quienes valoran que su participación ameritaba un mejor resultado, pero el marcador al final refleja algo muy marcado en la cancha: la juventud de un equipo, una juventud que difícilmente les hará pasar de ronda en esta Champions League.