Llegando al ecuador de esta temporada en la Serie A, hay un acontecimiento en la memoria de los aficionados al fútbol italiano que marcó un hito en la historia de este campeonato. Tres décadas se cumplen esta temporada desde que un equipo consiguió su primer y hasta el momento único. Ese equipo es el Hellas Verona. Ahora, este conjunto de la ciudad de Verona ha vuelto a ser reconocido dentro del fútbol italiano desde su ascenso hace algunas temporadas.

Pero desde que consiguió el campeonato liguero, el Hellas ha vivido muchos años en el ostracismo vagando por las divisiones inferiores hasta que ha vuelto al lugar que se merece. Volviendo al pasado, el campeonato italiano siempre ha estado dominado por los grandes clubes del país. Juventus, Inter de Milán, Milan, Roma y Lazio han sido los dueños y señores de los 'scudettos'. Pocos equipos han superado a estos titanes para ganar algún que otro campeonato en la historia reciente del fútbol italiano. El Nápoles de Maradona, la Sampdoria de Mancini y cómo no, el Hellas Verona.

La serie A era la mejor liga del mundo

En la temporada en la que el Hellas quedó campeón de liga, la Serie A no estaba al nivel que se presenta en la actualidad. Por aquel entonces, era considerada la mejor liga del fútbol europeo. Los mejores futbolistas del mundo disputaban el campeonato. Por poner algunos ejemplos: en la Juventus estaban Platini, Boniek o Rossi. En la Fiorentina Sócrates y Passarella. Zico se encontraba en el Udinese. Falcao, Cerezo y Conti en la Roma. En el Inter estaban Altobelli y Rummenigge, Serena en el Torino, Baresi en el Milan y Maradona en el Nápoles. Un cartel de lujo para un campeonato que tenía varios candidatos al título.

Solo se podía tener a dos extranjeros por equipo

Eljkaer | Foto: wikipedia.com

Para el Hellas eso era una utopía. Un equipo que tres años antes había conseguido su ascenso a la máxima categoría y que solo había disputado alguna que otra final de copa. Para conseguir tal éxito, el conjunto de Verona decidió barrer para casa. De director deportivo se encontraba el máximo goleador de la historia del club, Emiliano Mascetti. De entrenador estaba Osvaldo Bagnoli. Esta relación fue el detonante que hiciera que este equipo carburara desde principio a fin. El equipo estaba formado por jóvenes jugadores que necesitaban foguearse y tener minutos para tener un escaparate en una liga de tanto nivel. Para dar un salto de calidad. El que se pensó en primera opción fue un tal Löthar Matthäus. Dada su dificultad, el que llegó al equipo fue Hans-Peter Briegel, internacional con Alemania. En aquella época solo se permitían tener dos extranjeros por equipo en la Serie A. Para completar esa norma, el Hellas decidió incorporar a Preben Elkjaer.

Once titular del Hellas Verona

Foto: alvarolamela.blogspot.com

El inicio liguero de los veroneses no lo habría firmado ni el mejor optimista del mundo. En las primeras cinco jornadas, consiguieron cuatro victorias y un empate. Dos de esas victorias fue ante el Nápoles, con el estreno liguero de Maradona, y ante la Juventus de Platini. El empate fue ante el Inter de Milán. Esos resultados hicieron que el Hellas alcanzara la primera plaza de la clasificación liguera y no la abandonó en toda la temporada. Lejos de titubear y sentirse nervioso ante la persecución del Inter y el Torino y el ocupar posiciones tan altas, los gialloblu consiguieron mantener el tipo y solo tuvieron un momento de dificultad en liga. Fue con una derrota ante el Avellino que casi les cuesta el liderato.

Cuando se vio que verdaderamente el Hellas iba enserio fue en la segunda vuelta del campeonato. Una victoria sufrida ante el Udinese, dos empates ante Inter y Juventus respectivamente y una cómoda victoria en Florencia, hizo ver al resto de equipos que la posición que ocupaba el conjunto de Verona no era mera casualidad. Lo que si fue un duro golpe fue una derrota ante el Torino en terreno turinés. Eso no lo aprovecharon los perseguidores y el scudetto estaba más cerca que nunca.

Invasión en Bérgamo

Bérgamo acogería la mayor fiesta del fútbol italiano de los últimos tiempos. El Hellas podía salir campeón de Italia en su partido ante el Atalanta y los aficionados no perdieron la oportunidad. Se desplazaron desde Verona a Bérgamo alrededor de 120 autobuses y unos diez mil aficionados. La grada era de color amarillo y azul.

La contienda no se presentó como un paseo ya que el conjunto local estaba haciendo su mejor campaña en la Serie A hasta la fecha. Todos los éxitos se consiguen con cierto sufrimiento. El Atalanta se adelantó primero en el partido. Parecía que no sería en esa ciudad donde el Hellas conseguiría su título pero Eljkaer igualó el partido. Como a ambos equipos les beneficiaba el resultado, en el aire se firmó un pacto de no agresión y las gradas eran una fiesta por parte de las dos aficiones. Con el sonido del pitido final se entraba en la gloria. El Hellas Verona era campeón de liga y lograba su primer scudetto contra todo pronóstico.

El Hellas consiguió números de récord

Para que vean lo que consiguió el Hellas en esa temporada se muestran los números que logró: Fue líder durante todo el campeonato. Solo perdió dos partidos en toda la liga, frente al Avellino y contra el Torino. Dejó en su casillero 42 goles a favor y 19 en contra en 30 partidos. En aquella época solo había 16 equipos en la Serie A. de esos partidos, logró quince victorias, trece empates y dos derrotas. Terminó la liga con 43 puntos, cuatro más que el Torino, segundo clasificado.

El sueño solo duró una temporada

Ese sueño duró poco. A la temporada siguiente disputando la Copa de Europa, eliminó al PAOK de Salónica pero en la siguiente ronda, le tocó en el sorteo la vigente campeona de Europa, la Juventus de Turín. El Hellas caería en esa ronda y a raíz de ahí se esfumó el sueño de seguir creciendo.

Una temporada ha sido la que el Hellas Verona le disputó a los grandes el reinado de Italia y consiguió arrebatárselo. Verona tocó el cielo y lo disfrutó todo el tiempo que pudo.