Es una batalla jugada con la cabeza y ganada con el corazón. “¡Vamos!”, ruge Nicolás Almagro tras una acrobática volea de espaldas con la que cierra la primera manga. Pero tras el grito llega la duda. Una vez que se sienta en su silla, el murciano tuerce el gesto de dolor. Acaba de sufrir un nuevo mordisco en su hombro maltrecho, ese que le tortura desde Roland Garros, allá por mayo. El mismo que lleva desafiándole cada día con la retirada. A partir de aquí, lo mima con hielo en cada descanso. Y lo cuida con peloteos cortos, viviendo en el riesgo ante un Steve Darcis que quiere gresca. Al final sobrevive una jornada más (7-5 y 6-3) tras 81 minutos de juego para acceder a sus primeros cuartos de final en unos Juegos Olímpicos (cayó en primera ronda en Pekín en 2008). Toda una lección en la brecha del abismo.

Y eso a pesar de los condicionantes. Estaba la tormenta, cuyo beso gélido atizaba la tendinitis del hombro. Los errores del juez de silla, que cantó fuera tres golpes que tocaron línea. Incluso el rival, que ya eliminó en primera ronda al sexto favorito, el checo Tomas Berdych. Pero Almagro está para lo que le echen. Arrancó desatado (3-0), letal al servicio (14 aces) y desde la línea de fondo. Entonces volvieron las nubes y los nervios. Y cambió la escena. Darcis propuso argumentos al igualar el marcador, forzando a Nico en cada punto. Así llegó el mal gesto en la red. Y las miradas a su palco. “Está mucho peor” se le oye decir a Ángel Ruiz Cotorro, el médico de la Federación Española, pendiente en la grada.

Ahora, cada golpe era una mueca. Cada revés, una agonía que venía acompañado de una suave caricia en la herida de guerra. Pero poco importó. Atacó cada bola como si fuera la última. Como si se tratase de una ruleta rusa. Sólo él decidía los puntos, para bien (29 ganadores) o para mal (18, demasiados). De este modo, tras una definitiva ruptura en el sexto juego, se abrió camino hacia los cuartos de final, donde se medirá al vencedor del duelo entre Andy Murray y Marcos Baghdatis. “Sería magnifico jugar con Murray en la Central, ya que nunca he podido jugar allí”, comenta el campeón este año en Sao Paulo y Niza. Lo hará siempre que gane el británico. Y allí, bajo la protección de una cubierta metálica, hay un enemigo menos del que preocuparse. La temida lluvia.

RESUTADOS.

Tercera ronda.

Roger Federer (SUI/N.1) a Denis Istomin (UZB), 7-5 y 6-2.

Novak Djokovic (SRB/N.2) a Lleyton Hewitt (AUS), 4-6, 7-5 y 6-1.

Jo-Wilfried Tsonga (FRA/N.5) a Feliciano López (ESP), 7-6(5) y 6-4.

Juan Martín del Potro (ARG/N.8) a Gilles Simon (FRA/N.12), 6-1, 4-6 y 6-3.

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Sobre el autor
Adrián Peinado
Una alternativa al Periodismo de bar que colman la mayoría de los medios de comunicación de este país. Licenciado en Periodismo en la URJC en 2009 y en la agencia Europa Press desde ese año hasta finales de 2010.