Poco fútbol y mucha intensidad, esa es la sensación que provoca horas previas al partido este Aston Villa - Leicester, que cerrará la jornada dominical de la Barclays Premier League. Dos equipos que, más que por su buen fútbol, se han caracterizado por su faceta más aguerrida logrando puntos con un juego lento y falto de dinamismo. El Leicester, nuevo colista, se encuentra en una situación crítica ante el gol, y tras un buen inicio de campeonato se ha visto superado en todos los encuentros desde su épica remontada al Manchester United. Por su parte, el conjunto de Birmingham se ha alejado del descenso con su victoria en Selhurst Park ante el Crystal Palace.

Los zorros sin su arma, el olfato

Si se mira la evolución de los foxes con el paso de las jornadas, todo a ficionado se percata de que hay una faceta que ha ido decatendo paulantinamente. Esa faceta es el gol, ese olfato goleador que abrumó a sus rivales ha desaparecido, sobre todo, por parte de su goleador Leo Ulloa.

El mal rendimiento goleador le está perjudicando de manera que pese a su paciencia, largas posesiones y búsqueda a los jugadores del centro para que creen ocasiones, les está siendo imposible preocupar al guardameta rival y sacar resultados positivos. A ello se le suma la poca fiabilidad que presenta la zaga, muy cuestionada en el último partido del equipo de Nigel Pearson ante el Liverpool. La poca solidez y contundencia permitió a los de Merseyside remontar con suma facilidad el tanto inicial de los foxes.

En ese duelo en King Power Stadium, el Leicester se encontró un pequeño regalo en forma de gol en propia portería de Mignolet. Hasta entonces, nula posesión para los hombres de Pearson y ninguna llegada. Tónica que duraría todo el encuentro y que, en apenas cinco minutos, vería como le empataba Lallana y tras una serie de errores infantiles en los rechaces, Gerard y Henderson daban la vuelta al marcador y establecían el 1-3 definitivo.

Una victoria en las últimas jugadas es un drama y, lo peor, es que el equipo da la sensación de no cambiar esa dinámica a corto plazo si no logra arreglar los desajustes defensivos y ser más efectivos cara a puerta. Por eso, el partido del domingo es un examen de nivel ante uno de los equipos que menos fútbol ofensivo genera.

Benteke, una brisa en medio del desierto

El Aston Villa lograba el pasado martes su primera victoria tras ocho jornadas sin conocerla. Un triunfo que fue a la par con la vuelta de Benteke al once titular del conjunto de West Midlands. El propio delantero fue protagonista, ya que anotó el gol de la victoria y demostró la necesidad que recae sobre el futbolista nacido en Kinshasa.

El jugador belga dio aire a un equipo ahogado en tareas ofensiva, debido a los planteamientos tácticos de Paul Lambert de tener muy unidas la línea defensiva y la creativa. La calidad del delantero bastó para crear más peligro él solo siendo una completa 'isla' en el apartado ofensivo, que el que estaba realizando el conjunto de Birmingham en las últimas jornadas.

Además, el técnico escocés ha encontrado un cerrojo en la zona defendiva con la pareja Clark - Okore. Ambos han sido vitales en los cinco puntos que ha conseguido el Aston Villa en las tres últimas jornadas. Eso sí, en el momento en que se recuperen Vlaar, Senderos y Baker, Lambert tendrá un bendito problema para decidir que pareja de centrales será la titular.

Últimos enfrentamientos

Aston Villa y Leicester se han enfrentado en 48 ocasiones entre todas las competiciones con una media de 3'3 goles por partido. Los antecedentes dan una mínima ventaja a los hombres de Paul Lambert frente a los hombres de Pearson, ya que el bagaje es de 22 victorias para los de West Midlands, 16 para los de Leicestershire y 10 empates.

Posibles alineaciones