Everton - Burnley: la nada contra el todo

Este sábado se enfrentan en Goodison Park, Everton y Burnley. Los locales llegan a la cita sin absolutamente nada que jugarse más allá del honor y el respeto de su afición. Tras las tres victorias consecutivas que dieron la salvación virtual al equipo, llegó el empate de la pasada semana ante el Swansea, que corta la racha pero mantiene una buena dinámica en la que no tienen lugar las derrotas. Los clarets son la antítesis de sus rivales: unos no se juegan nada y los otros se lo juegan absolutamente todo. Están metidos de lleno en la pelea por la salvación y cualquier punto a estas alturas de la temporada sería oro para el conjunto de Sean Dyche.

Tranquilidad - Ansiedad, una de las claves

El Everton está salvado y carece de pretensiones europeas. El Burnley necesita ganar, al menos puntuar para no correr el riesgo de descolgarse de sus competidores más directos. Los clarets solo han ganado un partido de sus últimos once -el famoso 1-0 frente al Manchester City en Turf Moor-. Están situados en la penúltima plaza, aunque a solo dos puntos de la salvación que se encarga de marcar el Hull City.

Ya sabemos como va esto del fútbol, aunque nunca deje de sorprendernos. La tranquilidad de los locales contra la ansiedad de los visitantes. Mirándolo desde la perspectiva del Burnley habría dos pensamientos. El primero, el positivo, sería pensar que la ansiedad de su equipo se transformaría en fuerza, ganas y empuje con el que sobrepasar a un Everton que estaría a la deriva, a la deriva por la tranquilidad y la despreocupación que transmite estar en zona de nadie. El segundo, el negativo, en el que dicha tranquilidad evertonian les haría jugar mejor, sin miedo ni tensión y que podría ayudar a vencer a unos clarets cuya ansiedad les desbordaría, transformada en nervios y temor. Lo que está claro es que hay dos tendencias muy marcadas y que seguro influirán de una manera u otra en el encuentro.

El Burnley es una piña | Foto: Getty Images

Lesiones y otros condicionantes

El Burnley ha cogido al Everton en el peor momento de la temporada. Para ellos, claro. Los de Roberto Martínez llevan cuatro partidos consecutivos sin conocer la derrota y ofreciendo, sobre todo en Swansea, una de sus mejores versiones de la temporada. A pesar de esto, los de Sean Dyche tendrán la fortuna de no tener que defender a Romelu Lukaku (presumiblemente no llegará al encuentro) ni Darron Gibson, sumados a las ya conocidas bajas de Aiden McGeady, Tony Hibbert y Bryan Oviedo.

Lukaku ya ha hecho todo lo que tenía que hacer. Ha ido claramente de menos a más y ha ayudado al equipo como buenamente ha podido, siendo el mejor jugador toffee de la temporada. 'Gibbo', por su parte, ha sido la sorpresa positiva esta campaña. El norirlandés ha pasado de no contar absolutamente (irregularidad y muchas lesiones) a ser pieza fundamental en el equipo. Ya lo dijo Roberto Martínez en la última rueda de prensa: "No tenemos a nadie como Darron, es un jugador único e imprescindible en esta plantilla. Queremos que se recupere bien, así que no volverá a jugar esta temporada".

Una de las cosas más reclamadas en Goodison Park en este "año de transición" son los minutos a canteranos. Hemos visto como algunos chicos de la academia evertonian han debutado este año, incluso en Europa League cuando el equipo ya estaba clasificado. Este último tramo de temporada sin nada que jugarse y con tantas lesiones debe ser un incentivo para que el técnico de Balaguer dé minutos a los Ledson, Henen, Walsh y compañía, que vienen pisando muy fuerte en los últimos tiempos. Dicho esto, podría haber un arrepentimiento final del club por el tema cesiones, ya que hasta cuatro canteranos salieron cedidos en el último mes, pensando que no habría minutos para ellos por la extrema situación en aquel momento. John Ludstram, Francisco Junior, Gethin Jones y George Green fueron los elegidos para salir lejos de Goodison en este último tramo de competición.

Por parte visitante, Cameron Dummigan, Kevin Long y Dean Marney serán los sacrificados de la convocatoria de Sean Dyche, todos por lesión, siendo el último mencionado el único que entraba habitualmente en los planes del entrenador inglés.

Datos y estadísticas

El Everton es el décimo primer mejor equipo de la liga como local, con cinco victorias, siete empates y tres derrotas (22 puntos). Como visitantes ascienden hasta el decimosegundo puesto, con cuatro victorias, cuatro empates y nueve derrotas (16 puntos).

El Burnley, es el decimonoveno equipo fuera de casa con una victoria, cinco empates y nueve derrotas (8 puntos). En casa son los decimosextos con dieciocho puntos acumulados repartidos en cuatro victorias, seis empates y siete derrotas.

Además, en el apartado ofensivo, los locales se sitúan en el décimo puesto con cuarenta goles a favor en 32 encuentros. Defensivamente se mantienen en el la misma posición, con 43 goles en contra. Podemos ver como el Burnley está bastante peor. Es decimoctavo en el apartado ofensivo (26 goles a favor) y decimoséptimo en el apartado defensivo (50 goles en contra).

Con estos datos, se llega a la conclusión de que ambos equipos son bastante regulares, aunque el Everton está muy por delante del Burnley a estas alturas de temporada. Seguro nos ofrecerán un gran espectáculo este sábado en Goodison Park.

Precedentes

Ambos equipos se han enfrentado en 108 ocasiones, con 46 victorias del Everton, 29 empates y 33 victorias del Burnley, siendo 99 de ellas en Premier League. En Goodison Park han sido 54 los enfrentamientos, con treinta victorias locales (56%), catorce empates (25%) y diez victorias del Burnley (19%). Los toffees han conseguido 177 goles a favor en estos enfrentamientos, mientras que los clarets acumulan un total de 162 goles anotados.