Todos estaban pendientes de Lee Westwood, Adam Scott, Henrik Stenson y Tiger Woods. Nadie contaba con él. Partía a cinco golpes del líder al comienzo de la jornada. De hecho, en el hoyo 12 marchaba +1 a tres impactos de los hombres de cabeza. Sin hacer ruido. Pero el golf tiene estas cosas. Todo puede cambiar en cuestión de minutos. Cuatro birdies en sus seis últimos hoyos han revertido la situación por completo. Phil Mickelson ha conseguido la mejor vuelta del día y del torneo, 66 golpes (-5), y se ha llevado la Jarra de Clarete.

Se especulaba con que el par podría ser el resultado ganador. De hecho, todo parecía indicar que así sería hasta que Mickelson ha despertado. El campeón ha terminado en -3 como único jugador bajo el par del campo de Muirfield y ha aventajado en tres impactos al segundo clasificado, el sueco Henrik Stenson. A Mickelson le bastaban dos pares en sus dos últimos hoyos para ganar, pero el californiano no entiende de relajaciones. Él es agresivo por naturaleza, aunque esto le haya costado perder algún que otro torneo. Y en el 17 y el 18 ha ido a buscar trapo y lo ha encontrado. Dos birdies para finalizar a lo campeón.

Mickelson, que venía de ganar la semana pasada el Open de Escocia, ha conseguido su quinto major (3 Masters de Augusta y un PGA Championship) y su primer British Open. Ya solo le queda el US Open para completar el Grand Slam. Un US Open que parece atragantársele, pues lleva ya seis segundos puestos (incluido el de este año en Merion). Esta victoria, además, le permitirá ascender hasta el segundo puesto del ranking mundial.

Lee Westwood tendrá que esperar. Parecía el día idóneo para conseguir ese ansiado primer grande. En casa, ante su público, saliendo desde el liderato. Y jugando bien toda la semana, muy seguro con su talón de aquiles, el putter. De hecho, ha llegado a tener tres golpes de ventaja en el primer tercio del recorrido. Pero los fantasmas del pasado han vuelto a aparecer. Solo un birdie en el día y ninguno en sus últimos trece agujeros. Mucha ventaja para sus rivales. Al final, vuelta de 75 golpes (+4) y tercera posición compartida con Ian Poulter y Adam Scott con +1 total.

La otra decepción del día la ha protagonizado Tiger Woods. Si Westwood fallaba, él era el mejor colocado para ganar el British Open. Partía a un solo golpe y él está acostumbrado a jugar estas últimas vueltas en las que a muchos les puede la presión. Sin embargo, parece que esta vez la presión le ha podido. Tiger no ha estado cómodo en ningún momento y el bogey inicial le ha desquiciado en exceso. Con su birdie en el 14, se ha situado a dos golpes del líder, pero el birdie de Mickelson en el 17 unido al bogey de Tiger en el 15 han enterrado todas sus opciones. Su decimoquinto major tendrá que seguir esperando. Finalmente, sexta posición empatado con Hideki Matsuyama y Zach Johnson (+2).

También se esperaba más de los españoles, sobre todo, de Miguel Ángel Jiménez y Sergio García. Partían algo lejos de la cabeza, concretamente a seis golpes, aunque ciertamente, solo uno por detrás del que a la postre ha sido campeón. De todos modos, no han estado a la altura de las circunstancias. Para tener alguna opción necesitaban una vuelta bajo par y ninguno de ellos lo ha conseguido. El malagueño ha hecho 73 golpes (+2) y con +5 total ha sido el mejor español en decimotercera posición. Sergio ha pagado muy caro su mal inicio con dos bogeys en sus dos primeros hoyos y no ha sido capaz de darle la vuelta a la situación en ningún momento. Al final, +4 en el día y +7 total para terminar en el puesto 21 junto con Rafa Cabrera-Bello. Los dos se han visto superados por el debutante Eduardo de la Riva, que con una tarjeta de 69 golpes (-2) y un acumulado de +6 ha concluido en una meritoria decimoquinta plaza. Gonzalo Fernández-Castaño ha terminado en el puesto 54 con +11.