Los tres puntos se quedan en Anfield pese a un gran Southampton

Sufrieron lo indecible, pero los hombres de Brendan Rodgers consiguieron los tres primeros puntos de la temporada en un partido carente de ritmo y en el que se vieron superados por un excepcional 'Soton' en la mayor parte del mismo. Tadić volvió loca a la zaga local, que se mostró especialmente insegura en la segunda parte y apunto estuvo de costarles el partido.

Los tres puntos se quedan en Anfield pese a un gran Southampton
(Foto: LFC)
santiagocordoba
Por Santiago Córdoba Sánchez

Victoria inmerecida del Liverpool en un partido flojo en el que se esperaba mucho más de ellos, pero que realmente sólo han llegado a dominar hasta que marcaron el primer gol. A partir de ahí, el 'Soton' se hizo progresivamente con el control y puso cada vez en más apuros a la zaga local, e incluso tuvieron tres ocasiones clarísimas que les habrían hecho llevarse los tres puntos de haberlas materializado. Finalmente, un gol de Sturridge cuando más sufría su equipo deja los tres puntos en Anfield para empezar la liga con el pie derecho.

A los locales les bastó con marcar

El tiempo que los aficionados del Liverpool llevaban esperando a que llegase el día de hoy se había convertido en lento, tortuoso. Para la que muchos es la mejor afición de la Premier League, es extraño estar tantos meses sin recorrer el camino hacia Anfield, ya vengan por la zona de las casas recientemente demolidas -por la construcción del nuevo estadio- o a través de Stanley Park, que separa el templo red del de sus vecinos y rivales, el Everton. A la llamada del primer partido de la competición doméstica acudieron todos los ávidos de fútbol deseosos de cruzar las Paisley Gates, de saludar a la estatua de Bill Shankly, de aclararse la garganta para entonar al unísono el You'll never walk alone. En el fondo de enfrente de The Kop, la ruidosa afición del Southampton, que ha visto con buenos ojos empezar la temporada en un estadio como Anfield, viajando desde bien temprano para animar a su equipo y tratar de llevarse un saco de puntos en su viaje de vuelta a casa.

Empezó el Liverpool con la misma tónica con la que predominaron sus encuentros la pasada campaña: dominando a base de toque seguro y sin precipitarse. Los saints, bien plantados atrás, cortaron el primer pase en profundidad de Henderson antes de que le cayera a Sturridge en una posición franca ante el cancerbero. Cada balón que recuperaba la zaga visitante lo empleaban para buscar en largo a Tadić, que lanzó un par de sprints en los que superó a Manquillo, pero la cobertura de Skrtel y de Gerrard fue bastante buena.

Los de Rodgers no tenían prisa alguna en abrir el marcador. El trío del centro del campo se pasaba el esférico en busca de un hueco en la defensa del 'Soton', y cada vez que intentaban conectar con Coutinho y Sterling, éstos tenían que darse media vuelta. Coutinho encontró el primer resquicio a los diez minutos en una subida de Bertrand, al que no le dio tiempo a bajar con la suficiente rapidez y dejó a Fonte a solas con Sterling, pero el central portugués respondió a la perfección y cerró al joven extremo contra la línea de fondo, haciéndole perder la pelota.

No podían los hombres de Koeman pasar la divisoria, y el público de Anfield aplaudía ante la evidente superioridad de su equipo. Un balón perdido por Schneiderlin lo recogía Sturridge en la línea de tres cuartos, pero tras avanzar un par de metros disparó ligeramente por encima del larguero de la portería defendida por Forster. Una nueva pérdida, esta vez de Davis en campo contrario, servía para que Gerrard buscase en largo al delantero inglés a la espalda de Yoshida, pero nuevamente Fonte corrigió la posición de su compañero, despejando así el peligro.

Manquillo empezaba a sufrir con Tadić -si bien le llegaban muy pocos balones al nuevo fichaje saint-, y el capitán del Liverpool escoraba su posición para ayudar al lateral derecho español. Y en una de esas en las que Tadić encaró a Manquillo, éste no sólo se encontró con la ayuda de Gerrard sino también con la de un omnipresente Henderson, que le robó la pelota y sin pensarlo dos veces la pasó en largo y raso a Sterling, que había ganado la espalda en posición reglamentaria nuevamente a Yoshida, pero esta vez Fonte no pudo evitar que el internacional inglés batiese por bajo a Forster para subir el primer tanto al marcador.

