El Arsenal estaba obligado a ganar si quería mantener intactas sus esperanzas para alzarse con el título a final de temporada. El conjunto de Wenger recibía en el Emirates Stadium a un Crystal Palace mejorado, que pondría todo su empeño en intentar sacar algo positivo del norte de Londres. 

Soporífera primera mitad

El guión para el partido era muy obvio. El Arsenal se siente cómodo con la pelota, y el Palace, todo lo contrario. Así que el Arsenal tomó las riendas del partido, como no podía ser de otra manera, y empezó a mover el balón de un lado a otro intentando buscar algun fisura entre la defensa de las águilas. El conjunto de Wenger empezó bien, con bastante movilidad en los hombres de arriba y circulando el balón con rapidez. Podolski y Cazorla, que partían de los costados, abandonaban las bandas constantemente para dejar hueco a las subidas de los laterales. En una de estas acciones, Özil filtró un balón maginífico a la espalda de la defensa al que llegó al forzado Monreal, y su disparo fue bloqueado por Julian Speroni. 

Parecía que iba a ser el inicio del asedio, pero allí se quedó. Fue la única oportunidad que creó jugando el Arsenal en el primer tiempo, y conforme iban avanzando los minutos, las posesiones eran más atras, más horizontales y más lentas. Además, las imprecisiones por parte de ambos equipos se adueñaron del partido. El Crystal Palace se sentía cómodo con ese ritmo de partido, y acabó por contagiar a su contrincante ese ritmo lento y trabado. 

El partido era de empate a cero, nadie habá hecho suficiente como para merecer un gol. Pero a punto estuvo de llegar para el Arsenal, en una falta que botó Özil y peinó ligeramente Koscielny. El balón lo pudo despejar bien el guardameta visitante, Julian Speroni. Finalmente se llegaba con empate al descanso, en una primera mitad de fútbol para olvidar. 

Oxlade-Chamberlain puso los goles

La segunda mitad no pudo arrancar mejor para el Arsenal. Cuando tan solo se habían jugado dos minutos de la segunda parte, Cazorla puso un magnífico balón al desmarque de Oxlade-Chamberlain, que totalmente solo definió perfectamente ante la tímida sálida de Speroni. Lo que resultaba ser más complicado ya estaba hecho, el Arsenal ya había abierto la lata. A partir de entonces, el juego del Arsenal, comandado por un genial Santi Cazorla, fue algo más suelto y vertical. 

Aún así, a punto estuvo de empatar el Crystal Palace. En un centro lateral de Puncheon, el balón le cayó al segundo palo a Jerome, que remató a bocajarro de cabeza pero Szczesny estuvo perfecto para evitar que el balón entrara. Esa fue la única ocasión clara del Palace en ataque, y de nuevo el guardameta polaco del Arsenal la resolvió a la perfección. 

Realizó un cambio táctico Pulis para tratar de cambiar el curso del partido. Dio entrada a Barry Bannan, un centrocampista, y quitó a Cameron Jerome, el delantero centro. Chamakh pasó a actuar de punta, y Bannan reforzó la medular, y a partir de ahí el Palace presionó tímidamente un poco más arriba. No tuvo ningún efecto, puesto que el Arsenal mantuvo sin dificultades la posesión del balón.

Oxlade-Chamberlain, que hoy partía como titular por primera vez des de la primera jornada, estaba empeñado en dar la razón a Wenger y demostrar que él es un buen centrocampista box-to-box. Recibió de espaldas un balón en corto de Rosicky, y lo prolongó perfectamente de tacón hacia Giroud. Éste, aguantó de espaldas el balón, y se la devolvió al inglés en el momento preciso. Oxlade-Chamberlain solo tuvo que continar el camino que le separaba hasta la portería de Speroni, al que batió con una buena definición ajustada al palo. 2-0 y partido resuelto. El experimento de Wenger con Oxlade-Chamberlain había sido existoso, ya que el inglés marcó las diferencias. Habrá que ver si Wenger mantiene su apuesta la semana que viene, frente a un rival de entidad como el Liverpool. 

Con la victoria frente al Crystal Palace, el Arsenal se situa provisionalmente líder, esperando un batacazo del City en el partido del lunes contra el Chelsea. El Palace, por su parte, desciende tres lugares y es ahora el equipo que marca la salvación con 23 puntos, tan solo uno más que el West Ham, decimoctavo clasificado.