No era un partido fácil para el actual campeón de Italia, viendo las ausencias sufridas esta semana, que enviaban a la enfermería a Giovinco, Isla y Barzagli, que se sumaban a los sancionados Ogbonna y Bonucci y al todavía convaleciente Lichtsteiner.

Las selecciones volvieron a cobrarse víctimas y Conte se vio obligado a alinear a Vidal en el trío central junto a Cáceres y Chiellini. El chileno no le falló y hizo el papel de Bonucci de manera más que eficaz.

Con la ausencia del chileno en la medular, Conte pudo sacar todo el reperterio en el centro del campo, con Marchisio, Pogba y Pirlo, secundados por Padoin y Asamoah en las bandas.

La Juve se marchó al descanso con empate en el marcador y habiendo dominado en todas las facetas del juego, aunque sin crear excesivo peligro a la portería de Bardi.

El Livorno mantenía sus líneas muy juntas, y esperaba agazapado alguna contra que pudiera sorprender el festivo Buffon, que pudo celebrar con victoria y sin pasar apuros su partido número 500 en Serie A.

La Juve viendo las complicaciones para pasar por la telaraña defensiva del Livorno, empezó a buscar a Llorente con centros altos en busca del remate del delantero español, siendo muy incisivo el papel de Padoin y Asamoah que constantemente llegaban arriba.

Tras la reanudación, el Livorno estiró un poco más las líneas y con Emeghara y Siligardi, hizo algún amago más de peligrosidad, pero Buffon no tuvo que emplearse, ya que los escasos ataques locales, morían en las botas de Vidal o Chiellini, que se enfrentó a su ex equipo con mucha intensidad, algo que no gustó a su antigua afición.

Pero al final, tanta insistencia acabó teniendo premio para la Juve en forma de gol. A los 62 minutos, un contraataque desembocó en la rotura del cero: apertura a la derecha, centro preciso de Paul Pogba y gran definición, de primera, de Llorente, que enviaba el balón a la escuadra.

Después del tanto, la 'Vecchia Signora' creció en el control de la pelota y, a falta de un cuarto de hora para el final, liquidó el partido. Llorente bajó un balón de Pogba dentro del área y tras aguantarlo ante el acoso de dos defensas, se la cedió a Tévez que, de derecha, la acomodó abajo contra el poste derecho de Bardi. Gran definición del delantero argentino para sentenciar el encuentro.

Tras los goles, Llorente y Tevez fueron reemplazados por Vucinic y Quagliarella y el partido pudo tener algún gol más, si no hubiera sido por el palo que impidió que un auto remate en propia puerta de Rinaudo, se estrellase contra la madera.

Decisiva resultó la aportación de Llorente al encuentro, como también la de un Asamoah que estuvo imperial por su banda, defendiendo y atacando a partes iguales. El ghanés vio una cartulina amarilla que le impedirá medirse al Udinese, su ex equipo, la próxima semana.

Los bianconeros ya piensan en el choque decisivo del miércoles ante el Copenhague, donde se juegan la vida en Champions, pero hoy dejaron los deberes hechos, con un triunfo que les da el liderato y que mete presión a una Roma que jugará mañana ante el Cagliari con la única premisa de neutralizar esos dos puntos de desventaja con la Juventus.