El Burnley cosechó en la tarde de ayer un nuevo punto, y ya van siete de los últimos nueve amarrados al zurrón. El preparador claret Sean Dyche, es sabedor de la complicada situación del equipo y de que, de no ser por los últimos siete minutos, su equipo hubiera naufragado. Dyche, ante los medios, felicitó al rival por el buen juego desplegado durante buena parte de los 90 minutos: "Fue un punto bien reñido. Mucho se ha hablado de Aston Villa , pero son un buen equipo y no hay duda ninguna duda de que tienen herramientas para ganar".

El trabajo que sus pupilos han hecho en las últimas jornadas es encomiable y también es encomiable la tarea de su técnico, que en todo momento no ha desistido y les ha inculcado una mentalidad ganadora: "Es una señal de lo lejos que hemos llegado, que estábamos 0-1 abajo, en casa, contra el Aston Villa y estamos decepcionados de no ganar". Asimismo, The Ginger Mourinho, resaltó la confiana, seguridad y sed de victoria que tienen sus jugadores: "Cuando les pregunté a los chicos cómo se sentían después, dijeron: decepcionados. Eso es un marcador de dónde están mentalmente", señaló.

El tema central del diálogo con el carismático entrenador, se centró en que, aun yendo penúltimos, moralmente van los primeros: "Me siento orgulloso de tener tantas personas motivadas y que podemos jugar y encarar los encuentros de una manera diferente", afirmó. En los últimos tres partidos, se ha visto una gran mejoría, además de un buen acierto de cara a gol, gracias a la puntería de su jugador franquicia, Danny Ings, y de la ayuda que éste recibe de sus asistentes en banda y en la medular, además de los que ingresan desde el banco, que dan la talla tanto o más que los titulares: "Hay mucha confianza y la fe en el equipo era evidente . También es importante que los tres suplentes tengan un impacto y, sin duda, esto afecta al juego", sentenció Dyche, contento por la mejoría del equipo, pero contrariado por un empate que pudo ser victoria ante un rival directo como The Villans, y para más inri, en casa, con toda una afición entregada a la espalda.