Surrealismo futbolístico

Esta tarde se enfrentaban QPR y Liverpool en un partido que parecía claramente desequilibrado hacia el lado visitante. La increíble falta de acierto local propició que este desequilibrio se produciera en el marcador pese a no manifestarse en el terreno de juego.

Surrealismo futbolístico
"Suk-Young y Gerrard luchando por la pelota" Foto: Liverpool
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Por Javi Garcia Vilela

El QPR llegaba a este partido con la imperiosa necesidad de lograr puntos tras su nefasto comienzo de campaña. Una victoria y un empate en siete partidos que les convertían en el farolillo rojo de la clasificación tanto en puntos como en juego, ya que a pesar de tener un equipo más que competitivo para una liga como la Barclays Premier League no terminaban de llegar los resultados ni el desarrollo futbolístico esperado. El Liverpool, por su parte, llegaba con un arranque de campaña mediocre. Un empate, tres victorias y otras tantas derrotas, pero a pesar de ello, únicamente se situaban a tres puntos de las posiciones que dan acceso a la Liga de Campeones.

Primera parte con color blaquiazul

El dominio del juego en la primera parte fue totalmente del QPR. El Liverpool salió atemorizado y pensando más en el partido de Champions League frente al Real Madrid que en el de hoy. Los de Harry Redknapp tuvieron posesión y ocasiones en una primera mitad muy monótona.

Las ocasiones llegaban una tras otra ante un Liverpool que parecía un espectador más. Apenas nada más comenzar el encuentro, Charlie Austin gozaba de la primera ocasión clara del partido; el jugador peleaba una pelota que parecía perdida y se la llevaba en dos ocasiones tras sendos malos despejes de la defensa red. Se plantó solo delante de Mignolet y no logró definir de primeras ni en el segundo rechace, en el cuál Mignolet ya estaba batido.

El partido seguía su curso y con él el dominio de los de Loftus Road. El Liverpool buscaba fortuna con pases lejanos hacia Mario Balotelli, pero el italiano sigue sin adaptarse a su nuevo equipo y en ningún caso creó peligro ante la meta de Alex McCarthy.

Tras unos minutos de batalla en mediocampo y escasas llegadas al área, el QPR tenía su segunda ocasión clara de gol; Zamora encaraba a la defensa y, ya cayéndose, ponía el pase de la muerte a Leroy Fer que la mandaba incomprensiblemente al larguero. Por si fuera poco, apenas cinco minutos después llegaba otra ocasión clarísima. Está vez fue un centro que Austin remataba al larguero, el balón quedaba muerto en el área pequeña y varios jugadores del QPR no concretaron en mandarla a la red de la portería de Mignolet.

Casi acabando la primera parte llegó la mejor ocasión del Liverpool en las botas de Gerrard. El capitán recortó para librarse de dos defensores, quiso ajustarla demasiado y se marchó ligeramente cruzada.

Surrealismo en estado puro

Comenzó la segunda parte igual que lo hizo la primera, con dominio ranger. Las ocasiones llegaban pero esta vez emergió la figura de Mignolet que salvó a su equipo en varias ocasiones con unas manos prodigiosas.

El partido avanzaba y el Liverpool comenzaba a estirarse un poco más. Un remate de Lallana que detuvo McCarthy, acabó en los pies de Balotelli que incomprensiblemente mandó la pelota a las nubes de Londres sin tener ningún tipo de oposición local. Apenas unos minutos después llegaría el primer gol; un centro al que no llegaba a rematar nadie resultó uno de los goles en propia puerta de la tarde, obra de Richard Dunne. La mala suerte se aliaba con los locales ya que después de haber perdonado ocasiones clarísimas de gol, llegaba está acción de mala fortuna para adelantar a los visitantes.

La cosa no acabó aquí. Harry Redknapp dió entrada a Eduardo Vargas a unos minutos del final del partido y entonces comenzó la locura. Minuto 86 de partido, tras varios intentos del QPR llegaba el gol del empate obra del recién ingresado en el terreno de juego. Tres minutos más tarde, en una contra perfectamente tirada por los visitantes, llegaba el 1-2 obra de un viejo conocido de la afición española, Coutinho. El partido parecía totalmente finiquitado por los reds, pero tras un despiste de la defensa llegó de nuevo el empate de los londinenses.

Esta vez sí parecía haber acabado todo, pero otra acción de mala suerte de los locales, les cedió la victoria a los de Liverpool con otro gol en propia meta, está vez obra de Caulker.

Definitivamente el QPR no levanta cabeza ni por activa ni por pasiva. Falló lo infallable y concedió dos goles clave en propia meta cuando ya tenían amarrado el empate. Los de Harry Redknapp seguirán una semana más con cuatro puntos y el farolillo rojo que les coloca en la última posición de la clasificación de la Barclays Premier League.

QPR Liverpool
McCarthy 5 Mignolet 7
Isla 6 70' Johnson 5
45' Onuoha 5 Lovren 5
45' (p.p) 66' Dunne 3 81' Skrtel 5
(p.p) 94' Caulker 3 Enrique 4
Suk-Young 7 Gerrard 5
59' Sandro 7 65' Can 4
Fer 6 Henderson 5
Henry 6 65' Lallana 5
Austin 6 95' Sterling 6
78' Zamora 6 Balotelli 4
Suplentes
45' Phillips 5 65' 89' Coutinho 7
59' Traore 5 65' Allen 5
78' 86' 91' Vargas 7 95' Touré