La ronda de cuartos de final terminó con una de las mayores sorpresas de todo el campeonato, esto cuando el Ajax cayó derrotado en casa 0-4 ante el Vitesse en un encuentro donde el conjunto visitante supo definir sin necesidad de tener el balón en total posesión.

Arrancaba el encuentro en la Arena con ambos equipos mostrando alineaciones dignas de un encuentro de liga, siendo esto muestra de la importancia que tenía para ambos entrenadores el encuentro a disputarse.

Contundencia

Luego de 22 minutos disputados el delantero burkinés Bertrand Traoré ganaba el mano a mano a Joel Veltman para luego rematar frente al guardameta Diederik Boer. Un baldazo de agua fría para los dirigidos por Frank de Boer.

Ya en el tiempo de agregado de la primera mitad el marroquí Zakaria Labyad aumentaba la ventaja en el marcador para el conjunto de Arnhem tras un disparo de lejana distancia ante el cual Boer poco pudo hacer. Una pincelada de técnica individual dejó el ex-jugador del PSV en la noche de Ámsterdam. Llegaba el descanso y la misión de poder remontar para los locales en el complemento era bastante complicada.

El segundo tiempo arrancaba con la misma tónica que se dio durante los primeros 45 minutos, la posesión absoluta para el local pero pocas ideas a la hora de llegar hasta adelante. Mientras todavía buscaba la forma de romper el letargo futbolístico que estaban enfrentando los locales, cayó el tercer gol del Vitesse por obra de Traoré, quien de esta forma conseguía su segundo gol de la noche a los 57 minutos. Un balón largo llegó a los pies del burkinés, quien nuevamente venció en la carrera a Veltman y fusilaba sin mayores complicaciones al veterano portero local.

Se completaba de confirmar el discreto partido que tuvo la defensa del Ajax cuando cayó el cuarto del partido a los 61 minutos, este por medio de Valeri Qazaishvili. Cuando Stefano Denswil se disponía a despejar el balón de un área donde estaban varios jugadores rivales terminó perdiendo el balón con Marko Vejinovic, quien rápidamente habilitó al joven mediocampista georgiano, quien con mucho esfuerzo logró superar a los dos defensores centrales para rematar pegado al poste y sentenciar el encuentro.

La afición en el estadio no demoró mucho en empezar a retirarse de sus asientos y del coliseo en Ámsterdam, ya que el equipo de casa estaba presentando un espectáculo impropio de la institución. Frank de Boer intentó revertir la situación dándole ingreso a Lucas Andersen en lugar de Nick Viergever poco después del tercer gol visitante, pero lo único que consiguió fueron espacios amplios.

Durante la última media hora del partido el espectáculo fue el gran ausente, puesto que, con el partido ya sentenciado, el conjunto de Peter Bosz había renunciado a la presión del balón, dándole la iniciativa a un equipo que había mostrado una gris imagen durante este partido, y que con mucho tiempo todavía en el reloj se mostró incapaz de siquiera poner peligro al portero rival Eloy Room, quien tuvo un encuentro bastante tranquilo, salvo algunas ocasiones.

Sin tiempo de agregado finalizaba un encuentro que en lo futbolístico había terminado cuando se había cumplido la hora en el cronómetro de la ArenA. El estadio se encontraba medio vacío para cuando los jugadores locales se acercaron a las gradas para aplaudir por el apoyo tras un partido realmente para el olvido.

Con este resultado, el Vitesse asegura su presencia en la ronda de ocho y termina una racha de partidos consecutivos sin conocer la victoria desde el pasado mes de octubre. Por su parte, los dirigidos por Frank de Boer vuelven a fracasar en el intento de hacer un buen papel en este torneo que nuevamente se les ha vuelto a negar.

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Leonardo Quintón
¿Fútbol? No, mejor voetbal.