El partido ante el Bolonia no se presuponía fácil sobre el papel, con un equipo complicado para jugar como visitante, con una afición hostil, como así demostró con la llegada del equipo juventino en autocar (piedras, puñetazos y patadas recibieron al campeón de Italia) y con el partido de la temporada ante el Galatasaray el martes, en la mente de todo el pópulo bianconero.
Si a todo esto se le suma que el timón del equipo líder del Calcio, Andrea Pirlo, se encuentra lesionado, todos los malos presagios parecen acechar al equipo de Conte, pero la Juve está de dulce y consigue salir airosa de todos los obstáculos que se le cruzan por el camino.
Con las bajas del mencionado Pirlo y de Giovinco, sumando las suplencias de piezas importantes como Tevez, Lichtsteiner, Llorente, Bonucci o Asamoah, la Juve demostró que tiene fondo de armario. Vucinic y Quagliarella salieron de inicio para culminar los ataques elaborados de Vidal, Marchisio y Pogba en la medular.
El tridente defensivo que formó por delante de Buffon, fue el compuesto por Chiellini, Barzagli y Ogbonna. Los dos primeros rindieron de manera notable como viene siendo habitual, mientras que el ex jugador del Torino, mostró algunas carencias a la hora de posicionarse, pero fue asentándose con el paso de los minutos.
En los laterales, Isla estuvo mucho más activo en la primera parte, actuando por banda derecha y algo más centrado en defender en la segunda, mientras que por las botas de Peluso en banda izquierda, llegó el primer gol visitante.
Un centro del ex jugador del Atalanta, fue rematado con un fuerte disparo en el segundo palo por Arturo Vidal a los 12 minutos. El tanto hacía justicia a lo que venían siendo los primeros minutos, dominio visitante y el Bolonia muy agrupado atrás, buscando siempre a Diamanti.
Por los pies del capitán boloñés, pasaron todas y cada una de las acciones ofensivas de los locales. Sin duda fue el jugador más incisivo de su equipo y evidenció que cuando está al 100% es imparable, aunque la resistencia física sigue siendo su talón de aquiles.
A pocos minutos para llegar al descanso, Mirko Vucinic tuvo que dejar su sitio a Fernando Llorente. El delantero montenegrino se retiró lesionado, tras un choque con Kone y le hace ser duda para el choque del martes en Estambul.
Tras la reanudación y con la Juve mandando en el marcador, el control del juego fue claramente más bianconero, aunque cuando el Bolonia, o mejor dicho, Diamanti, se hacía con el balón, los niveles de posesión de balón se igualaban.
La Juve tuvo dos oportunidades claras para matar el partido, con Fernando Llorente, pero el delantero español no tuvo la suerte de las últimas jornadas y no pudo ver portería. Tevez y Asamoah entraron por un incisivo Quagliarella y por un Peluso que se jugó la segunda tarjeta amarilla y la Juve se hizo aún más duena y señor del partido.
Pioli, intentó sacar frescura con la entrada de Laxalt y Cristaldo, por dos fundidos Perez y Garics, pero apareció la figura de Chiellini en un lanzamiento de esquina en el último minuto para cerrar el partido con un gran testarazo desde el primer palo.
La Juve, a la espera de que jueguen Roma y Nápoles, se escapa a seis y nueve puntos respectivamente de sus perseguidores y se concentra ya de pleno en el desafío europeo del martes, donde le esperará un infierno. Bolonia ya es historia, el Galatasaray es la clave para el futuro.