Con la vitola de ser uno de los partidos de más sana rivalidad que se juegan en Portugal, el derbi minhoto entre Sporting de Braga y Vitória de Guimarães fue un partido que aunque careció de vistosidad, tuvo gran carga emocional. Era el cuarto partido de la temporada entre estos equipos, que aunque pelean por diferentes objetivos y no disponen precisamente de plantillas similares, sí parten desde el inicio de este tipo de choques desde la igualdad más absoluta.
Con la baja de última hora de Sasso, Peseiro hizo debutar a Mauro, que notó el salto que existe desde el filial a la Primeira Liga y no estuvo demasiado participativo. Un Vitória demasiado respetuoso propició que el Sporting de Braga saliera en tromba y dispusiera de ocasiones claras en los primeros minutos, aunque no fueron fruto del buen juego. João Pedro, ya en el primer minuto, se encontró con Douglas en un remate a bocajarro tras un gran centro de Alan. Mossoró, que no parecía encontrarse cómodo en su posición natural, se escoraba hacia el lado derecho, aprovechando que João Pedro prefería moverse al espacio y no tanto venir a recibir en corto. Con más empeño que acierto, el equipo de Peseiro apenas dejaba tener la pelota a un tímido Vitória, que cuando disponía del balón intentaba con criterio crear jugadas peligrosas por la banda o buscando en largo al escurridizo Soudani.
Numerosa presencia de White Angels, los ultras del Vitória.
Alan, por la banda izquierda, creaba muchos problemas a Kanú, apurando hasta la línea de fondo y poniendo centros peligrosos al área que en último término nadie llegaba a rematar. Hasta que Éder apareció en el punto de penalti para rematar al fondo de la portería un magnífico centro de Hugo Viana. Corría el minuto 43 y el Sporting conseguía desatascar un partido que el Vitória se había encargado de enfriar. Douglas, que estaba atajando todas las tentativas locales, se vio sorprendido por el gran remate picado del guineano, que adelantaba a su equipo justo antes del descanso.
Tras el receso, Soudani comenzó con prisas por lograr el empate. Tras un pase de Tiago Rodrigues, el argelino se plantaba solo ante la portería rival pero Quim achica bien y manda el remate a córner. Era la ocasión más clara hasta el momento para los de Guimarães. Apenas unos minutos después, un error en el blocaje de Quim no fue aprovechado por Soudani, que se encontró el balón y no supo colocarlo dentro de la portería. El Sporting, temeroso de ceder la ventaja, se vino inconscientemente atrás.
Vinícius marcaba el 2-0 a la salida de un córner
Sin embargo, cuando más atrevido parecía el Vitória, un gol de Vinícius a la salida de un córner otorgaba una ventaja mayor de lo que el Sporting esperaba tras la arrolladora salida del equipo vimaranense en la segunda parte. Tras el gol, Rui Vitória consideró que no podía demorar más la entrada de Baldé. El espigado delantero vino a sustituir a un impreciso Marco Matías, y le dio otro aire diferente al equipo en la posición de avançado. Y, de nuevo, cuando el Vitória volvía a estar más cerca de los dominios de Quim, Éder tras un control extraordinario a pase de João Pedro, establecía el 3-0 que a priori parecía definitivo.
El Vitória, sin alma, impreciso en la salida de balón y con el centro de campo desaparecido, consiguió contra pronóstico reponerse y marcar dos goles en tres minutos de la mano de Soudani y Oliveira. El del argelino, de una belleza excepcional, dotaba a los visitantes de una moral y una confianza que a punto estuvieron de llevarles hasta un inmerecido empate. Finalmente, el Sporting supo defender la renta y la cuarta posición, en la que seguirá una jornada más haga lo que haga el Paços en Lisboa frente al Benfica.