Sterling celebra el tanto inaugural. (Foto: LFC)

A partir del primer gol, el cuadro local fue dando un bajón progresivo hasta perder por completo el dominio del esférico. Ward-Prowse, de falta directa muy lejana, puso en aprietos a Mignolet, que tuvo que estirarse al máximo tras el gran efecto que llevaba la bola. Para el minuto 35, el Southampton ya era dueño y señor del encuentro, pero sin llegar a crear un peligro máximo sobre la portería rival. Schneiderlin, con un tiro desde la frontal tras el rebote de un defensa, obligó al meta belga a sacar los reflejos a relucir una vez más.

Los saques de esquina eran el modo en que los sureños conseguían crear un peligro más acentuado, y Mignolet tuvo problemas para bloquear un par de ellos. Por contra, los liverpudlians confiaban su ataque a Johnson, que sus subidas por banda izquierda no eran interceptadas por Clyne, que sufrió mucho con el lateral inglés. Este modo de ataque traicionaba los patrones regidos por Brendan Rodgers, pero la poca movilidad de Sturridge arriba y lo bien contenido que estaba Sterling -él sí se movía continuamente- obligaban a ello. Y con la ventaja local por la mínima se llegaba al descanso.

El Southampton mereció mucho más

Tras el entretiempo, la lógica podía hacer pensar que el Liverpool volvería a hacerse con el control del partido tras haber recargado pilas en los vestuarios. Nada más lejos de la realidad. El 'Soton' salió a morder desde el primer instante, sin ningún tipo de complejo. La primera internada de Tadić a banda cambiada la cortó a duras penas Johnson, pero la segunda, no. Un saque de banda en la zona de tres cuartos de campo le cayó al propio serbio, que se sacó de la chistera un recurso de tacón para burlar la oposición de Johnson y encontrar a Clyne a la espalda de Lovren. El lateral derecho no desaprovechó el mano a mano contra Mignolet y clavó el balón en la escuadra del palo corto, poniendo las tablas en el electrónico.

Lejos de echarse atrás, Koeman animó a sus hombres a ir a por más. Wanyama, desde la frontal, enganchó una volea tras un mal despeje de Lovren que se marchó considerablemente desviada. Sufría toda la parroquia local y disfrutaban los visitantes porque realmente estaban dando un baño a su rival. El Liverpool no podía salir de su mitad de campo y cada vez tenía más dudas atrás.

Y eso apunto estuvo de costarles el segundo gol: una gran jugada de Tadić por la izquierda dejando plantado a Manquillo la resolvía el extremo serbio cediendo el balón en horizontal a Ward-Prowse. Ante la presión de Skrtel y Lovren, controló y rápidamente cedió de nuevo horizontalmente a Davis, que se encontraba sólo en el punto de penalti. Le pegó de primeras, e incomprensiblemente su chut salió muy flojo y centrado, directamente a las manos de Mignolet, cuando tenía toda la portería vacía para batirle y sin ninguna oposición.

A Rodgers no le gustaba lo que estaba viendo y dio entrada a Allen en lugar de Lucas para intentar controlar más el centro del campo. Lejos de salirle bien, el galés perdió los tres primeros balones que tocó, uno de ellos estropeando un buen ataque de su equipo. Probó Tadić a Manquillo de nuevo, pero entre el español y Skrtel lograron despejar una nueva ocasión de posible peligro.

Y si la oportunidad que Davis había desperdiciado unos minutos atrás parecía poco, llegó otra como mínimo igual de ventajosa. Un mal control de Johnson en su posición le hizo que Ward-Prowse le robase el balón y avanzase con él unos metros antes de ponerle un balón al goleador Clyne, pero cuando éste se disponía a chutar a apenas ocho metros de la portería, Lovren se abalanzó sobre el cuero y salió rebotado hacia Pellè, que también estaba dentro del área e intentó un remate de cabeza perfectamente repelido por Skrtel.

