Un ligera llovizna caía sobre el estadio Olímpico de Roma, que dos días atrás albergó el partido que podía decidir el Scudetto (Roma 1-1 Juventus), para volver a abrir sus puertas para el primer partido de la semifinal de la Coppa de Italia, única ronda de la competición que se juega a doble partido.
El respeto que Pioli y Benítez tenían por el partido se vio evidente en las alineaciones, donde tan solo los guardametas eran suplentes. El equipo de la Campania salía sin uno de sus hombres estrellas, eslovaco Hamsik, que descansó debido a su importancia dentro del plantel, que está reduciendo su ventaja con la Roma considerablemente en las últimas jornadas de la Serie A. Pioli, por su parte, salía al terreno de juego con Berisha y diez más, titulares todos.
El partido comenzó con claro dominio lacial. Parolo era capaz de dar superioridad en el centro a los suyos y Klose, arriba, incordió a los defensores napolitanos casi desde un principio, a pesar de su soledad. Tanto fue así que Candreva, antes del minuto diez de encuentro, puso un centro medido para el ariete bávaro, que golpeó el palo en su remate con la testa. Era el primer aviso de la Lazio, y el primero del alemán.
Si el juego de la Lazio estaba monopolizado en Klose, en el del Nápoles sucedía lo mismo con Higuaín. El Pipita es pieza clave en el esquema de Benítez y el primer disparo de los del sur llegó gracias al argentino, que obligó a Berisha a estirarse, pues hasta ahora (casi media hora de encuentro), había sido un simple espectador más. Poco después del primer disparo napolitano, llegó la mejor ocasión para los de Rafa Benítez en lo que iba de partido. Berisha, con una parada prodigiosa en el mano a mano cn Higuaín, evita el primer tanto visitante. La Lazio empezaba a pasarlo mal.
La soledad de Klose arriba le pasó factura a la Lazio, que veía como Parolo y Biglia no podían contrarrestar el trabajo de De Guzmán y David López. El conjunto de la capital necesitaba de uno de los jugadores revelaciones del calcio este año, Felipe Anderson. El brasileño, en una conducción magnífica, envió un pase en profundidad a Klose, que en carrera cruzó la bola ante la mirada de Andújar. Era el 1-0 y el primer tanto de la eliminatoria. Los de Pioli golpearon cuando mejor estaba el Nápoles, que dudó durante varios minutos y casi les cuesta la eliminatoria. Al borde del descanso, Klose caza un balón aéreo que obliga a Andújar a realizar una espléndida parada. En la continuación de la jugada, Britos evitó el gol de Felipe Anderson bajo línea. El partido se iba al descanso.
Tras el intervalo, los napolitanos salieron al verde con otra cara. La bronca de Benítez tuvo que ser monumental porque nada más comenzar los segundos cuarenta y cinco minutos, David López, en un cabezazo, envía el balón al larguero. La Lazio quedaba avisada. La salida del Nápoles había sido fortísima y los locales no sabían cómo pararles. Un zapatazo del ex de la Sampdoria, Gabbiadini, obliga a Berisha a realizar una gran parada. Era la segunda gran ocasión del conjunto visitante en la segunda mitad. Y la Lazio seguía sin reaccionar.
Llega el empate
Todo esto sucedió en menos de diez minutos. Y tanto va el cántaro a la fuente que se rompió. Higuaín se llevó una pelota en velocidad, regateó a Bersisha y centró atrás, raso, para que el flamante fichaje de invierno empujara el esférico. Era el 1-1 y Gabbiadini ponía las tablas. Tras el empate visitante, poca fue la reacción de la Lazio, que tan soo dispuso deun tímido cabezazo de Klose que Andújar detuvo sin problemas.
Ambos equipos tuvieron miedo de arriesgar demasiados, aunque la bola la tuvo la Lazio, al que no le valía el empate. Todo lo contrario al Nápoles, que esperaba el paso de los minutos confiando en la fuerza de San Paolo con vistas al segundo asalto de la semifinal de la Coppa de Italia.