El Milan de Pippo Inzaghi ya contaba con refuerzos en todas su zonas, pero ciertamente hacía falta potenciar la medular con jugadores creativos que fueran capaces de dar salida y encontrar espacios para los jugadores de ataque.
Con Stephan El Shaarawy nuevamente como protagonista luego de la venta de Balotelli, y con Honda y Ménez como acompañantes, el Milan cuenta con jugadores de mucha velocidad y dinámica capaces de hacer mucho daño en el contraataque. Quedó demostrado el fin de semana en la victoria de 3-1 ante Lazio.
El ataque dejó buenas sensaciones, pero no tanto así el medio sector, el cual no supo administrar la ventaja ni controlar el balón. La Lazio presionó y quitó con facilidad el esférico durante la mayor parte del segundo tiemplo. Inzaghi tuvo que colocar a jugadores de corte defensivo como Essien, De Jong y Muntari para intentar controlar el partido. Solo Andrea Poli quedaba como una opción con salida y control, pero también le costaba.
Estaba claro que se necesitaba con urgencia jugadores que supiesen aguantar el balón en la victoria y que también aportaran ideas y ritmo de juego cuando se necesitase ir al frente.
Van Ginkel, típico mediocentro holandés
El ex del Vitesse tiene todas las características clásicas de un mediocentro holandés: mucha técnica y recorrido, acompañado de un buen juego aéreo. Su contratación se anunciaba en medio del partido del fin de semana y caía como anillo al dedo ante la falta de ideas que podría sufrir 'Il diavolo' durante la temporada.
Van Ginkel (21) deberá demostrar que se encuentra totalmente recuperado de la lesión de rotura de ligamentos cruzados que sufrió en la pasada campaña y que solo le permitió disputar dos partidos con el Chelsea.
Giacomo Bonaventura, la Chispa que hacía falta
Proveniente de las divisiones inferiores del Atalanta, una de las mejores canteras de Italia, 'Jack' llega para aportar ese último pase que le hacía falta a éste Milan. Con características netamente creativas, Bonavenura llega para ocupar el espacio dejado por las idas de Kaká y Taarabt como generadores de juego.
Los tifosi milanistas habrán sonreído cuando supieron que en vez de Biabiany llegaba el '10' del Atalanta, casi birlándoselo a su máximo rival y encima por la módica suma de siete millones de Euros.
¿La solución estaba en Casa?
Si hay algo que puede dar un sabor amargo a éste fin de mercado milanista fue la venta de Bryan Cristante al Benfica por 6 millones de euros. El Milan perdió a uno de sus mejores talentos y muchas podrán decir que tranquilamente se pudo haber dado la oportunidad a un jugador producto de la cantera.
Las urgencias en las cuales se ve atrapado el club rossoneri debido a la pésima campaña realizada durante el anterior curso no permiten que se pruebe con jóvenes talentosos pero con poca experiencia en primera división. Los resultados deben llegar inmediatamente y Pippo sabe que no hay tiempo para improvisaciones.