Lo bonito del derbi es ganarlo. Y si se consigue, todo lo demás pasa a segundo plano. No importa si el partido no ha sido espectacular, si se cuentan los nulos disparos habidos en la primera parte, al final, después de dominar durante todo el partido, también se debe contener la respiración. La Juve vuelve a ser la señora de Turín y eso es todo lo que importa. Los bianconeri reafirman su supremacía con carácter y paciencia, esperando el momento adecuado para golpear y capitalizar al máximo, el destello de Pogba. Mejor no se podía hacer y Conte ya lo sabía.

En la rueda de prensa de la víspera del partido, el entrenador bianconero preguntó a los periodistas: "¿Estás seguro de que el Torino jugará abiertamente contra nosotros?." La respuesta, para él, ya estaba contestada y de hecho también sabían la respuesta los granata, como el Chievo y el Verona que colocaron inmediatamente la defensa en zona. El módulo es especular, pero muy diferente es la actitud de los dos equipos, con la Juve que sostuvo alta la presión y trató de hacer su juego y el Torino que se atrincheraba en su mitad de campo y basó su juego ofensivo en el contraataque y la velocidad de Cerci.

El equipo de Conte estuvo regularmente en las tres cuartas partes del campo, pero se encontró frente a una pared. Marchisio se las arregó para prolongar a Giovinco, que tras llegar a la línea de fondo, puso la pelota en la zona central a Tévez, que fue anticipado por D' Ambrosio.

Para el Apache, Ventura tenía diseñado un tratamiento especial, con una doble marca continua. De ello se benefició Giovinco, que disfrutó de algo más de espacio y por lo tanto se convirtió en el primer punto de referencia en ataque. Remates interesantes hubieran más bien pocos y Padelli y Buffon permanecieron como meros espectadores. Al final de la primera mitad, el partido sólo tuvo dos conclusiones provisionales de la Juve a puerta , ninguna del Torino.

La segunda parte empezó con la misma temática, pero a los cinco minutos llegó la explosión bianconera: Marchisio toca para Tévez, que "siente" a Giovinco llegar detrás de él y le sirve el balón en carrera , antes de hacer lucir a Padelli. La conclusión es inmediata, pero también demasiado centrada y el portero logra bloquear el disparo.

No había tiempo para arrepentirse. La Juve se sentía cada vez más furiosa, aumentaba el ritmo, y fue recompensada de inmediato: a los nueve minutos Giovinco sacaba un córner, Bonucci remataba forzado en el punto de penalti  hacía la cabeza de Tevez que desviaba el balón al larguero. El rechace volvió al punto de penalti donde apareció la cabeza de Pogba para empujar el balón a la red.

La ventaja de la Juventus obligaba a Ventura a intervenir, retirando a El Kaddouri para dar entrada a Meggiorini . El Torino cambió a un 3-4-3 más ofensivo, pero también más libre. Conte respondió con Padoin en lugar de Asamoah, que antes de salir dio una gran asistencia a Tévez . El derechazo desde la frontal del área del argentino fue desviado por la defensa local y terminó a corner.

Poco después de la media hora le tocó el turno a Vucinic, que reemplazó a Giovinco yse ubicó en la banda izquierda, dejando a Tévez como único delantero. La Juve pasó a un 4-5-1, con Lichtsteiner en la línea de cuatro defensas, Padoin de interior derecho y Tévez solo arriba. La iniciativa es dejada al Torino, al que le fue dificil manejar : los bianconeri fueron despiadados, no cedieron espacio y cuando entraron en la posesión de la pelota, tuvieron la calidad para mantener y crear el peligro. La volea de Vucinic a los 39 minutos mereció un mejor destino, pero apareció la figura de Padelli para responder con una gran palomita.