Vela Río 2016: el granero de medallas españolas desde hace 40 años

Casi 1 de cada 6 medallas de la historia olímpica de España han llegado en alta mar. La vela ha logrado 19 podios y ha hecho sonar 13 veces el himno en los Juegos Olímpicos. Desde Montreal 76 hasta Londres, solo en Sidney fallaron los barcos españoles. Marina Alabau en RS:X, Tamara Echegoyen en 49erFX y Fernando Echávarri en Nacra17 aspiran en Río a igualar los dos oros de Luis Doreste y Teresa Zabell, las grandes figuras.

Vela Río 2016: el granero de medallas españolas desde hace 40 años
Fernando Echávarri y Antón Paz regatean en la clase Tornado en Pekín 2008, donde lograron el oro. Foto: Paul Gilham
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Por Ismael Pérez

Para jugar sobre seguro, nada más fiable que la vela española. Practicado por pocos, difícil de entender, elitista, pero siempre con el nivel suficiente para salvar el medallero de España en cada edición de los Juegos Olímpicos gracias a los muchos kilómetros de costa española y al Centro de Alto Rendimiento de Santander. Ningún deporte ha dado más al deporte nacional: 19 medallas. Y casi siempre hace sonar el himno, porque 13 de esas preseas tenían el color del oro. Un porcentaje de éxito poco común. Solo Gran Bretaña, EEUU y Noruega han logrado más victorias olímpicas en la historia de la vela. El ciclismo (14 y 5 oros) queda lejos en España aún sumando la ruta, la pista y el de montaña. Casi 1 de cada 6 medallas en la historia española han llegado en alta mar.

La cosecha empezó pronto, en Los Ángeles 1932. Santiago Amat logró el bronce en la clase Dinghy. Entonces era la 5ª medalla española en la historia del olimpismo. Hubo que esperar más de cuatro décadas para que se iniciara un goteo incesante con la plata de Toño Gorostegui y Pedro Luis Millet en la clásica y todavía olímpica clase de 470, la más laureada, en Montreal 76. Cuatro años más tarde llegó el primer oro. En los boicoteados Juegos de Moscú, Alejandro Abascal y Miguel Noguer subieron a lo más alto en Flying Dutch. Los Ángeles 84 coronaron de nuevo a una pareja española en 470. Luis Doreste consiguió el primero de sus dos oros junto a Roberto Molina. El segundo llegaría tras un cambio de categoría a Flying Dutch, en la eclosión medallística de Barcelona 1992 junto a Domingo Manrique. En Seul 88, mientras, el relevo lo tomó su hermano José Luis Doreste con otra presea dorada en la clase Finn.

Nada de lo que había ocurrido hasta entonces iba a ser comparable con la fiesta de Barcelona. En las aguas del Mediterráneo volaron las velas españolas para alcanzar 4 de los 10 oros en juego. Al ya citado de Flying Dutch se unieron José María Van der Ploeg en Finn, Jorde Calafat y Kiko Sánchez Luna en 470 y sus homólogas Theresa Zabell y Patricia Guerra en la misma categoría. La cuenta la cerró una jovencísima Natalia Via-Dufresne, que con solo 19 años se colgó la plata en la clase Europa.

España encabezó el medallero de la vela en Barcelona 92 con 4 de 10 oros posibles

Ni Zabell ni Via-Dufresne cerrarían ahí su carrera. La regatista de origen británico iba a escuchar de nuevo el himno español en la clase 470 de los Juegos de Atlanta 96 junto a Begoña Via-Dufresne, la hermana mayor de Natalia. En la costa de Savannah también iban a triunfar Fernando León y José Luis Ballester en la clase Tornado. Natalia Via-Dufresne, mientras, tardó 12 años en volver al podio. Lo hizo en las aguas de Atenas 2004 junto a Sandra Azón, siempre en la clase 470.

La bahía de Agios Kosmas griegas deparó a España tres medallas después de la decepción de Sidney 2000. En Australia las embarcaciones nacionales fallaron a la hora de la verdad. Lograron cinco diplomas y rozaron dos podios, pero rompieron una racha de cinco Juegos consecutivos subiendo al podio y rebajaron la cosecha total a solo 11 medallas pese a las grandes posibilidades de la delegación. En Atenas se resarcieron la pareja del 470 (6ª en Sidney) y brillaron Iker Martínez y Xabi Fernández, campeones olímpicos de 49er, y Rafael Trujillo, subcampeón en Finn.

Martínez y Fernández en 49er han sido la mejor pareja del siglo con un oro y una plata

Martínez y Fernández, la pareja más prolífica del siglo, tuvieron que conformarse con la plata en 49er cuatro años más tarde en Pekín tras una regata final accidentada y surrealista. En medio de un temporal que volcó a los barcos de sus rivales, el barco español remontó pero se vio privado del oro cuando la pareja danesa Warren-Ibsen tomó prestado el barco croata al haber roto el suyo. España reclamó pero el TAS no tocó la clasificación. Más clara resultó la victoria de Fernando Echávarri y Antón Paz en la clásica categoría Tornado.

Hace cuatro años, en la bahía de Weymouth, los éxitos tuvieron sabor femenino. Marina Alabau culminó su gran ciclo olímpico con una contundente victoria en la clase RS:X de windsurf mientras la tripulación formada por Tamara Echegoyen, Ángela Pumariega y Sofía Toro dieron uno de los campanazos de los Juegos al colgarse otro oro en la nueva clase Elliot 6 que, a diferencia del resto de clases, se disputaba en enfrentamientos entre dos barcos. La final frente a Australia tuvo emoción y una gran expectación mediática.

Tras Londres, las dos clases estuvieron a punto de desaparecer del programa olímpico. El RS:X finalmente se mantuvo y Alabau podrá pelear en Río, después de ser madre, por el segundo oro olímpico, algo que la situaría a la altura de Zabell y Doreste, mientras el Elliot 6 desaparecía y, de sus tres componentes, solo Echegoyen ha conseguido clasificarse para Río junto a Berta Betanzos en la clase 49erFX. La gallega, campeona mundial este mismo año, está por tanto en la misma disposición que Alabau de lograr el segundo oro, un reto al que también aspira Fernando Echávarri ocho años después de Pekín. Sus posibilidades pasan por la nueva clase Nacra 17 junto a Tara Pacheco. Los tres barcos prometen continuar una tradición medallística que, con la excepción de Sidney, ya duraría 40 años.

Ben Ainslie, el más laureado

Fuera de España, ninguno más laureado que el británico Ben Ainslie, plata en Atlanta y oro cuatro veces, desde Sidney 2000 hasta Londres 2012, en las clases Laser y Finn. Cinco veces han subido también al podio los brasileños Robert Scheidt en Laser y Torben Grael en Star, con dos oros cada uno, los que, por cierto, les sitúan como candidatos a encender la llama olímpica en la ceremonia de inauguración de Río el 5 de agosto. En la historia de los nombres propios sobresalen también el danés Paul Elvstrom, cuatro oros entre 1948 y 1960 en Fly Yachting y Finn; el soviético Valentyn Mankin, tres victorias entre 1968 y 1980 en Finn, Tempest y Star; y el alemán Jochen Schumann, con tres dorados repartidos en seis ediciones olímpicas hasta Sidney en Finn y Soling.

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Sobre el autor
Ismael Pérez
25 años. Periodista. He cubierto los JJOO de Londres y Sochi para Somosolimpicos.com y los grandes campeonatos de atletismo desde 2011, en Praga y Ámsterdam como enviado especial. @Ismael_Prz