A seis meses para el comienzo de los Juegos Olímpicos de Invierno, Ander Mirambell (Barcelona, 1983) ya tiene la mente puesta en la bajada de Sochi. Después de sufrir mucho económicamente, madurar, vivir mil aventuras y, sobre todo, disfrutar, el catalán se encuentra instalado en la élite del skeleton. En el año 2010, en Vancouver, se convirtió en el primer español de la historia en competir en unos Juegos en su disciplina y su nombre cada vez es más famoso en España.

Además, es polifacético. Acaba de estar colaborando en el Mundial de Natación de Barcelona y habitualmente se le ve en las gradas de Cornellá animando al Espanyol, entre otros muchos proyectos. Es crítico y se hace querer. Vive cada día de la manera más intensa posible y cuando se pone el buzo se convierte en el Fernando Alonso del hielo. Su día a día lo define con una frase: "Si está permitido caerse, es obligatorio levantarse". ¿El por qué? A continuación. Os dejo con Ander Mirambell, al descubierto.

Pregunta: ¿En qué momento se le ocurre a un barcelonés dedicarse al skeleton?

Respuesta: Fue un poco de rebote. En ese momento estaba compitiendo en atletismo y conocí a una persona del Club Atletismo Calella que me explicó que su primo era policía en Italia y que había practicado bobsleigh. Y dije: "¿Eso de los jamaicanos que bajan en trineo?" Y me dijo: "Sí, sí". Entonces me pasó contactos, engañé a mi compañero de atletismo Alberto Castillo y le dije: "Oye Alberto, existe esta oportunidad, ¿te haría ilusión probarlo?" Nos fuimos animando entre los dos y decidimos ir a probar a la escuela de bobsleigh.

El problema que surgió es cuando institucionalmente fuimos a buscar algún tipo de apoyo, algún tipo de material o subvención para pagar el viaje. Fue una negativa rotunda, imposible. Y cuando te encuentras ante esta situación solo y ves que no puedes ni pagar el alquiler del bobsleigh, decidimos dar un pasito hacia atrás, buscar algo más económico y teníamos la posibilidad de escoger entre el luge y el skeleton. Decidimos el skeleton porque había que empujar el trineo, algo que era un punto fuerte viniendo del mundo del atletismo. Y segundo, porque a nivel médico había más seguros que en los otros dos deportes. Y así fue cómo nos decidimos por el skeleton, y nos fuimos en noviembre de 2005 a la escuela de pilotos.

P: Entonces, ¿podría estar ahora mismo compitiendo en atletismo a nivel internacional?

R: Bueno, mi nivel no es tan alto. Sí que es verdad que he competido internacionalmente. Cuando era júnior estuve en la Copa de Europa de Clubes en Rennes (Francia) y en Moscú (Rusia), pero me faltaba potencial para dar el salto a algo más. Creo que eso también influyó en introducirme en un deporte nuevo, porque cuando llevas un tiempo compitiendo y ves que no eres un portento de la naturaleza, y además en decatlón, donde tienes que trabajar muchas pruebas técnicas, te das cuenta que para ser quinto o sexto de España es factible, pero para cumplir el sueño olímpico es imposible.

"Hay mucha gente que lucha por sus ilusiones y las consigue"

P: ¿Si hubiese más pioneros como usted se ampliaría el abanico de deportes donde los niños buscan su futuro?

R: Hay que luchar por los retos. Muchos solo se acuerdan de los retos de la gente que consigue éxitos. Eso es algo que no es justo. Hay mucha gente que lucha por su objetivo, por sus ilusiones, y las consigue. En ese abanico de posibilidades, creo que es importante que a la gente que le haga ilusión algo intente luchar por su afición, sea cual sea. Sí que es verdad que cada vez es más difícil encontrar subvenciones o cualquier tipo de apoyo económico, pero no hay que dejar de hacerlo.

Si a ti te gustan los karts, igual no puedes pagarte el circuito español, pero puedes correr la carrera que tienes al lado de casa y hacer el esfuerzo para ello. Así se empieza. Claro que es cómodo jugar en el equipo de fútbol del barrio, pero ahí ya te dan todas las facilidades.

