El Sporting confirma su madurez

Sobrio partido del nuevo líder de la Liga Zon Sagres, con otra goleada y nueva exhibición en ese apartado de Fredy Montero. Este Sporting presenta definitivamente su candidatura y partirá con la frescura que da no participar en Europa. Al Paços se le acabó haciendo muy largo el encuentro, aunque va mostrando una mejora importante respecto a la época de Costinha. (Foto: Sporting.pt)

El Sporting confirma su madurez
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Por Miguel G. Robayna

Cuando uno está en sus peores momentos aprende cosas y es consiente de ese proceso hasta el punto de poner todo ello en práctica. Lo difícil es salir del pozo y aún más es volver a comportarse como un grande sin dejar de aplicar aquellas lecciones de los malos momentos. El Sporting Clube de Portugal cayó en el barro en el comienzo de la temporada pasada, en el principio de 2013 renació como joven cachorrillo que apelaba a su apodo y cuando llegó el verano la mejora parecía que se detendría de golpe.

Jesualdo Ferreira confirmó su marcha y otro sería el que vendría. El elegido fue Leonardo Jardim, un entrenador que está devolviendo al fútbol clásico un lugar importante desde la Liga Zon Sagres. Juego práctico, de bandas y sin complicaciones. Como guinda de lo que presentaba esta temporada el Sporting de Leonardo traía una premisa fundamental: no olvidar el pasado reciente. Una doctrina humilde que en el arranque del segundo tercio de temporada coloca a los ‘leones’ en la primera posición de la tabla.

Primero como un modesto

Porque este Sporting comenzó su encuentro contra el Paços de Ferreira intentando mandar como un equipo importante y acabó por asestar el primer golpe como dicta una de esas leyes no escritas del balompié. Otra vez los de Alvalade aprovecharon un balón parado para anotar. Esta vez un córner al segundo palo fue aprovechado por William para adelantar al conjunto blanquiverde, fue una jugada ensayada que indicaba que el esférico iría a la corta y la defensa pacense se tragó entero.

El Paços trató de plantar cara Un cuarto de hora de partido que todavía no tenía dueño, pero que el Sporting había puesto ya de su lado con un tipo de jugada que los equipos más modestos deben dominar. Por delante quedaban 75 minutos que confirmarían la vuelta del ‘león’ entre los grandes lusos. En lo que no fue la mejor exhibición de la temporada, los ‘adeptos’ del Alvalade XXI disfrutaron de otra goleada que llegaría a través de la paciencia primero y de la sed de sangre después.

El Paços trató de plantar cara y aguantó hasta después del descanso, pero también cabe recordar al conjunto ahora dirigido por Henrique Calisto que el objetivo de esto es poner la pelota dentro de la meta rival. O tal vez ahí está el mérito local, que consigue hacer estéril la posesión rival pese a ellos no tener presencia en el otro extremo del campo. La realidad del conjunto del encuentro es que la situación de mayor peligro que sufrió Rui Patrício se produjo en los minutos finales con un disparo de Caetano desde la frontal.

Llegar para golpear como un grande

Y es que desde el gol que abrió el marcador el Sporting se dedicó a esperar su momento para cerrar el partido, sin arriesgar lo más mínimo atrás, cubriendo su retaguardia y atacado siempre desde las bandas. Así el encuentro derivó en una pequeña “batalla” en el centro del campo que no se concretaba en oportunidades reales en ninguna de las dos áreas. Fueron pasando los minutos y el cuadro local no se descomponía sabedor de su ventaja en el marcador, mientras el Paços trataba de seguir en su crecimiento tras el esperpento realizado en el inicio de temporada.

En esas se andaba cuando el Sporting trazó una nueva jugada por la banda que culminó con el balón en los pies de Carrillo y este acabe cediéndolo a Montero. El delantero se reconcilió con el gol en un remate en semifallo y que ponía medio partido a salvo para los sportinguistas. Hacía mucho que no se creaba peligro en las áreas y mostraba que los locales también tenían alma de grande. Llegar para marcar.

Ahí se comenzó a abrir el encuentro y los pupilos de Jardim comenzaron el acoso y derribo a la meta defendida por António Filipe. Ocasiones que no acababan de concretarse, muchas veces finalizadas con disparos que salían lejos de los tres palos. Al Paços el gol le sentó como una losa y no tuvo capacidad de reacción, los minutos que restaban nos dejarían nuevamente los peores minutos de los ‘castores’.

Montero confirma su vuelta

Tardaría 20 minutos en volver a marcar el equipo local, sería de penalti. FIlipe Anunciação cortó con la mano un remate franco en la frontal del área pequeña y vio la roja correspondiente. Montero se encargaría de transformar la pena máxima, marcar su décimo de la temporada y comenzar la fiesta de una parroquia ‘leonina’ que se volvía a ver líder al final de una jornada.

Sin embargo, el Sporting no se quedaría ahí y remataría el partido con un buen gol tras un rechace. La jugada la acabó André Martins con la derecha tras recibir el balón de Slimani, que lo había puesto en el suelo después de un centro chut de Wilson Eduardo que se estrelló en el larguero. El esférico tocó el larguero antes de sobrepasar la línea de gol y que el cuarto subiera al luminoso. No hubo tiempo para más.

La liga hace justicia con el equipo que mejor fútbol ha mostrado por el momento, un equipo que ha montado Leonardo Jardim juega con cabeza, maneja con soltura todos los factores que componen un partido y además ha encontrado un gran goleador. La propia competición dará otra oportunidad al Paços de Ferreira que fuera revelación de la campaña pasada, que hoy en Alvalade dio muestras de mejorar y al que los fantasmas de este inicio se le hicieron una carga demasiado grande tras el segundo gol del Sporting.

 

Imagen: AP