Después de muchos años, los sportinguistas vociferan el nombre de su equipo, orgullosos. Tras casi 10 años sin ser líderes en solitario, los hombres de Leonardo Jardim se han encaramado a la primera posición de la tabla a partir de un juego y superioridad que es, hoy por hoy, la envidia del resto de equipos lusos. Un Sporting que no solo ha vuelto a descubrir un talento de su cantera como William Carvalho, sino que ha recuperado a un jugador perdido (Adrien), fichado con inteligencia (Montero) y tiene alternativas en el juego.

Porque los ‘leones’ jugaron un partido inteligente en lo que hasta hoy era un fortín donde nadie conocía la victoria y ningún equipo había logrado anotar más de un gol. Primero mandaron, luego esperaron y dominaron el partido sin arriesgar atrás para acabar invitando al Gil Vicente a jugar de tú a tú cuando los de Barcelos estaban con uno menos por una entrada por detrás y tardía de Pecks, gran central que cometió dos errores que pusieron de cara el partido a los ‘verdes’.

Montero no perdona

La verdad es que salió algo tímido o miedoso el Gil Vicente y lo aprovechó el Sporting para echarse encima del rival desde el inicio, esta vez con André Martins de líder. Así fue acumulando oportunidades sin dar respiro al equipo gilista que se afanaba en sacar de su área un balón que insistía en volver a las inmediaciones de Adriano. El ritmo impuesto por los visitantes impidió que durante muchos minutos se viera a César Peixoto, al que los años no le han pasado en balde.

Así, en uno de esos tantos centros que se dieron en los primero 25 minutos de partido, llegó el primero de Montero para certificar que el Sporting tampoco desaprovecha los regalos. En el 19 Cédric puso el balón desde la derecha y Gabriel cortó impidiendo el remate de Capel, pero dejó el esférico muerto ante un Pecks poco intenso que se deja “robar la cartera” por el delantero colombiano y este no perdonó ante Adriano. Era el duodécimo gol en otras tantas jornadas.

Quedaron algo fuera de sitio los pupilos de João de Deus y en los siguientes minutos André Martins pudo ampliar la diferencia con dos remates de cabeza que se fueron por poco. Pero al aproximarse la media hora de juego el Sporting bajó el ritmo, quiso dormir el partido para matarlo en un “zarpazo” y el Gil Vicente adelantó líneas, comenzó a sufrir menos y a llegar al área ‘leonina’.

Media hora de igualdad

En los 15 minutos que precedieron al descanso y el primer cuarto de hora del comienzo de la segunda mitad fue un tira y afloja que no se concretaba en superioridad de ninguno. Los locales respiraban porque la pelota no se acercaba mucho a su área, aunque el omnipresente André Martins y alguna aparición de Capel y Wilson Eduardo por la banda pudieron cambiar la historia del encuentro. Mientras tanto el Sporting sufría muy poco atrás, solo un mano a mano de Paulinho ante Rui Patríco supuso gran peligro y el meta intervino bien antes de que Jefferson eliminara el peligro por completo.

Gil Vicente poco a poco sacaba la línea defensiva de atrás y jugaban todos en campo del rival, tenían el dominio del partido y solo algunas contras de los visitantes ponían sobre aviso a los de Barcelos. Sin embargo, otra vez Pecks cometió un error impropio a este nivel. Tras ver como un pase de su compañero era “cortado” involuntariamente por el árbitro y que William se disponía a aprovechar lanzando un contraataque, el central entró duro, abajo, por detrás y a destiempo al medio sportinguista.

La roja no tuvo discusión alguna y supuso el fin para el equipo local, al tiempo que tranquilizaba el rostro de Jardim. A partir de ahí se abrió otro partido nuevo, bastante aburrido para lo que estábamos viendo hasta la primera hora de encuentro. El Sporting no quiso dominar el partido, sino que invitó al rival a salir y a buscar el gol. Los gilistas aceptaron y comenzaron a sucederse contragolpes precipitados de los blanquiverdes.

Montero vuelve a sentenciar

Durante más de diez minutos el partido se llenó de imprecisiones. Con Gil Vicente tratando de acabar las jugadas con pocos hombres en posición de remate y el Sporting sin concretar sus salidas rápidas. André Martins volvió a tener la oportunidad de marcar y Carrillo dio profundidad que Wilson Eduardo no tenía en la banda, pudiendo marcar tras un gran amago. Paulinho era el faro de los locales, pero el meta sportinguista estuvo siempre al quite.

Entonces la bola llegó a Capel, que tenía todo el espacio del mundo para correr. ¡Y vaya que sí corrió! Hasta plantarse en el área, deshacerse del defensa y hacer un buen remate cruzado que Adriano solo pudo evitar que entrara en su portería. Otra vez la defensa gilista se durmió y Fredy Montero llegó desde atrás para empujar la pelota al fondo de la red. Quedaban algo menos de 20 minutos y los aficionados del Sporting que se dieron cita en Barcelos festejaban el liderato en solitario, situación que no se daba desde principios de 2005.

No hubo más historia, aunque Simy pudo marcar a falta de 4 minutos para el final y a Maurício le anularon un gol, bien anulado, minutos antes. El Sporting volverá a Lisboa para disputar los dos próximos encuentros en Alvalade y defender en casa el liderato. Mientras el Gil Vicente continúa en una meritoria quinta posición y tendrá que visitar al cuarto en la siguiente jornada.