Londres, ciudad impetuosa con ese mar de niebla que cubre los edificios, alberga varios equipos de fútbol del más alto nivel del balompié anglosajón. Dos de estos equipos son Chelsea y Tottenham. Dos entidades con historia y rivalidad, pero que a su par ha tenido a lo largo de su historia varios jugadores en común.

Un cambio de cromos común, debido a que muchos futbolistas se acostumbran a la ciudad y buscan probar fortuna en diferentes zonas de la ciudad. Sobre todo, en los finales del siglo XX y comienzo del siglo XXI ha sido la época que más ha marcado esta marcha directa de los futbolistas del Chelsea al Tottenham o viceversa. Algunos casos pueden ser:

Frode Grodas

Alto, corpulento y eficaz, así se podría definir al portero noruego Frode Grodas. El guardameta nórdico comenzó su carrera en los años 80 en el modesto Sogndal, no obstante, su próximo destino, el Lillestrom, sería su catapulta para ganarse un hueco en la selección escandinava y ejercer como una de los líderes de Noruega en aquella época.

Con 32 años el futbolista nacido en Volga aterrizó en Inglaterra

Una de las características de los cancerberos es que la madurez futbolística les suele llegar con una edad ya avanzada y Grodas no fue la excepción. Con 32 años el futbolista nacido en Hornindal aterrizó en Inglaterra fichando por el conjunto de Stamford Bridge a coste cero. Una operación que tuvo polémica en el entorno del conjunto londinense por la alta edad del jugador.

Más allá de los comentarios, la andadura del portero por el Chelsea fue una verdadera montaña rusa. Comenzó como titular hasta que una serie de malos resultados le relegaron al banquillo. A pesar de ello, Grodas siempre comentaba que entrenaba para volver al once y así ocurrió. Finalmente, esa temporada jugaría 21 partidos recibiendo un total de 31 tantos en contra.

Sin embargo, al año siguiente la suerte desaparecería en la temporada siguiente. La combinación entrenador-jugador que hubo en esa época con Ruud Gullit y Gianluca Vialli le hicieron perder la motivación en el conjunto blue y abandonó la entidad marchándose al norte de la ciudad, al Tottenham.

Foto: Chelsea.

No obstante, su andadura sería precoz y nada exitosa. El cancerbero no debutaría con el conjunto del norte de Londres, ya que terminó relegado a tercer portero del equipo, pese al mal momento de los spurs, que tuvieron tres entrenadores esa temporada: Gerry Francis, Chris Hughton y Christian Gross. Ian Walker fue el encargado de defender de la portería con grandes números y enamorado a la afición, no tanto Espen Baardsen -que jugó por una pequeña lesión del primero- que en nueve encuentros que disputó encajó diez goles llevado consigo varias críticas hacia él.

Finalmente, su nido de madurez fue Alemania. Hasta su retirada, Grodas finalizó su carrera en el Schalke 04, con una pequeña aventura por España en el Racing de Santander. Terminó retirándose en el Lillestrom.

Gustavo Augusto Poyet

Foto: Chelsea.

Ilustre futbolista uruguayo que terminó su carrera en el fútbol inglés. Un centrocampista que tuvo una carrera marcada por el éxito, siendo el participe de los grandes triunfos por los equipos que pasó.

Comenzó su andadura en el River Plate uruguayo, donde estuvo poco tiempo hasta que un conjunto europeo se interesó por él. Francia fue su destino, más en concreto el Grenoble, equipo de la Ligue 2 en el que no cuajó el nivel esperado y volvió a tierras uruguayas para recalar de nuevo en el conjunto darsenero.

El Real Zaragoza, con varios futbolistas sudamericanos en aquella época, se hizo con los servicios de Poyet. Una andadura que duró siete temporadas y en el que vivió una de sus etapas más gloriosas tanto a nivel de club como a nivel de selección. El cuadro maño logró dos títulos con el uruguayo en sus filas: la Copa del Rey de 1994 y la Recopa de Europa en 1995 en París ante el FC Arsenal con un gol de Nayim en la prórroga.

Su paso en la selección celeste fue igual de fructífero conquistando la Copa América de 1995

Su paso en la selección celeste fue igual de fructífero conquistando la Copa América de 1995, precisamente un torneo que se disputaba en Uruguay. Poyet fue uno de los jugadores insignia de aquel combinado que se hizo con el título en la tanda de penaltis ante Brasil tras el fallo en el tercer lanzamiento de Túlio.

