Mikel Arteta ha pasado por el quirófano para que le retirasen un espolón óseo en su tobillo izquierdo. Este le causaba una gran inflamación y dolores al centrocampista de los gunners durante la temporada. La operación fue todo un éxito y el capitán del Arsenal se recuperará en un periodo aproximado de tres meses, según informa la web del club.
El jugador ya arrastraba problemas durante todo diciembre, donde apenas pudo jugar. Wenger esperaba que volviese a primeros de enero de su lesión de pantorrilla, pero la recuperación completa del jugador es más importante para los intereses del club. "Le he visto, él está de vuelta con nosotros en las instalaciones", afirmó el técnico este jueves en una entrevista al sitio del Arsenal.
Así definió Wenger los problemas de Arteta: "Estaba limitado por la movilidad de su tobillo y tenía una inflamación persistente que le causó un problema en su pantorrilla. Esto quiere decir que tuvimos que tomar la decisión de que pasase por el quirófano y es la decisión apropiada que le da la mejor oportunidad para recuperarse".