Que el derbi entre Sunderland y Newcastle es uno de los clásicos del fútbol inglés lo sabemos todos. Que a las orillas de los ríos Tyne y Wear se habla durante semanas de lo acontecido cada vez que se enfrentan sus admirados clubes también tenemos conciencia de ello. Todo aficionado black cat y magpie espera con ansia los dos duelos, como mínimo, que citan a sus equipos a lo largo de la temporada teniendo en cuenta que sus vecinos podrán hacerles la vida imposible si su equipo ha salido perdiendo en este gran duelo tan marcado en el calendario.
Pues bien, los seguidores del Newcastle United llevan tres temporadas y media sucumbiendo y siendo objetos de burlas por los compatriotas de Sunderland, y es que, son cinco los enfrentamientos consecutivos en liga los que el Sunderland se ha llevado el gato al agua a los que hay que sumarle dos encuentros más en los que la cita se saldó con empate. Son un total de 124 derbis los que han sido contabilizados hasta el día de hoy en Premier League con un balance de 42 triunfos para los franjirrojos, 36 repartos de puntos y 46 victorias de los blanquinegros. Si nos ceñimos a las estadísticas comprobamos que los tres puntos en los Sunderland - Newcastle y viceversa han sido conseguidos por ambos casi de manera igualitaria, pero en lo que nos vamos a fijar va a ser en la racha de victorias que lleva de forma consecutiva los de Sunderland.
Todo comenzó el 14 de abril de 2013 cuando corría la jornada 33 del campeonato liguero cuando St. James Park se engalanaba para recibir al máximo rival. Los locales ocupaban por entonces una cómoda decimotercera plaza cinco puntos por encima del descenso que marcaba el actualmente equipo de championship, Wigan. Al Sunderland, por su parte, solo le separaban tres puntos de la zona roja por lo que necesitaba la victoria para coger aire y afrontar el tramo final de liga con la mayor entereza posible. El gol de Sessegnon, actual mediocampista del West Bromwich Albion conseguía abrir el marcador para los visitantes para llegar al descanso con ventaja sobre el conjunto del por aquél entonces entrenador del Newcastle, Alan Pardew. Adam Johnson y Vaughan, este último habiendo entrado desde el banquillo minutos antes, culminaban la goleada del Sunderland ante los blanquinegros. Esa campaña los dos conjuntos quedarían al borde del descenso, ocupando las dos primeras plazas que se libraban de bajar a la categoría de plata. Lo que ni sus seguidores ni los jugadores sabían es que ese día comenzaría una racha que, de momento, dura cinco derbis Tyne-Wear en los que el único equipo que conoce el sabor de la victoria son los black cats.
La siguiente cita sería en el mismo 2013 pero ya metidos en la temporada siguiente, 27 de octubre, jornada 9. El escocés Fletcher sería esta vez el encargado de poner por delante a los suyos delante de sus aficionados en el Stadium of Light en los primeros compases de partido. Debuchy abría un resquijo de esperanza para los magpies igualando el marcador al comienzo de la segunda mitad gracias a una asistencia de Ben Arfa. El técnico del Sunderland movía el banquillo dando entrada a Borini, que estaba cedido por el Liverpool y este sería el autor del gol que daba la segunda victoria consecutiva de las cinco que llevan los black cats en los derbis.
Pardew y Poyet se volverían a ver las caras en el segundo asalto de la temporada entre ambos equipos, concretamente el día 1 de febrero de 2014, partido que pertenecía a la jornada 24 de Premier League. Otra vez sería St. James Park el que sufriría una nueva dolorosa derrota de los suyos ante el eterno rival. Por segunda vez seguida los seguidores del Newcastle presenciarían un 0-3 en el partido más esperado del año cuando todo el mundo daba por hecho que los locales conseguirían la victoria al estar cuajando una temporada bastante buena que les había llegado a estar posicionados en la octava plaza de la tabla, a siete puntos de entrar en puestos europeos, mientras que el Sunderland se salvaban de los puestos de descenso por tan solo un punto, zona que marcaba el Crystal Palace con 23 puntos.De nuevo Borini sería uno de los demonios para el Newcastle, quien marcó el primer gol del enfrentamiento y poco después, Adam Johnson abría distancia en el marcador poniendo muy cuesta arriba el partido para los locales, que veían como una vez más, los vecinos les pasaban por encima en apenas 25 minutos. El mediocentro Colback le daría la puntilla a su actual club metiendo el tercer y último tanto del encuentro para cerrar otro triunfo histórico que pasaría a los anales de las trayectorias de Sunderland y Newcastle.
La historia iba a continuar ya en la presente campaña cuando Newcastle iba a recibir una vez más en la ida a los franjirrojos para disputar un nuevo choque que se presentaba como siempre vibrante por la situación de intranquilidad en la que se encontraba el ya acostumbrado sufridor Sunderland, con los magpies en novena posición y los black cats en decimoquinta, separados por siete puntos y con estos últimos solo dos por encima del descenso. La pésima racha del Newcastle parecía que iba a acabar en este derbi hasta que en el minuto 90, Adam Johnson, a quien se le da bastante bien el eterno rival, consiguió el gol de la victoria para su equipo haciendo saltar de alegría a sus seguidores y haciendo que los fans locales se volviesen a ir cabizbajos a sus casas por cuarto derbi consecutivo.
La pasada jornada fue el último enfrentamiento entre Sunderland y Newcastle hasta la fecha. Ambos equipos tenían nuevo rostro en el banquillo con Dick Advocaat a cargo de los del Stadium of Light y Carver la banqueta magpie. Los dos técnicos escogieron un esquema de 1-4-3-3 dando mucha importancia al ataque y usando un pivote defensivo para ayudar a la defensa en jugadas de peligro rival. El partido estaba yendo con normalidad cuando en el tiempo de añadido antes del descanso, Defoe materializó una obra de arte que le cayó desde el cielo, mandando el esférico al fondo de las mallas tras una impecable volea desde fuera del área que supondría el tanto de la victoria para los locales en lo que era el primer derbi para el delantero inglés. El Stadium of Light quedó boquiabierto tras el gol y festejaron con todas sus ganas el tanto del nuevo ídolo del equipo. El Newcastle estuvo maniatado por los black cats de principio a fin sin dejarles que pudieran combinar en ataque para intentar conseguir la igualada en el luminoso y acabar así con su sequía en los Tyne-Wear.
Tres largas temporadas y media que llevan los magpies esperando que sus jugadores les den una alegría ante sus vecinos y máximos rivales en un derbi Tyne-Wear y tres campañas y media en las que los blanquinegros han tenido que aceptar las bromas que tantas veces habían generado ellos encontrándose en la situación contraria. Los kilómetros que separan a ambos estadios se ven consumados en una de las grandes citas del fútbol inglés en los que los de Sunderland volverán una temporada más a mirar por encima del hombro a sus vecinos pase lo que pase a final de temporada.