Lugano le da un punto a Mel en su debut

Un cabezazo del central uruguayo le sirve al West Brom para salvar un punto contra el Everton de Roberto Martínez, que se adelantó con un gol del mejor jugador del partido, Kevin Mirallas. Los toffees dominaron la primera mitad, pero la reacción local con los cambios de Pepe Mel y la voluntad exhibida fueron decisivos para nivelar la contienda.

Lugano le da un punto a Mel en su debut
encinasgun
Por Antonio Jesús

Era día grande en West Bromwich Village. Llevaban esperándolo durante semanas y por fin podían cantar eso de "habemus mánager". Pepe Mel ya estuvo observando las peripecias de su nuevo equipo horas después de firmar en la última derrota en Southampton y ya podía tomar nota de lo que se iba a encontrar en un club deprimido, que desde los últimos partidos con Steve Clarke ha bajado el pistón en cuanto a espíritu competitivo. El rumbo que tomará el cuadro albinegro de aquí en adelante con el técnico español es una incógnita, pero de su primer partido, ya desde su primera alineación se podían sacar conclusiones sobre lo que demandará a sus nuevos pupilos. No sorprendió con el once, que incluía a Yacob, secundario en los últimos encuentros; y a Lugano en el centro de la defensa por la ausencia de McAuley.

El Everton no acusa las bajas

Roberto Martínez era consciente del partido trampa al que se enfrentaba para visitar un conjunto que ya le había arrancado un empate a primera instancia de campeonato. Su Everton ya no es el mismo equipo en construcción que aquel. Es un equipo pulido, barnizado con brillantez y simetría. Lo mejor es que es un producto aun sin acabar. Sigue encaramado a la zona europea el conjunto toffee y eso que en las últimas semanas las lesiones estaban limitando el abanico de recursos de Bob. Sin Barkley, Pienaar, Alcaraz y la ya conocida baja de Dealofeu se plantó en The Hawthorns con el guión de siempre, tratando de mandar desde el principio y hacer del balón su mayor argumento. Para conseguirlo tuvo que soportar los primeros minutos de un West Brom impulsado por el comienzo de una nueva etapa.

Al comienzo se insinuaron con varios ataques verticales que no encontraron puerta, pero sí animaron al equipo. Duró hasta que el Everton se hizo con el control y el ritmo del encuentro, sumando un par de jugadas finalizadas que sembraron dudas en la zaga local. Lukaku, con una vaselina que se marchó por poco, y Oviedo con un remate cruzado lamiendo el palo estuvieron cerca de estropear el arranque inicial de los baggies, que se diluyeron y se quedaron sin reacción ante la propuesta de los de Liverpool. El West Brom, sufría, cada vez más metido en su área y el Everton se congratulaba con la incidencia de Mirallas y Osman, muy activos en la combinación. A esa sociedad se unió Baines en una banda izquierda que generó superioridades que se traducían en acciones de peligro en todo momento. Estos se beneficiaban de la vigilancia sobre Lukaku. El delantero belga volvía a la que fue casa la pasada temporada, donde no fue recibido con el cariño que se le brindó hace unos meses, sobre todo por la preferencia final de marcharse al Everton en lugar de a las West Midlands por una cuestión competitiva.

Mirallas da ventaja al dominio toffee

A la media hora se llegó con el Everton sabiendo que el gol iba a llegar. Foster se lo había denegado a Mc Carthy y a Mirallas antes, mientras que Coleman también culminó una ocasión que evitó Brunt que se colara en la portería. Tras este carrusel, el West Brom iba a suavizar el duelo, contando con una ocasión en carrera de Gera a gran pase filtrado de Anelka que repelió Howard. Los albinegros estaban buscando un juego directo y con los puntas, tanto Anelka como Vydra, abriéndose a las bandas para tirar diagonales. No le dio demasiado resultado el plan a Mel porque tampoco acompañaba la llegada de sus tres capataces en la medular, todos perdidos en la primera parte. El Everton iba a asestar el golpe al filo del descanso, cuando un balón largo sin aparente peligro de Distin lo peinó Olsson, dejándolo en una posición de castigo que aprovechó Mirallas, zafándose de Lugano para definir rasita al palo corto. Era el premio al convencimiento de los de Bob Martínez.

Mel cambia el partido

Pepe Mel detectó que su equipono estaba cómodo y necesitaba un retoque para levantarlo. En la reanudación dio entrada a Anichebe por un poco determinante Vydra, una modificación que su equipo agradeció. El punta nigeriano, siempre en discordia con las lesiones, abrió una vía central para que los suyos ganaran metros de cara a la portería contraria. Con su tremenda corpulencia, Anichebe fue una carga pesada para los centrales contrarios y despejó vías de pase para las incorporaciones de Brunt y Morrison, que crecieron en el partido. El Everton aceptó el paso adelante del WBA y reculó para tratar de organizarse mejor defensivamente  y sorprender con la velocidad de Mirallas, entonado y persistente durante todo el encuentro, uno de los más destacados sobre el terreno de juego. Ante la dispersidad de su equipo en la segunda mitad, el fue él guiaba casi todos los ataques.

Lugano espolea al West Brom

Pese a la falta de claridad de ideas de los baggies con balón, el aumento de la presión les posicionó más arriba. Los centros laterales fueron un constante incordio pese a que no encontraban el destinatario adecuado. El Albion se estiró pero también le costaba más volver, por lo que Mel introdujo con acierto a Mulumbu para hacerse más consistente en la presión y ahogar con su despliegue la salida de los visitantes. El efecto de este cambio derivó poco después en la jugada del gol del empate, obra de Lugano en una maniobra excepcional de James Morrison, que gana línea de fondo y sirve un centro preciso a la cabeza de Lugano, más fiero que todos para lograr la igualada. El central uruguayo creció en la segunda parte. Con su garra acabó contagiando a un West Brom que se creyó que podía ganar el partido. Acabó con más disparos, con más llegadas y con una posesión de balón nivelada en el final del partido. Mel estuvo a ganar el partido con la entrada de Berahino, que tuvo una clara ocasión por medio de un disparo potente que detuvo Howard en dos tiempos.

Al final, Roberto Martínez con los cambios se fue a por el partido. Ingresó McGeady, en su debut con la camiseta del Everton. El conjunto del Merseyside aplacó los ánimos de la hinchada local y adelantó filas contra el marco de Foster en los últimos compases, cuando el desenlace estaba en el aire, pero ya nadie pudo mover el marcador, con lo que el Everton se queda con el empate sin poder terminar la jornada en puestos de Liga de Campeones. Pepe Mel le arrebata un punto poco intuido cuando en el descanso su equipo acusaba los males que le están lastrando esta temporada. Pepe Mel tendrá tiempo para dejar su sello en el estilo de juego del West Brom, del cual aun no se sacan demasiadas pistas, pero lo que ha demostrado en su primer partido es que sabe leer el curso de los partidos y los cambios le valieron un punto. Aprobado para Mel.