"Volver, con la frente marchita, las nieves del tiempo platearon mi sien" susurra una voz quebrada junto al calefón. El abuelo todavía trata de transmitir, a los más jóvenes de la familia, el legado que le dejaron los suyos. Una pareja inglesa que a finales del S. XIX hubo de emigrar al Río de la Plata, por mandato de la Central Argentine Railway, compañía británica del ferrocarril que operaba en Argentina, en la que él era uno de los trabajadores más cualificados. Se llevó consigo a su mujer, pero tuvo que dejar en Lancashire la segunda de sus pasiones: el Burnley FC.
Lo que ni el tiempo ni la distancia pudieron arrebatarle fue el amor por unos colores ni la intención de que su descendencia conociera a fondo la historia de su equipo, la que se había comenzado a escribir en 1882 y los episodios venideros que se escribieran a partir de entonces. Más de un siglo después, el nieto de aquel matrimonio es el abuelo de una familia tan argentina como el resto del vecindario. Toman mate, comen asado de tira y empanada... cumplen la mayoría de tópicos extendidos sobre su país, incluido el de tomarse el fútbol como un asunto de vida o muerte. Con la única distinción de que, además de ser seguidores de Rosario Central -en su caso- también lo son de un equipo inglés, aunque esta decisión genera un conflicto en el seno de la familia.
Los intentos del abuelo por hacer que sus nietos apoyen al equipo del que le hablaba durante horas junto al mismo calefón el padre de su padre han caído en saco roto. Consiguió que siguieran el fútbol inglés, pero de las divisiones inferiores a la Premier League es muy difícil enterarse desde Rosario sin realizar un esfuerzo que los jóvenes no siempre están dispuestos a llevar a cabo por unos señores que, pese a ser su ascendencia, nunca llegaron a conocer. Se enamoraron del Chelsea que entre 2005 y 2007 dominó el fútbol inglés de la mano de José Mourinho. Una decisión que tomaron sin saber que rompían en pedacitos una parte del corazón de su abuelo.
El 21 de abril de 2014 comenzó un camino para este particular abuelo. Con el regreso de su Burnley a la máxima categoría, la Premier League, está convencido de que va a conseguir recuperar a sus nietos para su causa. Su cometido, honrar la memoria de sus abuelos y lograr que la familia más claret de todo Rosario no pierda su esencia, es harto complicado, pero este es el año de las oportunidades: el año del retorno.
El caprichoso azar ha querido que el trayecto comience con la primera prueba de fuego... el Burnley se enfrentará en la primera jornada al equipo al que apoyan sus nietos: el Chelsea de Mourinho.
Derrotar a los blues en Turf Moor sería la primera gran victoria para el abuelo. Una victoria parcial en esta dura batalla. Toda una sorpresa. Las primeras dudas para sus nietos. El primer paso hacia la reconversión. El principio del fundido en burdeos del impostor azul en el corazón de sus nietos.
'El camino de regreso yo te lo recordaré'
En el otro lado del campo estará el Chelsea del portugués José Mourinho. Un equipo que desde que fuera adquirido en propiedad por el magnate ruso Roman Abramovich se ha acostumbrado a ganar. Prácticamente cada año levanta algún trofeo, aunque esta rutina comenzó de la mano del actual entrenador. The Special One regresó a Stamford Bridge la temporada pasada para igualar los resultados de su predecesor, Rafa Benítez, y mejorar las sensaciones que transmitía el equipo con Di Matteo. Se trataba de seguir siendo un equipo campeón y de volver a ser un equipo temido por el resto, en Europa y en Inglaterra. Mourinho ha conseguido lo segundo, sin lograr lo primero, pero el entrenador de Setúbal es un ganador con todas las letras y esta temporada anhela hallar nuevamente la senda del triunfo, sin dejar de asustar.
