Continúa la puesta a punta del mejor jugador de bádminto de toda la historia de España. En un ejercicio de humildad y labor difusora, el aragonés ha disputado numerosos torneos en su país durante este 2016, habiendo competido con su club, el Recreativo Bádminton IES La Orden.
Tras llevar a cabo alguna escaramuza internacional y haber disputado el Campeonato de Europa, Pablo Abián regresó a la península ibérica para disputar el Campeonato de España, y proseguir con la revalorización de este deporte, aprovechando la confirmación de que estará presente en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.
Noveno título nacional para Abián
El de Calatayud impuso su supremacía de princio a fin del torneo. Hacía dos años que no jugaba este campeonato al solapársele con otras citas, pero en este 2016 era consciente de la importancia que tiene llegar en plena forma a la cita olímpica.
Abián lleva diez años sin perder un partido frente a un jugador español
Abián inició su participación en la jornada del viernes consiguiendo un doble triunfo para avanzar a cuartos de final. El del Recre IES La Orden se deshizo en primera instancia de Miguel Barbado (21-7 21-9) para luego hacer lo propio ante Alejandro Alcalá en la ronda de octavos (21-12 21-14).
Ya en la jornada del sábado, Abián midió sus fuerzas con Enrique Peñalver por un puesto en semifinales. Tras un primer set ajustado que cayó de lado del jugador del Club Bádminton Oviedo, Abián recompuso la situación y volteó el marcador tras ganar el segundo y tercer set (19-21 21-13 21-14) para avanzar a semifinales donde le esperaba José Manuel Fernández Quiles. Un rival que nada pudo hacer ante el bilbilitano y que acabó cediendo en dos mangas (21-7 21-15).
Finalmente, en la gran final el olímpico Pablo Abián se alzó con el oro tras derrotar en la final a Manuel Vázquez en dos sets (21-11 21-17), en un duelo donde el del IES La Orden dominó de principio a fin y sumó su noveno oro en individual masculino.
Un paso más en la puesta a punto para la cita olímpica, donde Pablo partirá entre los 20 primeros cabezas de serie, ostentando la exigencia de ganar algún partido que le permita acceder a la ronda de octavos, y soñar con la consecución de un diploma olímpico.