Un simple trámite, a simple vista, puede parecer el partido que enfrentará a Inglaterra contra San Marino. Sí, las apuestas otorgan un claro favoritismo a los de Roy Hodgson. Sí, la historia respalda con sólidos argumentos a los británicos. Y sí, la entidad de ambos combinados, así como el nivel técnico individual y grupal de los dos es francamente distinto. Pero aunque en la práctica Inglaterra sólo pueda ganar los tres puntos ante San Marino, la realidad es que deberá demostrar que está en el camino de reconstruirse, de mostrar a su afición algo más que fútbol, un equipo con potencial que puede crecer para llegar a la Euro 2016 con opción alguna de pelear el cetro continental. El segundo paso de ese camino es ante San Marino, un test para empezar a olvidar los malos tragos más recientes.

Rooney y los jóvenes

La selección inglesa lleva años pidiendo un importante lavado de cara. La generación de los Gerrard, Lampard, Ferdinand o Terry ha ido dejando paso a nuevas promesas que está por ver si logran explotar en el combinado británico. Con Rooney como principal estandarte, son muchos los jóvenes que buscarán hacerse un hueco dentro de las convocatorias y los onces de un Hodgson que tiene la no fácil papeleta de enderezar el rumbo de una selección que necesita encontrar su estilo.

Promesas como Jonjo Shelvey, en un gran estado de forma con el Swansea City, Calum Chambers, sustituto del lesionado John Stones, y que podría efectuar su debut en partido oficial con Inglaterra este jueves, junto con Nathan Clyne, son algunos de los nombres propios que pueden empezar a tener sus primeros minutos con la selección absoluta. No estarán los lesionados Sturridge ni probablemente Fabian Delph, éste último duda, aún en proceso de recuperación, pero sí estará un Rooney que ejercerá otra vez de capitán, y que se presenta como el líder natural del grupo.

"Necesito ir a los entrenamientos, mostrar quien soy y, con suerte, poder conseguir una opción de ser titular con Inglaterra", declaró recientemente Clyne, una de las revelaciones del Southampton esta temporada. "El objetivo es ir paso a paso, no estoy aquí para divertirme con juegos. Estoy aquí para defender mis colores, coger la posición de lateral diestro y hacerla mía", afirmó ambicioso el joven carrilero.

Un grupo unido

"Muchos jugadores han jugado juntos a nivel de clubs o en categorías inferiores, es un grupo unido", explicó el centrocampista del Manchester City James Milner, en referencia a la convivencia de todos los compañeros de selección. "La atmósfera siempre es fantástica", añadió Adam Lallana. Milner también se refirió a la mala experiencia vivida por la selección inglesa en Brasil el pasado verano, y apuntó que los jugadores no pueden ni deben olvidar esa eliminación.

"La atmósfera del grupo es siempre fantástica", declaró Adam Lallana El triunfo ante Suiza (0-2) en la primera jornada sirvió a los jugadores para demostrarse unión mútua, y para empezar a tejer un nuevo equipo que quiere ir a más. "Los debates sobre la selección de Inglaterra no eran buenos antes de jugar contra Suiza, la gente decía que sería un duelo difícil, y es entonces cuando necesitas que el espíritu del equipo salga y saque un resultado positivo, lo hicimos y jugamos muy bien", explicó Milner, uno de los veteranos del equipo con 28 años y 50 internacionalidades.

Ante Suiza, Inglaterra tuvo que defender durante varios periodos del encuentro, pero ante San Marino, serán los ingleses los que tengan que llevar la manija del encuentro. "Será un test distinto al del primer partido. Tenemos que asegurarnos de ser pacientes y de acabar superándoles", declaró Lallana, que se mostró confiado en acabar siendo titular en el combinado de Roy Hodgson, pese a matizar que "aún tengo mucho que aprender y demostrar".

A resistir con endereza

Dos debutantes ha incluido en la lista de seleccionados el técnico de San Marino Pierangelo Manzaroli: Giacomo Muraccini, portero, y Davide Cesarini, defensa. Vuelven al equipo Mirko Palazzi y Alessandro Della Valle, que no pudieron estar en la derrota ante Lituania. El primero regresa tras una lesión, mientras que el segundo cumplió un partido de sanción.

San Marino no ha sumado ningún punto, por lo que se encuentra en la misma posición que Eslovenia y Suiza, equipo al que se medirá el próximo martes. Dos derrotas ante las favoritas del grupo dejarían a los de Manzaroli en la cuerda floja, casi descartados de toda lucha por alguna de las posiciones de clasificación. Una lucha por la que nadie cuenta con San Marino, el rival a priori más asequible del grupo, y por tanto el que menos puntos debería sumar.

Resistir las embestidas de los ingleses será el principal objetivo de San Marino, que formará con un 5-3-1-1 con tres centrales y dos laterales ayudando a los tres mediocentros a cubrir los espacios. Sacrificio defensivo, solidaridad atrás y a aguantar el chaparrón ante una Inglaterra que necesita reivindicarse ante los suyos.

San Marino, un rival históricamente propicio

La selección que entrena Pierangelo Manzaroli ya sabe lo que es medirse a Inglaterra, y no es que tenga muy buenos recuerdos de ello. Cuatro veces se han enfrentado entre sí ambos combinados, y las cuatro se han saldado con victoria británica. El bagaje goleador también deja bastante a desear para los de San Marino: un tanto a favor y 26 en contra. El último precedente, en marzo de 2013, dejó un 0-8 para los de Hodgson, que no tuvieron piedad de un rival al que ya habían goleado 5-0 unos meses antes (octubre de 2012), también en partido de clasificación para el Mundial 2014.

Aprender de esas dos malas experiencias puede servir a la Cenicienta del grupo a no volver a salir tan escaldado de Inglaterra. Los otros dos encuentros oficiales que disputaron ambos conjuntos fueron en 1993. En febrero de ese mes, los ingleses vapuleaban a los de San Marino por 6-0 en el antiguo Wembley, mientras que en noviembre, fue un 1-7 el castigo impuesto por los británicos. Esa noche, al menos, San Marino logró estrenar su casillero de goles a favor (marcó Gualitieri el tanto del honor local). Ese triunfo, por cierto, no sirvió a los ingleses para clasificarse para el Mundial de 1994, pues esa noche del 17 de noviembre, Holanda derrotó a Polonia a domicilio (1-3), y lograron acompañar a Noruega al Mundial estadounidense.

Posibles alineaciones