P: ¿Nos podría contar un poco cómo fue el viaje desde Calella hasta el norte de Europa para descubrir el skeleton?

R: El viaje fue un poco surrealista. Primero porque tienes la locura y la ilusión de ir a unos Juegos Olímpicos, y segundo porque vas 'con cuatro cosas', la ilusión de competir y no eres consciente de que hay que llevar ruedas de invierno, del riesgo que corres y no sabes dónde meterte. Fue un viaje lleno de aventuras. Recuerdo que tuve que ahorrar dinero porque era caro comprar comida en Alemania y cocinaba con un camping-gas en las habitaciones de los hoteles. Situaciones duras como que te pare la policía y que no hablen nada de inglés. Fue un cúmulo de circunstancias duras que valieron la pena, el hecho de esforzarte por conseguir algo no tiene premio.

P: ¿Le veían los rusos y letones como un 'extraterrestre'?

R: [Risas] Me llamaban 'el jamaicano de turno', relacionando la película Cool runningsElegidos para el triunfo en España—. De hecho, hay un artículo en la prensa austríaca que se titulaba Flamenco en la pista de bobsleigh. Cuando ves cosas así, piensas que la gente se ríe de ti. Aunque lo bueno ha sido que la gente ha ido reconociendo el esfuerzo. Cada vez que estás compitiendo con los mejores y ves gente que no ha llegado a la Copa del Mundo o que se ha quedado por el camino y te dicen: "¿Te das cuenta Ander a dónde has llegado?". Me enorgullece haber mostrado que se puede llegar arriba y que el sacrificio ha tenido su recompensa.

P: ¿Cómo recuerda su primera vez en un trineo?

R: La primera vez fue un poco dura. Te ponen a media pista en Innsbruck y te empujan. Luego te ves dando golpes a todas las paredes y piensas: "¿Dónde me he metido?". No sirve de nada todos los consejos anteriores. La primera bajada me la pasé rezando. Fue algo impresionante en el sentido de no haber pasado nada malo y querer volver a bajar. Posteriormente vas evolucionando y vas creciendo.

P: ¿Y el primer torneo?

R: En el primer torneo el objetivo era no quedar el último. Me acuerdo de los brasileños y mexicanos, estábamos todos luchando a ver quién era el más rápido, hablando de las cuchillas, etc. Es un poco la historia que sucede en la Copa del Mundo pero mucho más divertida y siempre con ese espíritu competitivo de no ser el último.

"Las zapatillas con ralladores de queso fueron muy cómicas"

P: ¿Y los ralladores de queso de los que tanto se ha hablado?

R: Esa fue una historia bastante cómica. En nuestra aventura de intentar conseguir material para ir a la escuela de pilotos del 2005 nos dimos cuenta de que era imposible conseguir las zapatillas de deporte. Entonces vimos que Adidas, la marca que las fabricaba, no podía hacer más. Un día de iluminación y creatividad plena fuimos a la tienda china de debajo de casa y cogimos entre otras cosas los ralladores de queso. Pensamos en sacarle los clavos a las zapatillas de atletismo, los enganchamos con tornillos y les pusimos también papel de lija. Fueron unas zapatillas muy cómicas.

Cuando llegas a la escuela de Innsbruck y tienen homologación de material… la cara de la gente era para recordar. Uno diciendo: "Yo esto lo uso para rallar pasta", y los brasileños: "No, no, para picar hielo". Al final nos dejaron unas zapatillas de segunda mano y pudimos competir.

P: Ahora cuando se calza las zapatillas día a día, ¿se acuerda de los ralladores?

R: Sí. Más que de las zapatillas te acuerdas de los día duros, cuando no salían las cosas. Te veías con los mejores del mundo y pensabas: "Esto es una mierda, ¿por qué no mejoro?". Está bien de vez en cuando como cura de humildad acordarte de tu pasado y poner los pies en el suelo. Muchas veces estás con las estrellas internacionales y no eres ni consciente de que estás en otro nivel.

