Duelo en la zona baja en la sexta jornada de la Serie A, entre Catania y Chievo Verona. Los sicilianos eran, junto al Sassuolo; los colistas de la categoría con solo un punto en su marcador. Mientras, los veroneses contaban en cuatro sus únicos puntos, en los que es una de sus peores inicios de temporada de los últimos años.
Muchas faltas en el comienzo, transmitiendo el nerviosísmo de ambos equipos. Ningún equipo quería ceder terreno y el partido destacó por sus pocas ocasiones. Hasta que al cuarto de hora el equipo siciliano apoyado por su público se tiró al ataque, mejorando a su rival en todos sus aspectos, adelantándose en el marcador gracias a un buen disparo de Plasil al que Puggioni no llegó y adelantaba a los locales.
Tras esto reaccionó el Chievo, quien lo intentó probando a Andújar desde varios sitios. Pero no estuvieron acertados los veroneses, y el esfuerzo que estaban realizando lo pagaron en el tramo final de la primera mitad donde el ritmo cayó y sin apuros, consiguió llegar al descanso con ventaja mínima el Catania.
El segundo tiempo comenzó como el primero, con varias faltas y poco juego. Pero para matar el partido, Castro desde fuera del área en la primera ocasión del segundo tiempo lanzó un derechazo perfecto que ponía el segundo en el electrónico. El partido parecía roto, no solo por el resultado, sino por las sensaciones.
Aún así el equipo visitante lo siguió intentando, aunque parecía que más por obligación que porque de verdad se lo creía. Tampoco le importaba mucho esto al Catania, quien dispuso de alguna ocasión para haber aumentado aún más su ventaja.
Ya en el tramo final vimos varios intercambio de golpes con el partido absolutamente roto, pero destacaba la imprecisión de ambos equipos por delante de la calidad de los jugadores. Por lo que el partido terminó con victoria por 2-0 para el Catania.
El resultado deja a ambos equipos con cuatro puntos, fuera del descenso pero a solo un punto del mismo y a dos del colista de la categoría, el Sassuolo.