Pasaban los minutos y el Liverpool estaba hundido. Los saints eran dueños del partido y de las mejores ocasiones, y se veía peligrar incluso el empate. Gerrard movía hacia un lado y hacia otro la cabeza en señal de negación. Rodgers quitó a un inoperante y desaparecido Coutinho para meter más madera en ataque con el debut de Rickie Lambert. Koeman tampoco se quedó de brazos cruzados, y quitó a su mejor hombre, Tadić, para dar entrada al recientemente fichado Shane Long, en una muestra de no conformarse tampoco con el empate.

Empezó a estirarse el conjunto red, buscando un arreón final que sacase a la afición del sufrimiento que llevaban una hora padeciendo. Gerrard lo probó con un chut de falta directa que no supuso problema alguno para Forster. Y rondando el minuto 80, en una jugada aislada, un centro lateral desde la banda derecha lo repelía Fonte, pero su despeje lo devolvió Sterling de cabeza -saltando más que nadie- al corazón del área, donde estaba Sturridge solo debido a un fallo de marcaje de Yoshida y un despiste de Clyne. El delantero inglés, hasta entonces desaparecido, sólo tuvo que orientar el pie en la dirección correcta para hacer el balón inalcanzable para el portero y hacer estallar de júbilo a toda la afición local.

Sturridge remata para hacer el segundo gol. (Foto: LFC)

Pero el partido no acabó ni mucho menos ahí. Un horroroso Davis dejaba su puesto sobre el césped a Isgrove, y el Southampton volvía a lanzarse al ataque. Todo el cuadro red esperaba agazapado atrás y achicaba balones en la medida de lo posible, pero aún así el corazón les dio un vuelco a dos minutos del pitido final. Un mal despeje de Johnson le llegó a Schneiderlin dentro del área, que la enganchó tal cual le venía y el balón se estrelló contra el travesaño. El rebote no salió fuera, sino que cayó en el terreno de juego dentro del área pequeña y Long, saltando más que el propio Johnson y con Mignolet en el suelo, envió el cabezazo fuera en una ocasión absolutamente infallable. Y entre alegría liverpudlian y lamentos visitantes, Mark Clattenburg señaló en final del choque.

Pese a que se vuelven de vacío, hay aficionados del Southampton que sonríen. Primero, porque han visto la puesta en marcha del nuevo proyecto, sin jugadores que fueron importantes el curso pasado, pero con ilusionantes fichajes que han dado la cara. Y segundo y más importante, porque saben que ya sólo queda una semana para que ellos también sientan lo que han sentido hoy los aficionados del Liverpool volviendo a cruzar las puertas de su estadio y sentándose en sus asientos. La Premier League está de vuelta.

Así quedan ambos conjuntos

Con esta victoria, el conjunto de Brendan Rodgers suma los tres primeros puntos de la campaña futbolística. Ganar hoy era clave para afrontar con la mayor de las confianzas las dos siguientes jornadas, que entrañarán una dificultad extra al ser en dos de los estadios más complicados de toda la competición, como son el Etihad Stadium y White Hart Lane.

Por su parte, el 'Soton' se vuelve a casa con las manos vacías, y sin estrenar aún su casillero de puntos esta temporada. Tratarán de inaugurarlo en su próximo partido ante el West Bromwich Albion, que supondrá su estreno ante sus aficionados esta temporada.

Puntuaciones del partido Liverpool - Southampton

Liverpool (2) Southampton (1)
Mignolet 6 Forster 5
Manquillo 4 Clyne 5
Skrtel 6 Fonte 6
Lovren 5 Yoshida 3
Johnson 6 Bertrand 5
Lucas (62') 5 Wanyama 5
Gerrard 5 Schneiderlin 5
Henderson 6 Ward-Prowse 6
Coutinho (75') 3 Davis (81') 4
Sterling 7 Tadić (73') 7
Sturridge 5 Pellè 3
Suplentes
Allen (62') 3 Long (73') 3
Lambert (75') 4 Isgrove (81') -