Tras la derrota en liga ante el Marítimo, era casi una obligación ganar en casa ante el Académica, y así fue. Con un once lleno de suplentes, el Oporto dominó en todo momento y controló el partido por completo. Jackson Martínez se encargó de abrir el marcador a los cuatro minutos después de aprovechar un grave error de Aníbal Pereira en la defensa.

A pesar del temprano gol de los portistas, el Académica intentó crear alguna ocasión, pero los de Lopetegui fueron muy peligrosos y llegaron varias veces más a la portería rival antes del descanso. Cristiano, guardameta del Académica de Coimbra, evitó el gol de Tello a los once minutos .

A partir del primer cuarto de hora el Oporto se fue relajando e hizo lo que quiso con la pelota. A tres minutos para el descanso, se marchó en camilla lesionado R. Ofori y entró al campo Ricardo Nascimento. Y fue por la banda de este mismo, por la que entró Ricardo Pereira para meterse en el área en una de las ocasiones más peligrosas de la primera mitad.

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Ya en el tiempo de descuento,el Oporto salió al contraataque aprovechando una falta del Académica mediante Danilo, que centró desde su banda para que Jackson Martínez disparara el balón fuera cuando se encontraba delante de Cristiano.

Volvió a aparecer el de siempre, esta vez con una genialidad

Tello avisó dos veces tras el descanso de que el partido podría acabar con un marcador mucho más amplio ya que tuvo dos oportunidades muy claras. Sin embargo, su poca puntería en una ocasión y los buenos reflejos de Cristiano en otra acabaron por evitar el gol del catalán.

El que sí anotó el segundo gol para prácticamente resolver el encuentro fue Jackson Martínez, el de siempre. Pero no fue un gol cualquiera, sino una genialidad. Uno de esos goles que diferencian a los grandes delanteros de los demás. Anotó tras un centro desde la izquierda un gran gol de tacón con la espalda hacia la portería. Madjer ya lo había hecho en sus tiempos, Falcao hace un par de años y ahora le tocaba a Jackson Martínez.

Surge una nueva estrella portista

Justo después de marcar su espectacular gol, Jackson Martínez fue sustituído, y ovacionado a la vez, para dar entrada al que se convirtió finalmente en la figura del partido al robarle el protagonismo al colombiano. Gonçalo Paciência iba a debutar en Taça da Liga de la mejor forma posible.

Antes de que el hijo de Domingos Paciência tuviera sus minutos gloriosos, el equipo visitante anotó su primer y único gol de la noche mediante Mbala Nzola al contragolpe.

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A veinte minutos para el final del partido, el conjunto local pareció ponerse las pilas y comenzó a generar ocasión tras ocasión en el área del Académica. Fue finalemente Gonçalo Paciência quien aprovechó mejor su oportunidad para celebrar el tercero. El jugador de 20 años recibió el balón en la banda derecha, se metió dentro del área y, tras un regate increíble, batió a Cristiano. El canterano portista dedicó el gol a su padre celebrándolo como él lo hacía antiguamente.

Evandro tuvo tiempo para hacer el cuarto

Con el gol de Jackson Martínez de tacón y el de Gonçalo Paciência en su debut en Taça da Liga, la afición portista ya se había olvidado de la derrota ante el Marítimo y ya estaba pensando en ganar las semifinales en las que se enfrentarán al conjunto madeirense. Por si había alguien que no estaba satifecho aún con el resultado, Evandro lo amplió con un gol de penalti en el 81'.

De esta forma, el Académica de Coimbra queda eliminado de la Taça da Liga mientras que el FC Porto avanza a las semifinales donde se verá las caras con el CS Marítimo a partido único.