Un intenso pulso sin vencedor

Reparto de puntos que no sirven a nadie en el fulgurante duelo entre el Aston Villa y el Queens Park Rangers. Ante las pocas jornadas que quedan de Premier League y las posiciones que ocupaban Villa y QPR antes del encuentro, el partido era de máxima importancia. El saber traducir la responsabilidad en motivación o carga jugó un partido importante en la intensidad con la que ambos conjuntos vivieron el duelo. Agarraron el toro por los cuernos, Benteke marcó un hat-trick, el Villa asumió el control, el Queens Park supo levantarse y Austin apareció, tan oportuno como siempre, con goles que dan vida.

Un intenso pulso sin vencedor
(Foto: Zimbio).
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Por Victoria De Julián

La Premier League inglesa es una liga de fútbol seguida en todo el mundo que atrapa millones de miradas. Su aroma histórico envuelve a los amantes incondicionales de este deporte, que disfrutan de un fútbol que, pese a evolucionar día tras día, mantiene su esencia como cuna y nicho que es. Ese respeto al pasado y a su conservación de la cultura inglesa hace de todo seguidor del original football, un magnífico conservador de una minúscula parte de la historia contemporánea del ser humano. Pese a este toque vintage, los ojos golosos del admirador del fútbol moderno que es capaz de mover millones de petrodoláres, observan también la Premier League. La historia que rodea a esta liga la ha hecho lo mediática suficiente como para hacerla objetivo de deseo de marketing, jeques, magnates, empresarios y todo tipo de inversores. Como en la diversidad está la riqueza, en la Premier League todo el mundo encuentra lo que busca. Y todo lo que engloba esta liga, estaba presente en el Aston Villa-Queens Park Rangers. Clubes históricos -uno muy bien tratado por millones asiáticos- en situaciones peliagudas, con plantillas y jugadores de alto nivel y un estadio emblématico con fachada de ladrillos rojos con olor a Premier League donde disputar el duelo por la salvación.

Asedio villano

Ambos conjuntos eran conscientes de la importancia del partido para agarrarse con su vida a la Premier League. La magia de esta liga es que jamás debes juzgar a un equipo por su posición en la tabla. No sabes si al sentarte frente al televisor vas a ver un partido mermado por la falta de confianza creada por los malos resultados. No sabes si vas a ver una explosión de goles y de esfuerzo porque, fíjate, resulta que les va la vida en ello. No sabes si la responsabilidad va a ser una carga o una motivación. En este encuentro en el Villa Park se tomó conciencia de la tónica del partido y la actitud de los equipos en el minuto 1. Se notaban los nervios y la responsabilidad estaba sobre los hombros de los once jugadores villanos, los once hoops, sobre Tim Sherwood, sobre Ramsey y sobre los jugadores sentados en el banquillo a la expectativa de los acontecimientos. Los nervios se tradujeron en intensidad y el Aston Villa tomó la iniciativa sin balón. Sin embargo, en el minuto 7, llego el 0-1 por mediación de Matthew Phillips. No había dominador dentro de este toma y daca y en ese momento, el Aston Villa estaba en puestos de descenso. La responsabilidad era una motivación.

Tim Sherwood había enseñado bien a sus pupilos y tres minutos más tarde, reaccionaron los villanos. El Aston Villa aprovechó la locura del partido y Christian Benteke arañó al rival con su primer zarpazo de la noche. Un derechazo del belga desde el lado izquierdo del área hacia el palo largo de la portería de Green se convirtió en el 1-1 en el minuto 10. Siguió intenso el Aston Villa atacando incisivamente. En el juego veloz y los contragolpes, Agbonlahor encontraba siempre a Benteke bien entre líneas como por balón prolongado. Una vez llegaba el balón a Benteke, él decidía la jugada. Disparaba a puerta, esperaba con el balón a llegadas de segunda línea o buscaba al siempre móvil y activo Jack Grealish. En el ataque posicional, Fabian Delph era la clave del conjunto dirigido por Sherwood en cuanto a distribución. Las ocasiones llegaban y, con ellas, las paradas de Green.

