La Juve, como ya sucedió la pasada temporada, vuelve a complicarse el pase a los octavos de final. Dos empates en los dos encuentros disputados, relegan a los bianconeros a la segunda plaza del grupo, pero con dos partidos contra el Real Madrid en el horizonte, donde deberán "rascar" algo si quieren llegar con opciones en las dos últimas jornadas.
Como viene siendo habitual, la Juve de Conte de esta temporada ha perdido fortaleza defensiva, una de las claves de sus éxitos en las dos últimas temporadas. En las dos únicas llegadas a portería de Buffon en todo el partido, el Galatasaray de Mancini sacó petróleo.
En la primera, falló Bonucci al asistir de cabeza a Buffon, a los 19 minutos. El portero italiano intentó arrebatar el balón a Drogba en su salida, pero el costamarfileño, con un toque sutil dejó fuera de combate al número uno bianconero y remató a portería vacía.
La jugada del primer tanto, llegó precedida de un lanzamiento en profundidad de Felipe Melo. El brasileño regresó dos años después a la que un día fue su casa y aunque tuvo la presión del público local que nunca tuvo una buena conexión con él, cuajó un gran partido en el mediocampo.
Con el 0-1, la Juve siguió dominando la posesión y el juego, cosa habitual en todos sus partidos, pero sobre todo en la primera parte, los de Conte carecieron de remate. Quizás en parte, por la tempranera lesión de Vucinic a los 26 minutos, que tuvo que dejar su puesto a Fabio Quagliarella, que se convertiría en el mejor de los suyos, demostrando que Europa le gusta.
Suya fue la acción en la segunda mitad, que permitió a la Juve el empate. Minuto 78, Quagliarella se interna en el área y con un quiebro engaña a Amrabat que acaba cometiendo penalti. Lanza Arturo Vidal y enloquece el Juventus Stadium.
La Juve merecía el gol que llevaba resistiéndose todo el partido. Ya con Isla y Llorente en lugar de Lichtsteiner y Bonucci, los bianconeros consiguieron la remontada. Minuto 87, Pirlo coloca un balón sensacional al punto de penalti, donde aparece la cabeza de Quagliarella para batir a Muslera y sumar su segundo gol en esta edición de la Champions.
La proeza parecía ya un hecho, pero nada más sacar, el Galatasaray conseguía el empate definitivo. Balón colgado a la olla juventina, Drogba que gana en el salto a Chiellini peinando una asistencia que llega a los pies de Bulut, que totalmente libre de marca bate a Buffon.
Las insistencias locales finales fueron estériles y el marcador ya no se movió. La Juve mereció más pero pagó caro los errores defensivos, mientras que Mancini debutó con un punto que parece anestesiar la humillante derrota ante el Real Madrid en la primera jornada y vuelve a colocó a los turcos con opciones de meterse en octavos.