Cinco jornadas restan para terminar la liga para Chelsea y Swansea, que se jugarán en estos encuentros gran parte de sus temporadas. Éxito o fracaso, una delgada línea que ambos querrán decantar a su favor, con un triunfo en el Liberty, la primera de las cinco finales que quedan. Los de José Mourinho se juegan nada menos que la Premier League, mientras que para el Swansea, este encuentro también es de vital importancia, pues una derrota podría dejar a los de Garry Monk a tres puntos del descenso. Con 39 se puede alcanzar la salvación, pero enfrente habrá un rival con una lucha igual o más importante en juego.
La salvación está cerca, pero sigue sin llegar
La temporada que está haciendo el Swansea está siendo, cuanto menos, discreta. Cierto es que ha tenido mala suerte con las lesiones, que la acumulación de encuentros entre liga, las dos copas y la Europa League ha supuesto un cansancio adicional al que no estaban acostumbrados, y que se han cuestionado de forma sensible los métodos del técnico que antaño llevó a este mismo grupo a la gloria. Sin embargo, los cisnes reforzaron la plantilla en verano con nombres ilusionantes, y pese a ser un modesto, se esperaba que rindieran más.
La falta de pegada en unas ocasiones, o la fragilidad defensiva, en otras, han mantenido al equipo en una situación comprometida de la que no han conseguido salir. Tras 33 jornadas, los de Monk ocupan la 15ª posición, con 33 puntos, 13 menos de los conseguidos al término de la campaña anterior. Para igualarla, pues, deberían ganar cuatro y empatar uno de los cinco encuentros que quedan. Algo posible, cierto, pues el Swansea tiene argumentos como para pensar que puede ocurrir, pero es altamente improbable viendo la trayectoria del equipo en la presente campaña.
Seis puntos separan por ahora a los galeses del descenso, una distancia prudente, pero peligrosa, pues una derrota ante el Chelsea combinada con un triunfo del Fulham ante el Norwich, un escenario que a nadie podría parecer remoto, situaría a los de Monk a tres de la temible relegación. Es decir, a tan sólo un partido, quedando cuatro. Un escenario que los galeses quieren evitar a toda costa, pero para ello se hace casi imprescindible puntuar ante el Chelsea. Para eso, se harán necesarios dos hombres como Bony o Michu, que pueden ocasionar problemas a la zaga blue, que puede verse sin John Terry.
El Chelsea, a centrarse en sí mismo
El conjunto blue buscará en Swansea redondear lo que puede ser una semana perfecta para ellos. Tras culminar una remontada casi agónica ante el PSG que le dio el acceso a las semifinales de la Champions League, los de José Mourinho tienen la oportunidad de ponerse como líderes del campeonato si se dan una serie de combinaciones. La primera, ganar en Gales, condición indispensable para ello. La segunda, que el Liverpool no gane al Manchester City, en un duelo que se disputará horas antes, por lo que los de Mourinho ya sabrán qué han hecho sus rivales más directos.
Un empate entre ambos daría la oportunidad de empatar a puntos con el Liverpool, y aventajar en cuatro al City, que aún tendría dos partidos por disputar. En cualquier caso, cualquiera de los resultados que se dén en ese encuentro pueden ser más o menos buenos siempre y cuando los hombres de Mourinho se lleven los tres puntos del Liberty. Cierto es que el bagaje del Swansea en casa no está siendo nada extraordinario, pues los galeses sólo han ganado 5 de 16 encuentros en su feudo, pero la racha reciente del Chelsea lejos de Londres tampoco está siendo buena, pues los blues han perdido sus últimos tres desplazamientos (ante Aston Villa, Crystal Palace y Paris Saint-Germain).
La remontada precisamente ante los parisinos puede suponer un refuerzo moral para un Chelsea que parece lejos de lograr la liga, pues las apuestas ven más cerca a Liverpool o City de llevarse el título, algo parecido a lo que ocurre en Europa, pero lo cierto es que los londinenses están vivos en ambas competiciones. Y como suele decirse, mientras hay vida, hay esperanza. Y el Chelsea, y más con Mourinho en el banquillo, no suele ser un conjunto fácil de eliminar. Así que no lo den por muerto aún. Para llegar con vida a Anfield el 27 de abril, toca hacer los deberes, y para ello deberán ganar a Swansea y a Sunderland, dos encuentros a priori factibles, pero peligrosos, pues son dos equipos metidos de lleno en la pelea por la salvación.
Altas y bajas
En el Swansea se prevén algunos cambios tras la derrota ante el Hull City del pasado fin de semana. Hombres como Pablo Hernández, José Cañas o Nathan Dyer podrían ser titulares en un Swansea que sólo cuenta con la baja de Kyle Bartley y la duda de Dwight Tiendalli.
En el Chelsea, las principales dudas son el central John Terry y el atacante Eden Hazard, con problemas en el pie y en el gemelo, respectivamente. Mohamad Salah y Ramires podrían volver a la convocatoria. Además, podría haber novedades en el lateral. Ashley Cole, pese a que lleva desde el 11 de enero sin jugar de inicio un encuentro, podría ser de la partida ante el Swansea, especialmente teniendo en cuenta que Ivanovic, sancionado, no podrá disputar la ida de las semifinales por sanción, y con Azpilicueta desplazado al carril diestro, Cole podría volver a tener minutos para prepararse y recuperar ritmo de partidos de cara al cruce ante el Atlético de Madrid.
Alineaciones probables