Tras estos hitos, el Chelsea se hizo con sus servicios. Sin embargo, no comenzaría bien esta etapa, ya que sufrió una grave lesión en los ligamentos de la rodilla que lo tuvo apartado casi toda la temporada. Llegó a tiempo para la final de la Copa de la UEFA ante el Sttutgart, donde junto a Gianfranco Zola lograron el título. No obstante, entrenó durante todo el verano para recuperar la forma y el ritmo de los partidos, por ello, en la siguientes campañas demostró su valía siendo una de las referencias en la conquista de la Supercopa de Europa, venciendo al Real Madrid con un gol del propio Poyet, posiblemente el gol más importante en su carrera. El torneo doméstico se les resistió ante el dominio del Manchester United en el balompié anglosajón en aquella época. No obstante, su etapa como blue terminó conquistando la FA Cup y la Community Shield.

Su retirada del fútbol se produciría en el propio Londres, donde ficharía por el Tottenham. Con Gleen Hoodle fue el hombre base en el centro del campo, por el cuál debían pasar todas las jugadas de ataque. Tras tres temporadas, y con la marcha de Hoodle, decidió retirarse del fútbol profesional con unos magníficos datos con 18 goles en 82 partidos. Al año siguiente se marchó al Swindon, donde comenzó como asistente su carrera en los banquillos que le ha llevado a entrenar al Sunderland.

Neil Sullivan

Foto: Getty Images.

Liderazgo, seguridad y una pizca de humor eran los atributos que le daban los clubes en los que jugó el cancerbero escocés. El futbolista nacido en Sutton dio sus primeros pasos en el mítico Wimbledon, un equipo en el que disputó 181 encuentros siendo elegido, en más de una campaña, como el mejor guardameta del año. Además, durante su instancia en Londres fue cedido al Crystal Palace, donde solo disputó un partido.

Fue un cancerbero que se mostraba seguro en los balones aéreos y que permitía cierta relajación a sus defensores en jugadas a balón parada y centros debido a su gran envergadura. Sin embargo, durante esta larga etapa inicial en el municipio de Merton será recordada por el gol que encajó de David Beckham desde la línea del medio del campo en un encuentro en el que se enfrentaban Manchester United y Wimbledon.

Tras su estancia en Wimbledon se marchó al Tottenham en un momento dulce para el guardameta escocés

Tras su estancia en Wimbledon se marchó al Tottenham en un momento dulce para el guardameta escocés que, a su vez, estaba contando para la selección escocesa. En el conjunto del norte de Londres cosechó una gran primera temporada, jugando 43 partidos y demostrando al público del White Hart Lane el porqué de su fichaje. La siguiente temporada seguiría en su línea de encuentro, eso sí, dando menor seguridad en el tramo final del campoenato, algo que le costó su suplencia durante su última campaña en los spurs donde no jugó ningún partido.

Su enfado le llevó a firmar por el Chelsea con la esperanza de catapultar su carrera, pero ocurriría todo lo contrario y se vería relegado a la suplencia en detrimento de Carlo Cudicini, jugador que terminaría en el Tottenham. Sullivan disputó cuatro encuentros, todos ellos partidos de Copa. Tras este fiasco, decidió irse al Leeds United. El propio Tottenham le haría un favor fichando a Paul Robinson y dejándole la vacante libre al escocés. Tras una gran temporada, siendo elegido mejor jugador del equipo, un error en los play-off iba a borrar todo lo conseguido: en el duelo por el ascenso ante el Watford, un grave error del guardameta permitió a los rivales hacer 2-0 y sentenciar la eliminatoria. Su mala suerte aumentó con una lesión en pretemporada que le dejó fuera parte del campeonato.

Tras ello, tuvo varias cesiones al Doncaster pero sin continuidad. En sus últimas temporadas le acusaron de tener sobrepeso y con bastante mala fortuna terminó su carrera futbolística en un bucle de infortunios.

Carlo Cudicini

Nunca es fácil la comparación con un padre y Cudicini es un gran ejemplo. Sus inicios fueron difíciles, con muchas lesiones que le pudieron costar su carrera futbolística. El guardameta se formó en el AC Milán, equipo en el que nunca tuvo hueco, aunque disputó dos encuentros de la Copa de Europa en un año en el que el equipo italiano perdería la final ante el Olympique de Marsella.

