No hay quien pueda con Miguel Ángel Jiménez. El malagueño, que todavía sigue dando guerra en el PGA Tour y, sobre todo, en el European Tour, no encuentra oposición en el circuito senior americano. Sus números así lo reflejan: dos participaciones en el Champions Tour y dos victorias. No es de extrañar, pues, que Fred Couples, Bernhard Langer y compañía le digan que todavía se mantiene demasiado joven como para jugar con los veteranos.

Hawai era la sede de la primera cita de la temporada en el Champions Tour, el Mitsubishi Electric Championship. Un torneo que contaba con la presencia de un invitado especial, Miguel Ángel Jiménez, también conocido por los americanos como el hombre más interesante del mundo. Colin Montgomerie, Mark O’Meara, Rocco Mediate, Fred Couples o Bernhard Langer completaban la lista de nombres ilustres.

Jiménez fue de menos a más en el torneo. Arrancó con una vuelta de 69 golpes (-3) que le situaba en los primeros puestos, a tres golpes de la cabeza. Pero fue en la segunda jornada cuando dejó claras sus intenciones: mejor vuelta del día con 64 golpes (-8) para asaltar el liderato. Eso sí, el malagueño lo compartía con el estadounidense Rocco Mediate, ambos con -11 y con dos impactos de ventaja sobre su perseguidor más cercano.

La última jornada arrancó con el guión previsto por el español: dos birdies en los primeros cuatro hoyos y liderato en solitario. Todo estaba bajo control, pero un doble bogey en el 5 le dio un giro inesperado al asunto. Miguel perdía la cabeza del torneo en favor de su compañero de partido, Rocco Mediate, y de un Mark O’Meara que estaba protagonizando la vuelta del día. Tras este tropiezo, a Jiménez le costó revertir la situación, y terminó la primera vuelta con cuatro pares.

El malagueño se guardó la magia para el final. Y la segunda vuelta no pudo empezar de mejor manera: birdie en el 10 y en el 11. Pero no serían los únicos. En los siguientes seis hoyos caerían cuatro más, que junto con un par en el 18 serían suficientes para superar por un solo golpe a O’Meara y adjudicarse su segundo torneo en el circuito senior americano en otras tantas participaciones. Un título más en su palmarés, pero con una dedicatoria especial, para su madre Carmen, fallecida solo unos días atrás.