Hablar del Newcastle United y de una nueva victoria ha empezado a ser, para deleite de los aficionados magpies, una costumbre repetitiva en las últimas fechas. La sexta victoria consecutiva del equipo de Tyneside llegó en la duodécima jornada de liga ante el Queens Park Rangers, colista. Alan Pardew propuso un partido en el que su escuadra trataría de marcar el tempo y mantener el control del esférico, y logró dar una convincente sensación de superioridad que se tradujo en otro triunfo más.
Al ritmo de los urracas
Si algo caracterizó al enfrentamiento con el QPR, fue sin duda la tranquilidad con la que el Newcastle manejó el duelo durante varias fases del partido. El rival decidió resguardarse atrás y descuidó su ataque, lanzando puntualmente contraataques en los que Austin y Zamora debían pelear contra el mundo para sacar algo de provecho. Esta situación favoreció mucho a la pizarra de Alan Pardew, pues sus jugadores tomaron el control sin demasiada oposición.
La posesión del balón no presentó un apabullante dominio de los urracas (54 %), pero la sensación sobre el verde les colocaba en una posición superior respecto a los visitantes. Con muchos más hombres por delante del balón y movilidad en ataque, el peligro casi siempre procedía de las botas de un futbolista del Newcastle.
La presencia de Taylor y Colback en el centro del campo, con Sissoko más adelantado como mediapunta, hizo suya la medular. Además, Ameobi y Cabella en las bandas y Ayoze en la delantera favorecieron el juego de toque. A la media hora de juego, Pardew retocó ligeramente el esquema debido a la lesión de Taylor (que salio del campo por precaución y no estará más tiempo de baja), dando entrada a Gouffran y retrasando la posición de su multiusos, Sissoko, al centro del campo como pareja de Colback.
En líneas generales y a pesar de tener delante al colista, el Newcastle puede presumir de haber cuajado uno de sus partidos más dominantes de la temporada. Los de Tyneside perdieron el pulso constante del que habían hecho gala sólo durante un tramo alrededor del minuto 60, pero el gol de Sissoko terminó con cualquier problema potencial.
Reducción máxima de daños
Los magpies volvieron a realizar frente a los hoops un impecable ejercicio defensivo. Son ya cuatro partidos, tres de Premier League, sin encajar un gol desde que el 26 de octubre Adebayor marcara de cabeza para el Tottenham un 1-0 que los blanquinegros acabarían remontado (1-2).
El choque en St. James' Park fue toda una prueba de fuego, pues el capitán y referente defensivo, Fabricio Coloccini, era baja por lesión. Sin embargo, Williamson y Dummett estuvieron impecables. Con Janmaat y Haidara ayudando desde los laterales, fue especialmente notable la poca participación de Krul, que tras ser el héroe varias jornadas atrás apenas tuvo que aparecer.
El mencionado control del ritmo del partido favoreció en gran medida a que la portería local se mantuviese imbatida, pero no faltó trabajo para la línea defensiva del Newcastle. Austin y Zamora fueron los más incisivos en el ataque del QPR, pero a su soledad en ataque se unió la efectividad atrás de los magpies.
Una tarde más, los mayores elogios se los llevó Paul Dummett. Desde que a Pardew se le ocurrió reconvertir al jugador galés, pasando del lateral al centro de la zaga, su rendimiento le ha colocado como uno de los mejores del equipo. Limpio, inteligente, táctico y siempre oportuno al cruce, el dorsal 36 blanquinegro sigue demostrando semana tras semana su enorme valor. Hace tiempo que se metió a la grada de St. James' Park en el bolsillo.
A falta de acierto, Sissoko
Ayoze Pérez, una de las grandes revelaciones de la temporada en Newcastle, volvió a ser titular tras haber marcado tres goles decisivos en las últimas tres jornadas de liga. Junto al ariete español, Ameobi y Cabella cubrieron las bandas. El primero se ha ganado el puesto tras partir como jugador de rotación en los primeros compases del curso, y el segundo poco a poco va adaptándose a Inglaterra, acercándose al nivel que se le exige tras las expectativas que despertó su fichaje.
Ameobi volvió a firmar un partido excepcional, siendo además el asistente en el gol. Ayoze y Cabella se mostraron participativos e incisivos, aunque desaparecieron en algunas fases del partido. Con la entrada de Cissé por Cabella en el minuto 68, Pardew optó por poner al senegalés como nueva referencia ofensiva, atrasando la posición de Ayoze y renunciando a un Cabella que no acaba de convencerle.
Sin embargo, ni Ayoze ni Cissé encontraron el instinto de killer necesario para batir a Green. El portero del QPR paró un mano a mano y un disparo desde cerca de la frontal del área a Ayoze, y provocó con una buena salida que Cissé desperdiciara otro cara a cara. No fue una buena tarde para los delanteros del Newcastle.
Sin el olfato goleador de los arietes, apareció el que está siendo uno de los mejores jugadores del equipo, y para muchos el mejor. Sissoko, que había empezado el partido como mediapunta para después retrasarse hasta la zona del doble pivote, se sumó al ataque para dar con un latigazo con su pierna derecha la victoria a los suyos. Su liderazgo, su potencia para lanzar ofensivas, su visión de juego y su técnica siguen siendo indispensables para los urracas. Tan pronto corta un ataque rival desde la posición de centrocampista defensivo como genera un gol arrancando con una zancada imparable desde su campo. Es el pilar de la pizarra de Pardew.
