El Burnley volvió a fallar una vez más. Tercera derrota en menos de dos semanas, y ésta vez frente a un 'equipo Championship' como son los Owls. Dyche salió con una alineación totalmente diferente a lo visto en la primera y segunda jornada de Premier. Siete cambios introdujo, proponiendo un once mucho menos competitivo a primera vista. La manija del encuentro la llevaron los de casa. El Turf Moor, a diferencia de otros días, estaba mucho más desangelado y frío. La afición claret, como jugador número 12, es piedra roseta de los triunfos de su equipo. Es cierto que al Burnley no le interesa llegar a fases avanzadas de la Copa, porque su objetivo es mantenerse en Premier; sin embargo, pudieron hacer más por llevarse el gato al agua.
Wallace y Arfield fueron quienes llevaron más peligro en ataque, pero un inconmensurable Kirkland (ex Liverpool y Wigan), actuó como cerrojo perfecto en la portería de los búhos. El Sheffield en ningún momento desistió y supo crear peligro en los aledaños de otro debutante, el portero Gilks. Helan fue el hombre más incisivo de los de Gray. El interior zurdo francés desbarató cualquier intento de Stephen Ward por pararle, y evidenció una falta de orden y raciocinio en el esquema que propone Dyche, ya sea con una u otra alineación.
En la segunda parte, la hegemonía cárdena se difuminó y empezó a tomar color la amarilla de South Yorkshire. Sordell y Kightly, titulares por primera vez en el curso presente, no dieron la talla, de hecho, apenas tuvieron ocasiones de gol. En el minuto 78, el capitán local, Shackell, derribó dentró del área al incombustible Helan. La pena máxima la lanzó Atdhe Nuhiu, el talludo delantero austro-albanés. Como no podía ser de otra forma, el balón se ancló en las redes defendidas por Matthew Gilks para poner la avanzadilla en un luminoso que pena por las pocas veces que ve ganar a su equipo. Aunque al final, con la entrada de Juktiewicz e Ings, el papel ofensivo mejoró, no fue suficiente pólvora para denostar los esfuerzos hechos por el Sheffield.
Finalmente, el resultado quedó en un 0-1. La alineación titulada por Dyche no surtió efecto, y los rumores sobre si es el técnico adecuado para lograr la permanencia no se han hecho esperar. Primero Chelsea y después Swansea han sido los verdugos de la pobre zaga claret. El próximo reto que afrontarán será una dura brega por conseguir los tres primeros puntos contra un Manchester United que, sorprendentemente, también los necesita. El papel de los red devils en la Capital One ha sido hilarante: derrota por 4-0 ante el Milton Keynes Dons, de la Football League One, o Tercera División inglesa.