El AC Milan ha comunicado oficialmente la destitución de Massimiliano Allegri como técnico del club tras tres años y medio en el banquillo rossonero. La mala clasificación del equipo en la Serie A, donde se encuentra más cerca del descenso que de la zona europea, y los pocos síntomas de recuperación han pesado más que el hecho de ser el único club italiano en los octavos de final de la Liga de Campeones, donde se enfrentará al Atlético de Madrid.

Ubicado en la decimoprimera posición de la tabla, con 22 puntos en 19 jornadas y con sólo cinco victorias, y a 30 puntos del liderato y sólo seis sobre la zona de descenso, las altas instancias del club, encabezadas por Galliani y Barbara Berlusconi, han decidido adelantar lo que parecía una decisión tomada para el final de la temporada. El partido de ayer ante el Sassuolo, que el Milan perdió tras ir ganando por 0-2 al cuarto de hora y en el que Berardi se lució con cuatro goles, ha sido determinante para tal medida.

Mauro Tassotti será el encargado de asumir el puesto de forma interina a la espera de la contratación de un nuevo técnico, que parece será exjugador del club y novato en los banquillos del fútbol profesional: por una parte suena Filippo Inzaghi, técnico de los juveniles, y por otra Clarence Seedorf, por petición expresa de Silvio Berlusconi, que aún se encuentra en activo en el fútbol brasileño donde viste la camiseta del Botafogo.

Una etapa agridulce y de dificultades

Una liga y un Supercopa de Italia, ambas en su primera temporada, ha sido el palmarés que Allegri ha contribuido a engrosar en las vitrinas del club lombardo. Un segundo puesto y un tercero fueron las posiciones que el equipo ocupó en los dos últimos años, pero este año llevaba el camino del descalabro. El técnico de Livorno no ha vivido una etapa fácil del club rossonero, en la que el Milan se ha visto obligado al reajuste económico y a vender a algunas de sus mejores piezas, sin embargo, este año parece evidente que el equipo está rindiendo por debajo de sus posibilidades y en Milanello han decidido que un cambio en el banquillo es la medida a tomar para enderezar el rumbo de la nave milanista.