P: Cuando en 2006 ya estaba compitiendo y tuvo que ver el skeleton de los Juegos Olímpicos de Turín desde la televisión, ¿cómo se sintió?

R: En ese sentido fue duro. Sabía que con mi nivel no estaba tan lejos de competir al menos con los brasileños, que fueron los primeros que se quedaron fuera. Después de ver Turín sabía que podía estar allí. Tenía que esforzarme, tenía que luchar y tenía cuatro años por delante. Al año siguiente conseguí un entrenador y ese era el objetivo. Aunque sepas que no puedes estar en esos Juegos por reglamento, ser de los mejores en tu disciplina y no poder estar allí es muy duro para cualquier deportista.

P: Más tarde, en 2010, en Whistler (Canadá) queda 14º, su primer top-15. ¿Ve allí una meta cumplida?

R: Fue un resultado que no me esperaba porque era la primera carrera con el equipo británico. Hubo un par de bajas y fue un poco una carambola de resultado, pero acabar en top-15 en una Copa del Mundo es un resultado muy bueno. Desde ese momento siempre he pensado que había potencial para estar más arriba. Sin embargo, por diversas circunstancias no me he vuelto a acercar demasiado a ese puesto. Para mí fue algo especial, espero mejorarlo la temporada que viene antes de ir a los Juegos.

P: ¿Tuvo problemas con ese equipo británico?

R: Sí, y ahora con el equipo suizo. Es complicado, porque cuando tú compartes con un país una situación así. Llegué a entrenar con los suizos y a las dos semanas estaba por delante de ellos. De esa manera es muy difícil convivir con una persona. Ellos no daban crédito a estar por debajo de España. El equipo británico tenía un presupuesto de un millón y medio de euros. Llegué e hice el 14º puesto y en las siguientes carreras siguieron por detrás de mí. Automáticamente surgieron problemas. Es el precio que hay que pagar por entrenar con los mejores del mundo.

P: Hablando de entrenamientos, usted tuvo en Ueli Geissbühler la figura de un entrenador 'compartido'. ¿Cómo fue esto?

R: Como a nivel de España no había presupuesto, la Federación Internacional ponía un entrenador que compartíamos con Irlanda, Eslovenia y puntualmente con las Bermudas. Había tres o cuatro deportistas que viajábamos juntos, teníamos el mismo entrenador. Era un poco surrealista.

Aunque una de las cosas buenas que tuvo esa experiencia era que no había rivalidad. La rivalidad estaba en el hielo, fuera éramos compañeros. Hasta me tocó una vez compartir cama con uno de ellos porque se equivocaron en la logística del hotel. Había suficiente confianza para trabajar juntos. A medida que fuimos evolucionando, se fue diluyendo esa amistad, porque la Copa del Mundo es muy diferente. Pero en los inicios tener a un técnico tan bueno que fue como un padre para nosotros, no tuvo precio.

"Vancouver 2010 fue como un sueño, no me lo creía"

P: Volviendo a la competición, ¿qué le supusieron los Juegos Olímpicos de Vancouver 2010?

R: Es como un sueño, no te lo acabas de creer. Todo es perfecto, todo es maravilloso. Es como cuando cenas por primera vez con la chica de la que estás enamorado. La villa espectacular, la gente muy amable, los voluntarios nos trataban como si fuésemos reyes. Allí no importa la nacionalidad. Si eres deportista, eres el protagonista. Además tuve la suerte de que parte de mi familia estuvo allí. Parte de la gente que me vio en el hospital, sufriendo, llorando, y en ese instante disfrutaba conmigo de ese sueño.

P: Y además debuta el día de su cumpleaños…

R: Sí, es algo que luego se lo comenté a mis padres. Les dije que habían dado en la diana, por haberme tenido en la semana olímpica [risas]. De hecho, el año que viene creo que la carrera es uno o dos días antes de mi cumpleaños y espero disfrutar de un buen resultado.

P: Cumpliendo el mismo día que Michael Jordan, ¿quiere ser el 'Michael Jordan' del skeleton?

R: Claro que me gustaría, pero hay que ser realista. Hay que dar muchos pasos. No sé si llegaré a tiempo para serlo porque los recursos que tenemos a día de hoy son limitados y va pasando el tiempo y no acabo de crecer todo lo que me gustaría cada año, temporada por temporada. No me puedo quejar de estar entre los veinte mejores del mundo.

P: Se habló del 'efecto Mirambell' como la chispa que encendió el skeleton en España. Ahora están los hermanos Alcaraz, Miguel Ángel Grau, Yonatan Fernández, María Montejano, etc. ¿Puede hacerse algo grande del skeleton en los próximos años?

R: A mí me haría mucha ilusión, ojalá. Sobre todo por una sencilla razón: la cantidad de miserias y situaciones críticas que he vivido estando solo en esos inicios no se los deseo a nadie. Ya he pasado yo por eso, no quiero que nadie pase más por eso. Para mí, cuando lo deje el día de mañana, me hará ilusión ver que hay gente detrás que pueden coger el relevo y no tienen que volver a iniciar un camino. Lo más duro de estar donde estoy ha sido abrir el camino y luchar contra infinidad de problemas que suceden por ser nuevo o bien por no tener una infraestructura en tu país. Eso debería ser una de las claves para el día de mañana. Me ilusiona que haya gente que se anime a practicarlo. Ojalá se cree una escuela, creo que sería importante.

"Estamos a años luz de los mejores del mundo"

P: ¿Ha sufrido mucho económicamente?

R: Ahora está todo mucho más tranquilo. Después de ir a los Juegos Olímpicos y tener todo planeado, ya no pierdes dinero. Es un lujo. Lo que sí que fue duro fue la etapa del 2005 al 2010. Sí es verdad que la Federación de Deportes de Hielo se creó y que Mª Teresa Samaranch empezó a invertir dinero a medida que iba consiguiendo resultados, eso fue muy positivo. Si aún siguiésemos unidos a la Federación de Deportes de Invierno, hubiese sido muy difícil.

Pero estamos a años luz de los mejores del mundo. Es muy difícil competir contra Gran Bretaña, Alemania, Estados Unidos o Canadá. Tuvimos otras 'armas', pero a nivel económico sí ha sido duro. Recuerdo el momento en el que quería comprar un Ford Fiesta y todo el dinero que tenía guardado para ese coche lo invertí en el skeleton a lo largo de tres años.

P: ¿Ha merecido la pena ese esfuerzo?

R: Sí, sí, y aunque no hubiese ido a los Juegos Olímpicos también. Hay algo muy importante en esta vida: luchar por un reto. Cuando desgraciadamente ves a gente que quieres que se va, que sufren enfermedades y estás con ellos en un hospital, te dan su opinión de la vida y te das cuenta de que lo más bonito es luchar por retos y por objetivos. Lo menos importante es cumplirlos. Para mí lo que vale la pena es la lucha diaria, la cantidad de aventuras críticas que he vivido y las he superado y he llegado a conseguir mi sueño.

P: Imagínese que en 2014 un niño está viendo por televisión los Juegos Olímpicos de Sochi, le ve y dice: "Yo quiero ser como Ander". ¿Qué consejos le daría?

R: Que luche por sus objetivos y por sus sueños. Y que si quiere probar el skeleton, hay una escuela de pilotos donde se puede iniciar tenga la edad que tenga, ese es el primer paso. Ir a Innsbruck en noviembre, contactar con la Federación para hacer todos los papeles de manera correcta y a partir de ahí subirse al trineo, probar si te gusta el deporte y si te gusta, volver.

P: ¿Espera que haya un equipo español antes de que acabe su carrera profesional?

R: A mí antes de acabar me gustaría tener mi propio proyecto, con gente de confianza, para empezar a poner las basas de cara a que en el día de mañana haya un equipo español en el mundo del skeleton. Sobre todo, para no tener que compartir, tener tus propios secretos en tu propia infraestructura, tus vínculos con tu Federación. Ese tiene que ser el objetivo para seguir creciendo. Es uno de los últimos sueños que me gustaría cumplir antes de retirarme.

P: ¿Ve posible unos Juegos Olímpicos de Invierno en España? ¿Y una bajada de skeleton propia?

R: Unos Juegos sí. Después de ver que en Sochi había una temperatura de entre 7 y 12 grados, ves factible que se hagan aquí las infraestructuras. El problema es el precio. Sochi serán los Juegos más caros de la historia y ves que realmente es muy caro. Sin embargo, antes de tener unos Juegos, hay que tener un equipo español en condiciones. Hay muy poca tradición, hay que trabajar con un proyecto de formación de atletas. Si no recuerdo mal, a Vancouver solo acudieron 18. Hay que encontrar el dinero y encontrar patrocinadores.

P: En las redes sociales fue muy crítico con las infraestructuras de los Juegos Olímpicos de Sochi, ¿cree que van a estar preparados?

R: Creo que va a ser muy justo, un poco 'maquillaje'. Es decir, desde fuera va a parecer que estén listos, pero desde dentro van a verse muchas cosas que no están acabadas.

P: ¿Y la seguridad en la que hace tanto hincapié?

R: Para mí fue surrealista ir al circuito de skeleton y ver que la gente que trabaja el hielo no tiene herramientas. Ver como preparan el hielo y que no saben hacerlo. Ver que en una curva desaparece el hielo. No pueden ofrecer esa imagen a todos los deportistas. Hubo un plante de dos días por ese motivo.

"En Sochi comimos pollo y arroz durante 15 días"

P: ¿Y la comida en el hotel?

R: Pobre chef. No había cocinado en su vida pollo y arroz, cocinó pollo y arroz, y se quedó en eso, no sabía hacer nada más. Y comer durante 15 días pollo y arroz tanto de almuerzo como de cena fue muy duro. Ahora ya está pasado, espero no volver a ese hotel el año que viene. Además, la gente no habla inglés y no saben tratar a los turistas.

P: También en Sochi protestaban porque un alemán llevaba una cámara en el casco. ¿Es algo así como el dopaje en el skeleton?

R: Sí. De hecho, fue tan tonto que puso la cámara en la parte de atrás del trineo y se dejó el led abierto. Entonces se veía el led verde y lo pillaron. El alemán nos vendió la moto de que era una cámara, pero verdaderamente era un aparato para calcular las aceleraciones y las vibraciones. ¡No se iba a estar grabando los pies! Realmente, ese es el futuro del deporte. Hay que buscar fórmulas para que el trineo corra lo máximo posible.

P: Para acabar con los resultados, ¿esta temporada se esperaba más que ese 14º en el Europeo?

R: Sí, nos hemos equivocado en varias cosas y hay que reconocerlo. Ahora hay que buscar soluciones y mejorarlo el año que viene. Para acabar en la cola del pelotón, prefiero quedarme en casa. Quiero invertir horas fuera de casa para convertirlas en resultados.

P: En el 26º puesto de la World Cup de Sochi decía que también había tenido mucho que ver el material, ¿no?

R: Sí, un 80%. No acertamos con las cuchillas ni con las piezas del trineo. Fue un error imperdonable con el equipo, lo hicimos muy mal y el entrenador no tiene respuestas para eso. Están haciendo tests para encontrar soluciones para la temporada que viene, porque no puede ser que en la cita olímpica nos machaquen de esta forma.

P: Cambiando de tercio, ¿es cierto que algunos pilotos bajan con los ojos cerrados porque se saben el circuito de memoria?

R: El circuito nos lo sabemos todos de memoria de arriba abajo. Lo de sin mirar, es cierto que algunos bajan la cabeza en algunos tramos para tener una posición más aerodinámica, pero no tiene sentido. Se dice mucho lo de 'sin mirar', porque verdaderamente es el cuerpo el que siente las curvas y el que siente cada movimiento del trineo.

"Tenemos tres sistemas para girar el trineo"

P: Muchos piensan que tienen un volante, pero no es verdad. ¿Cómo hacen para girar?

R: Tenemos tres sistemas para girar. El más brusco y el más agresivo, con el que se pierde más tiempo, es utilizando los pies. Luego utilizas pequeños movimientos de cabeza para cortar el viento y mantener el cuerpo en la dirección correcta. Y por último, con los hombros. Tú aprietas el trineo con uno de los hombros y esa energía que aplicas al trineo se transforma en las cuchillas y giras hacia la derecha o la izquierda.

P: Antes tenía el trineo 'Black Rocket' y ahora tiene el 'Smile'. ¿Sonríe cuando se ve subido en un trineo tan bueno?

R: Sonrío cuando veo que he llegado a meta y ha terminado la bajada. En el trineo cuesta más sonreír, hay que ser sincero. Pero intento disfrutar, intento sonreír, porque hay momentos muy duros y hay que vivir cada bajada porque no sabes cuál será la última.

P: ¿Cómo está la cabeza de un skeletonman dentro del casco en una bajada?

R: Está muy fría, muy consciente de lo que tiene que hacer, muy concentrado. Es decir, se puede caer el mundo y no te enteras. Y sobre todo, intentando eliminar los errores que has cometido en cada curva.

P: ¿Al ser un deporte tan aerodinámico utilizan algún tipo de simulador o túnel de viento?

R: Los que tienen dinero sí. Gran Bretaña está trabajando con McLaren e Italia trabajó con Ferrari. La gente va al túnel de viento, es un deporte donde la posición es clave.

P: ¿Cómo es el cambio de la competición en invierno al ejercicio físico en verano?

R: Muy duro. En verano hace mucho calor y echas de menos lo que te gusta, que es pilotar. Haces preparación física para trabajar la salida y la condición física. Es un trabajo sucio, no es agradable, pero forma parte de nuestro trabajo y sabes que será clave para el futuro.

P: ¿Cómo es la sensación de estar lejos de su familia?

R: Cada vez más dura. Son más años y vas a sitios donde estás solo. Y si encima la convivencia con el equipo es dura, se hace bastante difícil. Es parte de mi trabajo, yo sé que mi familia me quiere y me apoya. Saben que hago lo que me gusta y es parte del precio que hay que pagar. Se hace complicado porque ves que pasa el tiempo, tus padres se hace mayores y no puedes disfrutarlos tanto, pero por otro lado eres una persona afortunada.

"Para mí tener una relación de pareja es un poco misión imposible"

P: De hecho, ha dicho en varias ocasiones que un piloto de skeleton no tiene vida social y su vida sentimental es bastante pobre. ¿Es para tanto?

R: [Risas] Sí, en ese sentido es complicado. He intentado varias veces tener una relación de pareja y es un poco misión imposible. Cuando estás fuera y tu pareja tiene problemas, estás a lo que estás y no puedes atenderla. Quizás ahora es un poco más fácil con el WhatsApp, pero hace 3 o 4 años no lo tenías y no podías estar todo el día gastándote el dinero en mensajes. Las relaciones sentimentales están hechas para disfrutar y compartir, y si tú estás en la otra punta del mundo, poco puedes compartir. Tengo que encontrar a la personas que entienda mi trabajo y con mi mismo estilo de vida, para compaginarnos e intentar ir al mismo paso.

P: ¿Los trabajos que tuvo de 'extra' de cine, taxista y limpiapiscinas ya quedaron en el pasado o todavía no?

R: Esperemos que sí. Ahora estamos haciendo entrevistas, mirando como solucionamos este verano y espero que no toque. Pero si hay que limpiar alguna piscina para ganar algún dinero extra, no se me caerán los anillos.

P: ¿Qué cree que le falta al skeleton para que se pueda hablar tanto de él como del esquí alpino —por poner un ejemplo—?

R: Resultados. Si le doy resultados a los medios de comunicación, tendremos skeleton. Es una de las ilusiones que tengo, estar cada día más cerca del top-15, del top-10, para que la gente se vaya enganchando y se vaya creando escuela. Creo que los deportes de invierno tienen algo que no tienen los demás: espectacularidad, capacidad física, y eso es lo que a día de hoy está enganchando. Somos como la Fórmula 1 del hielo y hay que aprovecharlo.

P: Usted tiene canal de Youtube, página web propia, blog en IceTubo, etc. ¿Qué pretende con esto?

