Sabía el Nápoles que si aún quería tener alguna opción de meterse en Champions , tenía que ganar en Cerdeña frente al Cagliari, era la última opción de los chicos de Benítez, no podían fallar. Por su parte el Cagliari, buscaba una victoria que le hiciera respirar, pero que no lo sacaría del descenso, tan solo acercarle un poco a la permanencia, que cada fin de semana se ve más complicada.
Buscaba el Nápoles cerrar la semana con una victoria, tras la conseguida el jueves frente al Wolfsburgo en Alemania. Benítez fiel a sus rotaciones, hizo varios cambios en el once titular. Salían los visitantes con la siguiente alineación: Andujar; Maggio, Albiol, Koulibaly, Strinic; Jorginho, Gargano; Callejon, Hamsik, Insigne; Higuain. Además, el equipo partenopeo salía al campo sabiendo que tanto Roma como Lazio no habían sido capaces de ganas sus respectivos partidos, por lo que este partido podía ser el último tren para jugar la Champions la temporada que viene.
Por su parte el Cagliari, ha vivido una semana bastante complicada, ya que los tiffosi se colaron en un entrenamiento y el propio Zeman reconoció que pasaron miedo. Si este partido era el último tren para el Nápoles para jugar la Champions; era el último para el Cagliari para lograr la permanencia, ya que Atalanta logró un empate en el Olímpico frente a la Roma. Con esto, Zeman alineaba a los siguientes jugadores: Brkic; Balzano, Rossettini, Ceppitelli, Avelar; Ekdal, Conti; Dessena, Farias, Sau y Mpoku.
Primeros minutos de dominio napolitano
Con todo esto salían los dos conjuntos al terreno de juego. Salió muy bien el Nápoles, presionando arriba, teniendo el balón y tocando con calma, algo no muy común en el equipo de Benítez. Llegaba el Nápoles pero le faltaba definir de cara a la portería de Brkic, en dos ocasiones tuvo el gol Higuaín, pero primero fue el portero del Cagliari y después un defensor los que evitaron el gol del ariete argentino.
Seguía atacando el Nápoles, aunque le faltaba efectividad en los últimos metros, hasta que en el minuto 23 un pase preciso de Hamsik dejaba solo a Callejón, y el motrileño no perdonó ante Brkic, anotando su decimoprimer gol de la temporada. El gol hacía justicia a lo visto hasta el momento en el terreno de juego.
La ocasión más clara del Cagliari fue en el saque de centro tras el gol del Nápoles, una buena combinación entre los atacantes de los locales, dejaron solo a Mpoku y Callejón salvaba a su equipo del empate. Tocaba el Nápoles con calma y al Cagliari le costaba mucho mantener la posesión. La tuvo Hamsik en el minuto 37 tras una buena contra pero Brkic evitaba el segundo de los visitantes.
Falta de reacción local
Se sentía muy cómodo el Nápoles. Tenía un poco más la posesión el Cagliari, y tanto Callejón como Insigne salían como balas en busca de la portería rival. Lo intentaban los locales, pero sin precisión en los pases, y el Nápoles buscaba el segundo, que no tardaría en marcar.
Lo logró antes del descanso. Un centro desde la derecha de Hamsik, que intentaba rematar Insigne, finalmente fue Balzano el que remató el balón metiéndolo en su propia portería. El Nápoles abría brecha en el marcador, dejando muy tocado al Cagliari para la segunda parte. De esta forma se marchaban los dos equipos al descanso, el Nápoles satisfecho por el resultado, y sabiendo que con efectividad podía dejar el partido sentenciado. La otra cara de la moneda, el Cagliari, sabía que tendría que mejorar mucho si quería sacar un resultado positivo del encuentro.
Con la segunda parte llegó la sentencia
Empezaba a hacer cambios Benítez debido a la carga de partidos de sus jugadores. Movió ficha y sacó a Gabbiadini, el ex jugador de la Sampdoria no tardó en agraciar a su jugador. A los cinco minutos de estar sobre el césped, encontró espacio y con un toque sutil desde fuera del área batía al cancerbero con su pierna izquierda.
A los 65 minutos, una entrada a destiempo de Maggio le costaba la segunda tarjeta amarilla, lo que conllevaba su expulsión y le daba algo de emoción al partido, aunque la distancia entre los dos equipos ya era de tres goles. Aunque el Cagliari iba a buscar la heroica.
Tenía más el balón el Cagliari desde la expulsión del lateral derecho del Nápoles, pero sus posesiones no tenían peligro, centros laterales que eran despejados por la defensa napolitana o los remates de los delanteros locales no eran precisos. Con la expulsión de Maggio, el sistema del Nápoles fue un 4-4-1 intentando cerrar espacios. Se quedaba sin ideas el Nápoles que solo quería que pasaran los minutos.
Lo intentó el Cagliari de forma desesperada, pero no logró el gol que los metiera en el partido. Con esta victoria el Nápoles logra una victoria lejos del San Paolo tras cuatro derrotas consecutivas, mientras que el Cagliari sigue con su mala racha de cuatro partidos consecutivos perdiendo. En la próxima jornada, el Nápoles recibirá en su feudo a la Sampdoria, y el Cagliari ira a Florencia para enfrentarse a la Fiorentina.