El Arsenal igualó sin goles en Turquía ante el Beşiktaş, y al terminó del compromiso su entrenador habló con la prensa sobre el partido y sobre lo que se viene para los gunners. El conjunto, que ya se estrenó en la Premier League con victoria 2-1 al Crystal Palace, tendrá una difícil prueba el fin de semana al visitar al Everton, partido en el que Wenger podrá contar con Özil, Podolski y Mertesacker.
Elogios al rival
El técnico francés aseguró que el Beşiktaş estuvo al mismo nivel de su equipo, y que su compromismo fue "absolutamente fantástico". "Jugaron al cien por ciento y pelearon cada pelota", manifestó. También comentó sobre el estado físico de su equipo: "Estamos un poco cortos físicamente en algunas situaciones, pero en general fue un partido jugado en un gran ritmo durante los 90 minutos".
En cuanto al resultado, manifestó que es "justo, ya que ambos equipos tuvieron oportunidades de ganar el partido". El partido de vuelta será el próximo miércoles en Londres, partido que según Wenger será sin duda apretado -al igual que el de ida-, pero confía en que el hecho de jugar en casa les ayude. Asimismo, declaró que su equipo "siempre quiere ganar" y que el miércoles no será diferente.
Sobre la roja de Ramsey opinó que ni la primera ni la segunda eran "merecidas" y que considera "increíble" que fuera expulsado al ver otras faltas que se cometieron en el encuentro. Para cerrar habló sobre la defensa, diciendo que están un "poco cortos", pero recordó que el fin de semana estará disponible el zaguero alemán, Per Mertesacker.