A solo un asalto de cerrar el año de manera impoluta. Así ha dejado la Sampdoria a la Juventus tras su empate en Turín. 25 partidos después, las gradas del Juventus Stadium han vuelto a ver tropezar al conjunto bianconero. 25 encuentros de Serie A que habían hecho de este 2014 un año de oro para la Juventus como local, pues en todos ellos los tres puntos acabaron en casa. 

Los de Allegri saltaron al terreno de juego con más intensidad de la que se le recuerda en estos días, con el objetivo de echar por tierra cuanto antes la moral de un equipo en continuo crecimiento. La Sampdoria de Mihajlovic se encuentra aun explorando sus límites. Unos límites que estuvo a punto de descubrir durante el primer tiempo de Turín, en el que la agresividad de los locales casi acaba con la ambición de los genoveses. 

Massimiliano Allegri hizo una pequeña revolución en su once inicial para situar a Morata en la punta de ataque, en detrimento de Llorente. El técnico toscano había pedido mayor motivación al delantero madrileño y eso mismo pareció querer demostrar el ex del Madrid, pues sus primeros 20 minutos en campo fueron como un terremoto. 

Hasta tres ocasiones tuvo Álvaro Morata para abrir el marcador, una de ellas finalizó en las manos de Romero, mientras que los otros dos balones acabaron en las nubes, culpa, principalmente, de la ansiedad del atacante. 

El vendaval desatado por la Juventus tuvo su recompensa en el 12'. Un saque de esquina lanzado por Claudio Marchisio encontró en Evra un rematador improvisado. El francés, lejos ya de sus años dorados en el Manchester United, sorprendió a la defensa de la Samp llegando al área desde atrás, sin marcador alguno. Un gol de bellísima factura que devolvió momentáneamente a la gloria al ex de los Red Devils en una temporada que está siendo más que discreta para él. 

Por paradójico que parezca, los de Allegri empezaron a perder la ventaja tras adelantarse en el luminoso. El conjunto bianconero bajó sus revoluciones con el gol, y la Sampdoria aprovechó el bajón para empezar a reconocerse en el juego. Aun así, la 'Juve' gozó de una clarísima oportunidad para poner tierra de por medio con un disparo lejano de Marchisio que Romero atajó in extremis. 

Una revolución con nombre propio

El partido se fue al descanso con el 1-0 a favor de los locales, y la Sampdoria al alza. Después del paso por vestuarios, Mihajlovic dio el empujón definitivo a los suyos con la entrada en el campo de Gabbiadini. El jovencísimo atacante italiano expuso en el Juventus Stadium las razones por las que media Italia se pelea por él. Su aportación permitió a la Sampdoria dar el salto de cualidad definitivo en el encuentro, llegando con mucha más facilidad.

Gabbiadini, a punto de convertirse en jugador del Napoli, avisó en dos ocasiones antes de dar el golpe definitivo en el marcador en el 51'. El atacante lombardo fue el encargado de finalizar una buena jugada de los hombres de ataque de la 'Samp' con un gran disparo escorado desde el borde del área juventina. Suyo también fue el tiro que obligó a Buffon a invocar a su ángel de la guarda, ese que aparece en los momentos de mayor dificultad. De no ser por él, el equipo presidido por el excéntrico Ferrero se habría llevado a Génova los tres puntos. Pero esto no es una historia de lo que pudo ser, sino de lo que fue. 

Y lo que sucedió fue que desde el empate, todo fue rodado para la Sampdoria, que no sufrió ningún sobresalto de ahí al final del partido. La Juventus se gustó tanto en el primer tiempo, que acabó pecando de la soberbia propia del que se siente superior. Porque puede que lo sea, sí, pero hoy en día no se puede infravalorar al conjunto genovés, sorpresa de esta temporada en la Serie A.

Un tiempo para cada equipo, y un punto para cada uno. Porque a veces, que no siempre, el fútbol es justo. Porque la Sampdoria merece estar donde se encuentra, en la lucha por los puestos de Champions; y porque la Juventus, jugó con fuego y se acabó quemando. Los bianconeri seguirán primeros en la Serie A pase lo que pase esta jornada, pero ¡ojo!, la Roma se acerca...

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