Al no tener sitio comenzaron a cederle a diferentes entidades como el Como. Finalmente, se desvinculó del Milán y se marchó al Prato donde comenzó a tener minuto y continuidad. Ello le permitió fichar por la Lazio, pero el caos volvería en forma de lesión; una lesión que le apartaría del equipo de Roma y le obligaría a marcharse al Castel di Sangro, donde las secuelas de la lesión le pasarían factura y volvería a resentirse.

Con la marcha de Ed de Goey se ganó la titularidad en el Chelsea

Sin embargo, el Chelsea se haría con los servicios del cancerbero. Una andadura que no fue fácil, ya que comenzó como suplente ante la indiscutible titularidad de Ed de Goey. Con la marcha de éste, llegó el momento que tanto buscaba Cudicini. Y así fue, supo ganarse al técnico y a la afición siendo elegido el mejor futbolista de la campaña para los aficionados blue. Su estancia en Inglaterra continuaba por buen camino y fue elegido en la temporada 2003-2004 como mejor portero de la temporada, siguiendo así su buen hacer en Londres.

No obstante, los problemas de las lesiones le iban a pasar factura y le apartaría del equipo durante gran parte de la temporada. Algo que no fue del todo malo, ya que Marco Ambrosio no supo adaptarse al primer equipo y ello revalorizó la importancia de Cudicini. Sin embargo, la llegada de Mourinho terminaría con la titularidad del portero italiano en detrimento de Cech. Suplencia que mantendría hasta la temporada 2008-2009, temporada que pondría punto final a su ciclo en Stamford Bridge.

Su siguiente destino fue el Tottenham como agente libre

Su siguiente destino fue el Tottenham como agente libre. Las apariciones del portero italiano fueron justas en el conjunto londinense. Tras un partido de Copa no volvió a jugar en seis meses hasta la lesión de Gomes. Ello le permitió jugar varias jornadas, entre ellas su vuelta a Stamford Bridge. Tras la vuelta de Gomes volvió a quedar relegado a un segundo plano.

Su mala suerte no terminaría ahí, ya que yendo al campo de entrenamiento sufrió un grave accidente de moto que le fracturó ambas muñecas, además de daños en la pelvis. Ello le tuvo apartado toda la temporada hasta que volvió en un amistoso ante el Bournemouth. De aquí a su marcha del conjunto londinense vivió sus mejores momentos en la Europa League siendo el guardameta titular. Tras terminar contrato, el guardameta emigró a Estados Unidos donde se retiró en los Angeles Galaxy.

André Villas-Boas

Con una edad precoz, Villas-Boas se puso al mando del Académica de Coimbra con el objetivo de sacar al equipo portugués de las posiciones de descenso, algo que consiguió con solvencia dejando al equipo en la 11ª posición de la clasificación. Tras este hito, el Porto se hizo con los servicios del técnico, una etapa donde conseguiría darse a conocer en Europa.

Una andadura marcada por el éxito, ya que comenzó ganando la Supercopa portuguesa ante el eterno rival, el Benfica, en un primer test que superó con facilidad y con el que se ganó el cariño de la hinchada. A lo largo de la temporada sus resultados eran brillantes tanto en Liga como en Europa. A falta de cinco jornadas ganó el título liguero y, poco después pondría el broche de oro conquistando la Europa League. El último título que logró fue la Copa de Portugal tras vencer 6-2 al Vitória de Guimäraes.

Su gran temporada en el Porto no pasó desapercibida y el Chelsea no tardó en hacerse con sus servicios

Su gran temporada en el Porto no pasó desapercibida y el Chelsea no tardó en hacerse con sus servicios. Pese a que su comienzo fue bueno, acarreó una racha mala de resultados que le colocaron a veinte puntos del líder en la Premier League y con un 3-1 en contra ante el Napoli en la ida de la UEFA Champions League. La directiva, tras la derrota en Upton Park por 1-0, tomó la decisión de destituir a Villas-Boas, puesto que ocupó Di Matteo.

Poco tiempo después, se hizo oficial su llegada al Tottenham. En su segunda experiencia en el fútbol inglés tuvo mejor suerte, al menos en su primera temporada. Logró con los spurs el récord de puntuación del club arañando la cuarta posición que le hubiera dado la opción de entrar en la previa de la Champions. Finalmente, quedó en quinta posición. No obstante, la suerte no le acompañaría en la siguiente campaña donde un mal inicio y una severa derrota ante el Liverpool fueron los desencadenantes de la destitución de Villas-Boas. Tras esto, fichó por el Zenit en una andadura por el fútbol ruso.

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Sobre el autor
David Sánchez Fabregat
Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid.