Martin Kaymer reescribió la historia del US Open, un torneo que nació en 1895 y que este año celebra su edición número 114. Con sendas tarjetas de 65 golpes en las dos primeras jornadas, el alemán consiguió el registro más bajo de la historia de un US Open al completar los primeros 36 hoyos del torneo con 130 impactos. Además, Kaymer se ha convertido en el primer jugador que protagoniza la mejor vuelta del día en solitario en las dos primeras rondas de un US Open. Nadie era capaz de firmar la mejor tarjeta en primera y segunda ronda de un grande desde que lo hiciera Ken Venturi en el Masters de Augusta de 1956.
Si la vuelta de Kaymer del jueves rozó la perfección, a la de la segunda jornada no se le puede poner ni un pero: cinco birdies sin fallo para una inmaculada tarjeta de 65 golpes (-5). El alemán fue uno de los únicos tres jugadores sin bogeys en su vuelta en la segunda jornada junto con Brendon Todd y Jason Day. El nivel de juego mostrado por Kaymer en Pinehurst asusta y sus números así lo corroboran: un único bogey en 36 hoyos, solo tres calles falladas y 26 greenes cogidos.
Esta exhibición le ha servido a Kaymer (-10) para obtener una cómoda renta de seis golpes sobre el segundo clasificado, el sorprendente Brendon Todd, y de siete sobre Kevin Na y Brandt Snedeker (-3). En quinta posición y a ocho impactos del líder aparecen los primeros nombre importantes: Dustin Johnson, Keegan Bradley y Henrik Stenson (-2). Y un golpe por detrás se sitúan Matt Kuchar, Rory McIlroy y Jordan Spieth (-1). Una vez llegados al ecuador del torno, ya solo quedan trece jugadores por debajo del par.
Sergio García, único superviviente español
De los cuatro representantes españoles, solo Sergio García fue capaz de superar el corte. El castellonense mostró una gran mejoría en su juego e incluso llegó a estar bajo par bien avanzada su vuelta, pero dos postreros bogeys en sus últimos tres hoyos le hicieron terminar con 71 golpes (+1). Sergio ocupa el puesto 44 con +4 en el acumulado y, aunque el líder está muy lejos, se encuentra a únicamente cinco impactos del top ten.
Por su parte, Miguel Ángel Jiménez, Pablo Larrazábal y Gonzalo Fernández-Castaño se despidieron antes de tiempo de Pinehurst. Jiménez enterró buena parte de sus opciones con un doble bogey en su penúltimo hoyo, y con una vuelta de 74 golpes (+4) y +6 en el acumulado se quedó fuera del corte por un solo impacto. Larrazábal sufrió en sus propias carnes lo que es un US Open y pese a que jugó los primeros 27 hoyos del campo al par, se hundió en los nueve últimos con un parcial de +9. Gonzalo, en cambio, nunca tuvo opciones y repitió la misma vuelta de la primera jornada (76 golpes) para terminar su participación con +12.