La mala fortuna no puede con la calidad de Remy

El Aston Villa fue superior en la primera parte pero los locales hicieron lo propio en la segunda y el delantero francés del Newcastle decidió el encuentro cuando todo estaba destinado al reparto de puntos. |Foto: Newcastle United.

La mala fortuna no puede con la calidad de Remy
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Por Héctor Farrés

Pardew ya puede desabrocharse un poco la corbata y el primer botón de la camisa. El Newcastle ha conseguido ganar por la mínima y en el descuento a un Aston Villa que ha ido de más a menos para dar un descanso al técnico inglés, que estaba cuestioando por la mala dinámica del club blanquinegro.

Alan Pardew comenzó a tomar notas del partido nada más comenzó el partido, aunque si el Newcastle perdía de poco le servirían ya que su puesto pendía de un hilo. Las urracas saltaron al césped con respeto y a jugar de espaldas en la mayoría de ocasiones. El técnico inglés no quería que su equipo corriera riesgos atrás y presionara la salida del balón de un Aston Villa tímido.

Las urracas se borran del partido

En los primeros compases del encuentro parecía que los villanos no querían ni acercarse al campo rival mientras que los locales no tenían ningún problema en mostrar sus cartas y atacar sin problemas. Pero este planteamiento tan ofensivo tiene sus inconvenientes y más jugado con un equipo especialista en contragolpes. La oportunidad más clara del partido la tuvo el Aston Villa al pispar un balón en un ataque inacabado del Newcastle. Delph, Agbonlahor, Benteke y El Ahmadi en lazaron una jugada que llevó el balón por todos los rincones del campo para que el marroquí, finalmente, centrara desde dentro del área un balón al que Weimann, lanzándose en plancha, no llegó a rematar.

Tras dicha jugada el conjunto de Birmingham se vino arriba. Los papeles se intercambiaron y el Aston Villa presionó para recuperar balones en el campo blanquinegro. En uno de estos robos Agbonlahor se sacó un latizago desde demasiado lejos que se marchó bien cerca del larguero. Tim Krul dejó pasar el tiro del canterano villano pero tuvo que intervenir en un disparo a bocajarro que impactó en su torso.

El Newcastle de los primeros minutos había sido claramente un espejismo. Y, ahora, encerrados atrás y haciendo faltas duras e innecesarias dieron todo el protagonismo al Aston Villa, algo a lo que los lions no están acostumbrados. En una de estas faltas Krul tuvo que volver a hacer acto de presencia para atajar un tiro libre del especialista Bacuna, que ya lo había intentado con anterioridad pero desde más cerca.

Si el partido seguía por estos derroteros el Aston Villa saldría de St. James Park por la puerta grande. Pardew debía hacer algún apaño a su equipo, que no conseguía causar peligro a Guzan. Cuando el Newcastle conseguía cruzar el mediocampo se fallaban pases y controles fáciles, dando pie a la réplica de los villanos.

En honor a la verdad, el Aston Villa llevaba el peso del partido pero tampoco merecía marcar. Benteke estaba desaparecido, Weimann solo había aparecido en una ocasión y el único que tiraba del carro era Agbonlahor.

El colegiado pudo haber decantado el partido en favor del Aston Villa si hubiera expulsado a Gouffran por una entrada al recordado estilo De Jong en las posadera de Westwood. No estaba siendo un partido bronco pero el árbitro ya había dejado pasar alguna que otra falta con demasiada fuerza. No fue hasta que Vlaar paró a conciencia a Remy que el trencilla comenzó a sacar cartulinas.

La última de la primera parte la tuvieron las urracas con remate a las nubes de Cissé tras un pase de la muerte de Gouffran. En esa jugada Guzan ya estaba totalmente vendido pero senegalés, en un exceso de confianza, remató sin puntería. Fue la primera del Newcastle y quien perdona la acaba pagando.

Asedio local sin acierto

En la reanudación los locales salieron como al comienzo del partido. Gouffran asustó a Guzan con un chute cruzado sin ángulo y el Newcastle dominaba el balón. Una de las razones del dominio blanquinegro era la poca participación de Delph a la hora de crear juego. Sin el organizador Cabaye, ahora en el PSG, el Newcastle también estaba falto de ideas pero al menos llegaban al área aunque fuera a tompricones.

En la banda, Pardew mascaba chicle nervioso al ver cómo iba el partido. Su equipo creaba ocasiones pero el Aston Villa estaba cómodo corriendo a los espacios que creaban las urracas. Aun así, Coloccini siempre estaba atento a la salida del rival y las jugadas de los locales acababan en su mayoría en saque de puerta, por lo que el riesgo de sorpresa era reducido.

El Newcastle, controlando el esférico y dominando el centro del campo, comenzó a tener oportunides. Una tras otras pero el gol no llegaba. La mira de los locales parecía desviada por completo ya que ningún disparo cogía puerta.

Cuando la puntería de las urracas comenzó a afinarse, justo cuando De Jong salió del banquillo, fue el árbitro quien se interpuso entre el Newcastle y los 3 puntos al anularle correctamente un gol al ariete holandés.

En los últimos minutos el partido estaba totalmente abierto con huecos kilométricos que Agbonlahor no dudó en aprovechar con sus carreras para después centrar a un oscuro Benteke. Rapidamente, en la otra punta del campo los locales volvieron a hacer patente su poca puntería. A puerta vacía tras una mala salida de Guzan el francés Remy estrelló el balón en la madera cuando solamente tenía que empujar el balón.

La mala fortuna se estaba cebando con el conjunto de Pardew, que cada vez estaba más nervioso en la banda. El trajeado técnico había puesto toda la carne en el asador desde hacía minutos pero no había manera de perforar la portería de un Guzan bien colocado. El árbitro, el poste y la poca punteria de los delanteros habían evitado el gol local hasta que Remy, en el descuento, se dejó de tiros de calidad y rebentó el cuero haciendo inútiles los reflejos del meta americano del Aston Villa.

El gol fue la guinda al dominio del Newcastle en la segunda parte. El Aston Villa no tenía tiempo material para intentar empatar y el árbitro concluyó el partido.