A la media hora de partido, el Aston Villa acaparaba el 67'1% de la posesión y el Queens Park, el 32'9%. La defensa del QPR no daba la confianza ni la seguridad para afrontar los constantes ataques del Villa. Necesitaban tener más el balón para ganar estabilidad en este pulso a morir. El contragolpe, como recurso a la posesión del Villa, no fue posible ya que sus delanteros -incluido el ídolo Charlie Austin- estaban desaparecidos. Se salvaba el entonces goleador Phillips. En el juego posicional cuando recuperaban el balón, Barton iniciaba la jugada y el Queens Park ensanchaba el campo gracias a Mauricio Isla buscando la creación de huecos. No obstante, debido a la poca movilidad de sus jugadores de ataque, al ordenado Aston Villan y a las ayudas defensivas de Delph, no consiguieron crear espacios para superar los tres cuartos de campo con balón para así sorprender al portero Guzan. El Queens Park necesitaba la velocidad de Vargas o la técnica de Taarabt, que no estaban disponibles. En definitva, esperaban con ansia la llegada del descanso ante el asedio del Aston Villa, que se había puesto 2-1 en el marcador tras una vertical contra que termina en las mallas de la portería de Green tras una demostración de sangre fía y templanza de Benteke.

El equilibrio de fuerzas del pulso

Tras el tan esperado descanso, Sherwood y Ramsey ordenaron sus ideas. Uno, sentenciar el partido y el otro, remontar. En este duelo no había rendición. Un duelo digno de la liga que se estaban disputando en este tira y afloja. Entonces, en el minuto 56 -pronto tras la vuelta de los equipos al verde y en el momento idóneo ante la capacidad de reacción de ambos- hubo un vuelco en la situación del partido. El Queens Park convirtió sus nervios y su responsabilidad en motivación para luchar y empató el partido por mediación de su lateral Clint Hill, que marcaba su primer gol en Premier League. El marcador indicaba 2-2, el partido estaba abierto, no había dominador y el ambiente era fulgurante. En el minuto 71, Chris Ramsey agotó sus tres cambios poniendo todas sus cartas sobre la mesa y arriesgándose a hacer frente a cualquier imprevisto sin poder recurrir a un recambio. El Aston Villa asediaba y el Queens Park Rangers se la jugó en un todo o nada.

El marcador no se movió en 20 minutos de máxima tensión. Pasados esos 20 minutos de espectáculo para el espectador neutral, apareció el héroe de Loftus Road que llevaba todo el partido desaparecido. De repente, saltó a escena Charlie Austin para poner el 2-3 en el marcador a falta de 13 minutos para el final del partido y para desatar la locura en la tribuna hoop del Villa Park. Este gol era el número 17 de Austin en la Premier League, lo cual le llevaba a igualar al Kun Agüero como segundos máximos goleadores sólo por detrás de los 19 goles de Diego Costa y Harry Kane. La asistencia llegó de los pies de Phillips, que estaba siendo el mejor del Queens Park con diferencia y había conseguido su séptima asistencia en lo que llevamos de año 2015. La locura sobrevolaba Birmingham y los números sonreían al Queens Park pero Chris Ramsey pedía cabeza, pues el extásis debía ser momentáneo y los números aún podían ponerse en su contra.

Tal y como temía Ramsey, el partido aún no había acabado. Debió guardarse Austin su acalorada celebración, pues no se llevaron los ansaidos tres puntos a Londres. Aún quedaba el tercer zarpazo de Benteke. Cuando lo veía perdido el Aston Villa tras su dominio y control del partido, volvieron a hacer de su dificultad, su motivación. Llegó el 3-3 en el minuto 83 y siendo el séptimo gol de Benteke en su últimos 10 partidos de Premier League. Con reparto de puntos, despidieron este excitante encuentro que no dejó a nadie indiferente. En este duelo directo por asomar la cabeza fuera del pozo, el Aston Villa se coloca 17º con 28 puntos y el Queens Park Rangers 19º con 26 puntos. Los villanos al menos consiguen un punto que los aleja parcialmente de las zonas de peligro, mientras que los hoops siguen en el barro y han pasado de penúltimos a antepenúltimos.

Puntuaciones VAVEL

Aston Villa (3) Queens Park Rangers (3)
Guzan 6 Green 5
Bacuna (75') 7 Isla (52') 6
Vlaar 6 Onuoha 6
Clark 6 Caulker 6
Richardson 6 Hill 7
Sánchez 7 Phillips 9
Delph 7 Sandro (70') 6
Cleverley (81') 5 Barton 7
Agbonlahor 6 Kranjcar (52') 6
Benteke 9 Austin 7
Grealish (70') 7 Zamora 6
Substitutes
Joe Cole (60') 5 Traore(52') 6
Lowton (75') 6 Henry(52') 5
N'Zogbia (81') - Doughty (70') 5