Ambos conjuntos llegaban al encuentro sin una necesidad imperiosa de puntuar, pero sí con la ilusión de adelantarse el uno al otro, pues ambos ocupaban la parte media de la tabla, de la que una victoria les sacaría positivamente de esa zona, y una derrota no haría mella ni en la moral de los jugadores ni con respecto a la tabla clasificatoria.
El partido comenzó trabado, como todos, pero sobrepasó el límite de la desorientación, pues hasta pasados los primeros 15 minutos de encuentro, no se pudo ver ninguna acción de ataque, y por tanto, tampoco de defensa. Ambos equipos luchaban por hacerse con el dominio del balón y, por consiguiente, con el del partido, pero estaba difícil, más bien, los mediocampos de ambos conjuntos, lo hacían difícil.
Primeros minutos poco vistosos
Fue Carlos Martins quien pusiera el Estádio dos Barreiros en pie por primera vez, aunque no sería para cantar gol, pues fue quien puso fin a esos minutos de desesperación y mal juego con una ocasión que la defensa visitante solventó con gran firmeza, ya que no llevaba peligro excesivo. La réplica visitante llegaría en la siguiente jugada y en el siguiente minuto (16') en un saque de esquina desde la parte izquierda en el que los locales pedían mano del rival, lo cuál no vio el colegiado del encuentro, Vasco António Moreira Santos.
Hasta el minuto 22 no se vería otra acción de peligro, que tampoco acabaría en gol, esta vez por parte de Danilo Pereira que protagonizó el primer tiro a puerta de su equipo y del encuentro que atajó Ventura sin peligro alguno. Tras esta acción, llegaría, inmerecidamente, el gol visitante tras un gran cabezazo de Abel Camará que, aún casi sin haber olido su equipo el balón durante los primeros 25 minutos, ponía tierra de por medio y dejaba bien claro que sería su equipo quien se impondría en el marcador, aunque no duraría mucho la alegría.
No tardaría en llegar la respuesta en forma de gol de los locales
Cuatro minutos después del gol de los visitantes Edgar Costa quiso igualar el partido con un tiro libre, y vaya si lo consiguió. Puso el 1-1 en el marcador, el cuál se abriría y dejaría el partido, ahora sí, vistoso y disputado entre dos equipos que buscaban el mismo objetivo, escalar puestos desde la parte media de la tabla, cosa que finalmente consiguieron los visitantes con la victoria final.
Tras los dos goles en menos de cinco minutos, el partido desfiló como atractivo durante toda la primera mitad en la que se seguirían sucediendo las acciones que tarde llegaron para el aficionado. La acción visitante con más peligro la tuvo Dalcio tras un centro de Carlos Martins que finalmente no acabó en nada. La respuesta local llegó de las botas de Ebinho que cerca estuvo de marcar el 2-1 tras aprovechar un clamoroso error de los centrales contrarios. Con dos de añadido, en los que no sucedería nada trascendente en la historia del envite, ambos equipos se irían a escuchar la charla técnica durante el descanso.
Cambio total de dinámica en la segunda mitad
Esta vez, la charla técnica surgió más efecto en los visitantes, que salieron al campo evitando lo que en la primera parte sucediera, la sucesión de infinitos minutos sin un dominador claro y con juego trabado, lo que Belenenses evitaría en la segunda mitad, pues solo tras haber pasado dos minutos de juego tras la reincorporación de los jugadores al campo, Carlos Martins probaría ante la figura de Salin, aunque no intimidara al portero local.
Seguía transcurriendo la segunda parte y sería Rui Fonte quien, al principio de forma tímida, llevara el control de su equipo hacia la victoria, la cuál no llegaba y ya se pasaban los 65 minutos de partido habiendo probado el jugador visitante la meta de Salin en diferentes ocasiones. El partido, aún con el dominio del balón y las ocasiones de Belenenses seguía siendo, dentro de lo que cabe, igualado.
En el minuto 89 llegaría el mazazo irreversible para los locales
Hasta el segundo y último gol de los visitantes, el partido transcurriría su curso sin mayor trascendencia, con dominio de Belenenses ante la mirada pasiva del público local que veía como el gol visitante se acercaba, y no andaban muy equivocados, ya que, con la única acción de peligro de la segunda mitad de Dyego Souza en el minuto 85, llegaría en el 89' el mayor varapalo local, pues cuando el partido parecía que terminaría tal y como iba, llegó el gol que sentenciaría el partido mediante un penalti que Pele transformaría y daría los tres puntos a un equipo que, en la segunda parte, lo mereció.
Y así terminaría el partido, con el 1-2 en el marcador. Resultado que, obviamente, beneficia a Belenenses que sigue trepando hacia los puestos altos de la tabla y que deja descolgados de los mismos a un Marítimo que se mantiene en la zona media de la Liga NOS.