El partido comenzaba con unos puntos iniciales en los que ninguna de las dos jugadoras mostraba sus cartas. Una vez calentaron su juego, Marín empezó a mostrarse más fiable, con gran juego en red, que le permitió irse en el marcador de forma clara hasta alcanzar el 16-10. Nehwal intentó meterse en el partido solicitando dos ojos de halcón o challenges que le fueron favorables y cambiaron el curso del encuentro. Cuando la india parecía más centrada, Marín volvió a eliminar los errores de su repertorio a la vez que desempolvaba su brazo izquierdo a la menor oportunidad y conseguía el set por 21-16.

En la segunda manga, Nehwal sabía que sus opciones pasaban por forzar su juego al máximo y olvidarse de cualquier clase de error. Dicho y hecho, además se benefició del único bache de la española en el partido donde cometió varios errores no forzados en su ambición de seguir presionando a la india. El 6-12 en contra de Marín hizo pensar en un cambio de tendencia que podía llevar el partido al tercer set, pero en ese momento apareció el ciclón Carolina Marín. En varios intercambios al límite y de gran duración, la española se llevó el gato al agua.

El significado de esta remontada fue tanto material con su resultado en el marcador, pero tuvo aún mayores consecuencias en el plano psicológico. Una Marín en racha continuaba minando a Nehwal que solo podía devolver los volantes de la española aferrándose a su defensa extrema. Esa resistencia cada vez fue a menos hasta la llegada del 20-18 donde Nehwal en su última bala conseguía levantar el primer punto de campeonato. A la segunda, una Carolina Marín lanzada y ofensiva al máximo viendo ya el oro en sus manos cerró el choque 21-19.

Carolina Marín suma este oro al conseguido el año pasado en Copenhague situándose de esta manera en primera línea del bádminton femenino mundial con estos dos títulos mundiales. Empata en lo más alto con las chinas Li Linweng (1983 y 1989), Han Aiping (1985 y 1987), Ye Zhaoying (1995 y 1997) y Xie Xingfang (2005 y 2006) como las jugadoras que más títulos han ganado en sus carreras y ella se convierte en la primera jugadora europea en conseguir un doblete mundial.

Imprescindibles en la consecución del éxito fueron los técnicos y todo el personal que colabora en la federación. Al frente del cuerpo técnico, Fernando Rivas acompañado por Anders Thomsen, Ernesto García, Rafael Vázquez y otros tanto técnicos y personal que ponen su granito de arena para seguir creciendo en las mejores condiciones.

Se da la paradoja de que a pesar de repetir título, Marín pasa a ser, debido al funcionamiento del ránking mundial, número dos del mundo por detrás de la misma Nehwal, una pequeña anécdota que puede dejar de serlo en breve pues Marín vuelve a la competición en tres semanas con la disputa del Súper Series de Japón. No hay descanso, Carolina continúa su camino hacia los Juegos Olímpicos de Río 2016 que ya se divisan en el horizonte.