La Fiorentina llegaba al encuentro en racha. La semana pasada vencía a uno de los claros aspirantes al campeonato, la Juventus de Antonio Conte, de una manera épica. Parece ser que los violas empiezan a entonarse y no tienen otra cosa en mente que clasificarse esta temporada para la Liga de Campeones, competición en la que lleva desde 2008 sin participar.
El Chievo arribaba al encuentro en situación crítica, penultimo con tan solo una victoria en su casillero. Realmente el equipo de Verona está acostumbrado a moverse en esta zona, aguas turbulentas, rozando el descenso, es un equipo muy competitivo y acaba salvandose cada temporada.
Sopresa inicial
El Chievo entró al terreno de juego con mucha intensidad, sabiendo que tiene que hacer de su estadio la clave para permanecer otro año más en la máxima categoría italiana. Y empezó marcando. Dramè centraba desde el lado iquierdo y Bostjan Cesar, jugador importantísimo para el equipo, remataba a placer de cabeza poniendo el balón en las mallas. El zaguero de 31 años es un jugador clave en el esquema de Di Carlo. Este gol hizo daño al equipo toscano, que tardó varios minutos en reaccionar.
Este fue el peor tramo del partido, el Chievo Verona atacaba más pero no conseguía crear peligro, cabe añadir que el registro goleador de los gialloblús es el segundo peor del campeonato, unicamente por delante del Catania. La Fiore empezó a despertar los últimos cinco minutos antes del descanso. Cuadrado estaba hoy muy inspirado y combinaba con facilidad con la línea de atrás Borja Valero- Aquilani-Joaquín. El gol llegó en una contra, Rossi cambia de juego a Cuadrado que con un control orientado se encara hacia el área, recorta a la perfección y envía el balón al palo largo con un gran golpeo con el interior. Y con esto los dos equipos se dirigian a los vestuarios.
Se impone la lógica
La segunda parte fue entretenida, con muchas ocasiones y ritmo. El Chievo desplegó un fútbol realmente vistoso hasta que encajó el segundo gol de Cuadrado, entonces bajó los brazos. Estos primeros minutos veíamos ataques muy dinámicos, Thereau y Paloschi se desmarcaban bien arriba, y recibían buenos balones de Bentivoglio; por el otro lado Cuadrado y Rossi, que hoy no estaría tan acertado de cara a puerta como nos viene demostrando este inicio de campeonato, creaban peligro arriba.
En el 51', Clayton corta de manera providencial una internada del colombiano. El gol, minuto 64, llegaría en una jugada un tanto embarullada, Cuadrado inicia la jugada percutiendo por banda derecha, el pase al centro hacia Aquilani se queda corto, la defensa veronesa intenta despejar el esférico, y el rebote llega a los pies de Cuadrado que se planta solo delante Puggioni y define a la perfección.
A partir de este momento el partido bajó en intensidad con ataques estériles de los locales que no acababan de crear peligro, cabe decir que la defensa viola estuvo muy bien esta segunda mitad. El Chievo lo probó mucho mediante centros lejanos, que Gonzalo y Savic despejaron con soltura. La ocasión para sentenciar el partido la tuvo de nuevo Cuadrado omnipresente hoy, en el tiempo de descuento, pero Puggioni esta vez pudo despejar.
Sumando el resultado de hoy, la escuadra de Vincenzo Montella sólo suma una derrota de las nueve jornadas que llevamos disputadas. La parroquia de Firenze ve posibilidades de entrar en Liga de Campeones este año, dado que el Inter no pasa por su mejor momento actualmente. Su delantero Giusseppe Rossi seguirá durmiendo hoy en el primer puesto de tabla de goleadores con 8 tantos.
El Chievo Verona por su parte, al final de esta jornada se encontrará en posición de farolillo rojo. No es aun preocupante su situación ya que el equipo veronés está acostumbrado a moverse en puestos bajos y a coquetear con el descenso, y solo van 9 jornadas de campeonato, pero tiene que mejorar sobre todo en el aspecto ofensivo ya que no se nutre de buenos balones a Paloschi y Theréau.