Más allá de los éxitos que cosechó en su primera etapa, Mourinho es para las gradas de Stamford Bridge un referente, un líder, el guía al que confiarían cualquier recorrido. "El próximo avión que tomes conmigo lo tendrás que hacer, y el camino de regreso yo te lo recordaré". Como Rick Blaine a Ilsa Lazlo en el final alternativo de Casablanca que propone Ismael Serrano en su canción 'Amo tanto la vida'. Así habló Mourinho a una afición que necesitaba escuchar esas precisas palabras y se entregó sin dudar a los brazos de su más laureado entrenador.
Nuevas caras y poco gasto
A no ser que llegue alguna sorpresa en los días que quedan de mercado estival, el Burnley ha sido uno de los equipos que menos se ha gastado en fichajes. Fueron varias las novedades que llegaron con la carta de libertad bajo el brazo. Solamente por Jutkiewicz y el recién llegado Ward se pagó traspaso. El portero Gilks, el defensa Reid, el mediocentro Taylor y el atacante Sordell completan la lista de incorporaciones para la plantilla de Sean Dyche. El centrocampista Kightly, que jugaba con los clarets en condición de cedido, es el otro refuerzo, al quedarse el club de Lancashire los derechos federativos del futbolista.
Estrellas nuevas y astros que vuelven
El Chelsea, por su parte, ha renovado alguna de sus piezas más importantes con estrellas que añadir a la constelación de Stamford Bridge, y un par de regresos sonados. Didier Drogba tomó el camino de regreso desde su aventura turca y Thibaut Courtois vuelve tras su fructífera cesión en el Atlético de Madrid. Drogba no será el único delantero novedoso en el plantel de Mourinho pues le acompañará una de las nuevas estrellas que pretenden brillar en el cielo de Londres, el hispanobrasileño Diego Costa. El Manzanares parecía ser el río predilecto para la pesca de la sociedad Abramóvich-Mourinho, puesto que además de forzar el regreso del guardameta belga y fichar a Diego Costa, sumaron a un excolchonero más a sus filas, el lateral izquierdo Filipe Luis, que tendrá la ardua tarea de hacer olvidar a Ashley Cole. Para llevar el timón blue en la medular ha llegado otro hombre que abandona la Liga BBVA y regresa a la Premier, a la misma ciudad que le vio crecer como futbolista. Se trata del exgunner Cesc Fàbregas, quien tras su estancia en el FC Barcelona tratará de brillar con luz propia entre la bruma londinense.
Balance ligeramente inclinado hacia Lancashire
Pese a ser el Chelsea el equipo más laureado de los dos que se enfrentarán en Turf Moor, esta situación es bastante reciente si se analiza con perspectiva la historia del fútbol inglés. Durante décadas, el club del barrio de Chelsea no fue un equipo que acostumbrara a ganar títulos, excepto algún trofeo excepcional en algún año extraordinario. Tampoco era el Burnley un club de los que más copas levantaban, por lo que es razonable la igualdad histórica que se mantiene entre ambos clubes. Burnley y Chelsea se han enfrentado en un total de 90 ocasiones con 36 victorias clarets, 32 blues y 22 empates. En Liga han sido 66 los choques y la ventaja de los de Turf Moor se agranda: 32 victorias para ellos, 21 para los de Stamford Bridge y 13 empates. En cuanto a los partidos disputados en casa del Burnley el dominio es claramente local: 21 victorias por diez derrotas y 13 empates. En los últimos años solamente ha habido tres encuentros entre los dos equipos. En 2008, en cuarta ronda de la League Cup, el resultado fue de empate a 1, pasando ronda los de Lancashire tras la tanda de penaltis. Aquel año los clarets llegaron a semifinales de la competición, donde cayeron ante el Tottenham Hotspur. En la temporada 2009/2010, la última que el Burnley jugó en la Premier League, el Chelsea no tuvo piedad del recién ascendido y le endosó un 3-0 en Stamford Bridge y un 1-2 en Turf Moor.
Posibles alineaciones