R: Acercar el deporte a la gente que le gusta. Aunque haya una, dos o cincuenta personas perdiendo el tiempo conociendo el deporte en alguno de estos sitios, es importante. Cuanto más lean, más se engancharán al skeleton. Es una inversión que merece la pena.

P: ¿No se asusta cuando llegas al hotel después de una competición con la cantidad de menciones de Twitter (@AnderSkeleton) que tiene?

R: Para mí es algo muy importante. La gente se cree que lo digo por compromiso, pero es muy gratificante leer los tuits de apoyo después de un mal día. Me llena de fuerza y me levanta el ánimo. También hay que ser muy cauteloso cuando sale algo bien y ves todos los mensajes, porque hay que mantener los pies en el suelo y seguir trabajando.

P: Por último, ¿cómo definiría a las siguientes personas?

Jay Rewalt (Piloto de skeleton)

[Risas] Podría decir que es mi mejor amigo del circuito. Lo echo bastante de menos porque es de Bermudas, aunque creo que volverá a acompañarme como entrenador o como amigo en alguna carrera. Una de las personas que me ha marcado y me ha enseñado a sonreír.

Frederic Corderas (Amigo)

Es mi compañero de Universidad, mi mejor amigo aquí en España. Una persona que me enseñó mucho con su forma de ver la vida y que estuvo conmigo en Vancouver compartiendo aquel momento. Me ha apoyado en momentos muy duros y lo quiero mucho.

Juan Gasch (Compañero de atletismo)

'Juanito' es un amigo de atletismo. Es como un niño, un Peter Pan de la vida. Le encanta el deporte y ahora corre medias maratones. Me da fuerza por su ilusión, por sus retos, me contagia su energía.

María Teresa Samaranch (Presidenta de la Federación Española de Deportes de Hielo)

Casi como una madre. La suerte de que apareciese en mi vida con la Federación fue clave para ir a los Juegos. Sin su apoyo y sus conocimientos en la gestión deportiva hubiese sido casi imposible ir a unos Juegos.

Juan Antonio Samaranch (Presidente de Comité Olímpico Internacional entre 1980 y 2001)

Una persona que me hubiese gustado conocer mucho más. Allá donde voy, todo el mundo habla maravillas de él. Todas las veces que lo vi me impresionó.

Alejandro Blanco (Presidente del Comité Olímpico Español)

Es el líder de nuestros proyectos a día de hoy, nuestro capitán de barco. Espero que tenga la suerte de que gane Madrid 2020 y si no, que sean los de Barcelona 2022. Que pueda dejar el COE con unos Juegos Olímpicos en España. Se lo merece, hace mucho por los deportes minoritarios.

RCD Espanyol [Aunque no sea una persona]

Mi corazón [risas]. Realmente, mi otro sueño hubiese sido ser jugador de fútbol en el Espanyol. Tuve la suerte de estar un año a prueba en el Juvenil B y ya fue algo impresionante. Ahora colaboro con lo que me piden y necesitan. Llevar los colores del Espanyol es algo espectacular. Es un club familiar donde nos conocemos todos.

Javier Aguirre (Entrenador del RCD Espanyol)

Es un tío muy cachondo, nada que ver como cuando se pone el 'mono' de trabajo. Muy especial, no sé cómo definirlo. Me gusta como está trabajando con el equipo y sobre todo, su sinceridad. Está dando mucho al Espanyol.

Javier Fernández (Patinador español)

Un crack. Una gran persona, muy abierto y muy simpático. Me alegro mucho por sus resultados y ojalá pueda verlos reflejados en los Juegos Olímpicos. Es un portento de la naturaleza y me sabe mal que se haya tenido que ir de España para entrenar. Volverá con una medalla.

'Paquito' y Blanca Fernández Ochoa

Para llegar a su palmarés hay que dar muchos pasitos. Es un objetivo que está en el horizonte pero primero hay que estar en el top-10 en todas las carreras. Ellos lo han sido todo en los deportes de invierno.

Fotos | Ander Mirambell | IceTubo | FEDH | Mundo Deportivo.