La ‘Vecchia Signora’ volvía a su feudo tras la derrota en el Santiago Bernabéu con polémica en tierras italianas y tras dejar una imagen muy positiva hasta la expulsión de Chiellini. Con una dupla Tévez-Llorente que pareció convencer a Conte dado que ante el Genoa repite ataque y tan solo hizo cambios en las alas con la inclusión de Asamoah e Isla. En los primeros compases del encuentro, el cuadro bianconeri demostró su potencial y superioridad contra un equipo genovés que notaba la ausencia de su capitán Diamanti. Fernando Llorente y Carlos Tévez trajeron de cabeza a la zaga visitante de manera constante y la sucesión de ocasiones fueron afianzando la figura de Perin. Pogba solo, tras un pase de Llorente excepcional, marraría la ocasión más clara hasta el disparo que se inventó Vidal desde fuera del área contra el larguero. Mientras que el ariete español se encontró en el área chica con un balón que solo tuvo que empujar y que no se sabe bien como Perin pudo despejarlo. Posterior al disparo del centrocampista chileno llegaría un testarazo de Chiellini rozando el larguero tras un centro de esquina de Pirlo maravilloso.
El empuje local era plausible y podría intuirse que el tanto Juventino era cuestión de tiempo. La presión sometida sobre la salida de balón del equipo genovés y la claridad combinativa en fase ofensiva no hacía más que declarar una injusticia en el marcador rápidamente enmendada. Un penalti discutible sobre Asamoah lo transformaría Vidal cuando se cumplía el ecuador de la primera mitad. El Genoa salió de su campo y el Juventus pronto respondería con un contragolpe magnífico lanzado con un pase profundo de Vidal sobre la carrera de Tévez, quien daría un pase al interior del área de penal a Pirlo para que parase al mundo. A todos, excepto a un hombre (Perin) que parecía crecer a medida que su equipo decaía. La intensidad del cuadro de Conte era más que visible y palpable, así se vio en un robo de Pogba dentro del área que le concedió al medio francés su tercera ocasión clara sin concretar tampoco esta última y cruzando demasiado el balón.
Tévez cerró el partido y la exhibición bianconera
Un pequeño oasis de llegadas sobre el área del equipo dirigido por Gasperini acabaría con un pase de Asamoah desde línea de fondo a Tévez. Con una protección excelsa dejaría atrás a un zaguero y con una fijación sobre su disparo para terminar recortando, dejó a otro. Únicamente le quedó Perin, y este no pudo hacer nada ante la definición del argentino. 35 minutos llevaba el encuentro y la sensación de que la ‘Vecchia Signora’ estaba muy viva y portaba la mejor media hora de la temporada. Llorente se atrevía con cabalgadas por banda cual extremo puro para ponerle centro a Tévez, que mataba el balón con el pecho para combinar con los chilenos del perfil diestro bianconeri antes de recibir en la frontal y disparar arriba. Todos hacían de todo y, generalmente, bien. El Genoa, maniatado e incapaz era espectador de lujo de una exhibición juventina que disminuyó la percepción temporal de manera exponencial.
Tras el paso por los vestuarios Gasperini dejó a Antonelli fuera para dar entrada a Fetzfatzidis, aunque poco cambió en el terreno de juego en cuanto a dominio. El partido continuaba siendo Juventino, aunque sí con menor empaque en sus llegadas y cantidad productiva de ocasiones sobre la meta de Perin. Arribadas al área a cuentagotas sin demasiado trabajo para el meta que se convirtió en la primera parte en el mejor de su equipo. Quizás la más peligrosa del cuadro turinés sería fruto de un disparo de Llorente con la izquierda desde la frontal que se marchó rozando el larguero.
Apenas quedaba un cuarto de hora de partido en ese momento, y Conte comenzaba a dar algo de aire a una escuadra bianconeri que se había desfondado en su trabajo. El propio delantero riojano dejaba su lugar a Giovinco, ovacionado y con los tifosi juventinos coreando su nombre, después de concretar un muy buen partido pese a no disponer de demasiadas ocasiones. El ritmo bajo del segundo tiempo continuaba siendo la tónica predominante como principal hecho para evitar que el gol pudiese llegar. De hecho el conteo de minutos pasaba mucho más lento que durante los primeros cuarenta y cinco minutos. Con una victoria definida en favor de los de Conte, el Genoa ni siquiera veía posible una remontada dada la superioridad mostrada durante el primer tiempo.