Igualdad insuficiente

Quien perdona lo acaba pagando. Este refrán de gran popularidad en España se puede aplicar a la perfección en el partido disputado en el estadio Capital do Móvel, donde Paços de Ferreira y Estoril acabaron en tablas (1-1) en un encuentro en el que ambos conjuntos tuvieron ocasiones muy claras para llevarse el partido, pero los porteros y la mala fortuna de unos y otros no decantaron la balanza para ninguno de los equipos.

Fue el combinado local el que intentó asumir el control de balón en los primeros compases del partido, pero sus ataques carecían de profundidad y verticalidad. El Estoril, por su parte, se quedó resignado en la primera media hora a buscar rápidos contragolpes aprovechando los huecos que generaba la defensa rival. Dado que el juego combinatorio de ambos conjuntos no funcionaba, las mejores ocasiones llegaron a balón parado, donde Tozé y Hurtado probaron suerte, pero tanto Kieszek como Defendi no fallaron.

Ambos equipos fallaron mucho en los 90 minutos, sobre todo los locales

Aún así, fue Kuca y el Estoril el que metió el miedo en el cuerpo a los de Paços de Ferreira. Jugada extraña en la que dos visitantes estaban en posición antirreglamentaria, pero no Kuca, que se quedó en un mano a mano con un Defendi que no falló y que paró lo que parecía una ocasión muy clara de gol.Ya en el último tramo de hora de la primera mitad, los locales asumieron más responsabilidades y llegaron con más peligro que sus rivales. Bruno Moreira en dos ocasiones pudo adelantar al Paços de Ferreira. El primero, un buen disparo cruzado que rozó el poste, y el segundo, lo sacó la defensa visitante prácticamente bajo los palos.

Los visitantes arrollan en la segunda mitad

Curioso fue el arranque de partido en los segundos 45 minutos. El Estoril sorprendió a todos con un juego muy vertical, sobre todo en la banda izquierda. Desde esa misma banda llegaría el primer tanto del encuentro, donde un centro desde el pico del área lo cabeceó a la perfección Rubén Fernandes, poniendo el 0-1 y silenciando el Capital do Móvel.

Lejos de conformarse con la ventaja en el marcador, el cuadro visitante siguió apretando y, de hecho, tuvo ocasiones para aumentar su ventaja. Incomprensibles fueron los fallos de Kléber, que hasta en dos ocasiones falló un mano a mamo con Defendi. El delantero luso no tuvo su día y, poco a poco, los fallos del Estoril se fueron convirtiendo en control por parte de los locales.

Necesitó muy poco el Paços de Ferreira para igualar el encuentro. Paraiba entró sustituyendo a Urreta, y en la primera ocasión que tuvo, definió como muy pocos. Edson Farías se deshizo de dos jugadores dentro del área y la puso en el primer palo con un remate prácticamente imparable al que nada pudo hacer Kieszek.

Con la igualada en el marcador, el guión volvió a ser el mismo que en la primera mitad: el Paços dominaba la posesión y perdonaba en jugadas combinatorias; mientras, era el Estoril el que salía rápidamente al contragolpe y el que añadía verticalidad al juego. Destacar sobre todo la vaselina de Kuca en los últimos instantes del encuentro, que salió ligeramente desviado.

De esta manera se llegó al final del encuentro, con un justo empate que no sirve de mucho para ninguno de los dos equipos. El Estoril sube ligeramente en la clasificación hasta el undécimo puesto y el Paços de Ferreira pierde dos puntos vitales en su lucha por acabar el campeonato liguero en puestos europeos, donde ahora ocupa la séptima plaza.

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