Europa amplía su ventaja en la Ryder Cup

El combinado europeo volvió a vapulear a los estadounidenses en la sesión vespertina de foursomes y afrontará los individuales de la última jornada con cuatro puntos de renta (10 a 6).

Europa amplía su ventaja en la Ryder Cup
Justin Rose y Henrik Stenson han ganado los tres partidos que han jugado juntos. (AP).
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Por Hèctor Salvador

Nuevo día en Gleneagles, pero mismo guión que el viernes. De hecho, la jornada concluyó con el mismo parcial: 5 a 3 a favor de los europeos. Los estadounidenses se impusieron en los fourballs matutinos y redujeron la diferencia con los continentales a solo un punto. Pero, nuevamente, la clave estuvo en los foursomes, modalidad en la que los americanos no han sido capaces de ganar un solo partido, y en la que solo han sumado uno de los ocho puntos en juego. Una losa demasiado pesada para los hombres de Tom Watson.

Para los fourballs, McGinley apostó por mantener a las dos únicas parejas que no perdieron el viernes por la mañana: Rose-Stenson y Kaymer-Björn. Pero de los otros cuatro integrantes, solo repitió uno: Rory McIlroy, que esta vez jugó con Poulter (en detrimento de Sergio García). El partido restante lo disputaron Lee Westwood y Jamie Donaldson, una dupla que dio muy buen rendimiento en los foursomes vespertinos. Tom Watson hizo algo similar: mantuvo a las parejas Fowler-Walker y Reed-Spieth, dio entrada a Furyk y Mahan, y mantuvo a Bubba Watson, pero con un compañero nuevo, Matt Kuchar.

EEUU volvió a dominar los fourballs

Los europeos no empezaron mal el día, pero poco a poco, los estadounidenses se fueron enchufando. Llegados al ecuador de los partidos, la igualdad era la tónica y solo un duelo estaba claramente decantado hacia uno de los dos bandos: Furyk y Mahan ganaban cómodamente a Donaldson y Westwood. El partido más interesante de la mañana lo protagonizaron Stenson y Rose contra Kuchar y Watson: un constante toma y daca con birdies de todos los colores. De hecho, solo hubo un hoyo de los 16 que jugaron en el que ninguna de las dos parejas consiguió hacer birdie. Un verdadero espectáculo que terminó con la única victoria de la mañana para los continentales.

Furyk y Mahan administraron la ventaja adquirida en los primeros hoyos para ganar cómodamente a Westwood y Donaldson por 4&3, mientras que Reed y Spieth remontaron un dos abajo tras tres hoyos para acabar imponiéndose por 5&3 a Kaymer y Björn. McIlroy y Pouter empezaron mandando en su partido contra Walker y Fowler, llegando a estar dos arriba en el 9, pero los americanos le dieron la vuelta y se situaron uno por delante en el 13. El duelo llegaría empatado al 18, y ya no habría más movimientos: reparto de puntos y victoria parcial para EEUU en los fourballs por 2 ½ a 1 ½.

McGinley optó por no tocar lo que le funcionó el viernes en los foursomes: solo introdujo un cambio, y forzado por la lesión lumbar de Stenson. En su lugar, entró Kaymer para formar pareja con Rose (quien, junto a Stenson, había sumado los tres puntos que había disputado). Tom Watson, en cambio, apostó por dar continuidad a los hombres que habían dado buen resultado por la mañana. Repitieron las tres parejas que sumaron puntos, y Zach Jonhson sustituyó a Bubba Watson como compañero de Matt Kuchar.

Europa recuperó su mejor versión en los foursomes

En los foursomes, hubo dos partidos con claro dominio para los europeos desde el inicio. McDowell y Dubuisson liquidaron por la vía rápida a los siempre rocosos Walker y Fowler. Su demoledor arranque (cinco arriba tras ocho hoyos) no encontró respuesta en la pareja americana, y el duelo terminó en el hoyo 14. El otro partido en el que los continentales siempre llevaron la iniciativa fue el que enfrentó a McIlroy y Sergio García contra Furyk y Mahan. Los europeos se adelantaron en el primer hoyo y siempre se mantuvieron por delante, pero tuvieron que llegar hasta el 16 para conseguir el triunfo.

En cambio, los otros dos partidos tuvieron muchas más alternancias. Donaldson y Westwood empezaron perdiendo ante Kuchar y Johnson, pero en el hoyo 10 ya marchaban dos arriba. Sin embargo, los estadounidenses consiguieron recortar distancias, situándose solo uno por debajo a falta de cuatro hoyos. Pero un birdie en el 16 de los europeos resultó decisivo para lograr el tercer punto de la tarde. Ya solo había un partido en juego y era el que tenía un pronóstico más incierto. Spieth y Reed llevaron la iniciativa la mayor parte del tiempo, pero siempre manejaron ventajas muy cortas, hasta que en el hoyo 15, Rose y Kaymer pusieron la igualada en el marcador. Un birdie de los americanos en el 17 les permitió afrontar el último hoyo uno por delante, pero los continentales se las ingeniaron para salvar el empate con otro birdie en el 18. Nuevamente, un parcial 3 ½ a ½ para Europa en los fourballs que dejó el marcador en un ventajoso 10 a 6 para los hombres de McGinley.

Los cuatro puntos de ventaja adquiridos por los europeos les ponen en clara franquicia para conseguir su tercera Ryder consecutiva. Pero como siempre, los individuales dictarán sentencia. La historia dice que es muy complicado remontar cuatro puntos de desventaja en territorio enemigo. Pero ya hay un precedente, no muy lejano, en el que se logró la hazaña: la Ryder de 2012 en Medinah. Allí Europa obró un milagro que todavía hoy se recuerda.