La gimnasia artística en Río de Janeiro contará con la participación de dos españoles. Ray Zapata y Nestor Abad intentarán darlo todo para conseguir al menos alcanzar la final de la competición y hacer cumplir todos los pronósticos de cara a ellos. Nestor Abad habló para los medios de comunicación para analizar cuales son sus sentimientos a ocho días antes del comienzo de los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro 2016.

Nestor Abad se mostró muy contento por estar allí y disputar sus primeros Juegos Olímpicos: "Sin lugar a dudas estoy muy contento y con muchas ganas de viajar ya. La espera está siendo demasiada", añadió el gimnasta español.

El objetivo para el español es claro, intentar meterse en la final del certamen y si es posible acabar entre los diez primeros: "Yo estoy entrenando la suma de los seis aparatos y el objetivo es intentarmeterme en la final y luego, si es posible, acabar entre los diez primeros".

Abad habló de cuales son sus virtudes y sus defectos de cara a la gimnasia artística: "Barra y paralelas son las dos pruebas donde tengo la nota de dificultad más alta y es donde puedo hacerlo mejor. Son mis puntos fuertes en el concurso. Podría pensar en meterme en la final de esos aparatos. Las demás creo que todas más o menos regular, no tengo un peor aparato". 

Foto: EFE
Foto: EFE

Respecto a su clasificación para ocupar la única plaza libre que quedaba en el equipo, reconoció que ya se lo esperaba, a la vista de sus resultados: "Solamente tenía que esperar. Sabía que iría el que mejor competición hiciera".

Además quiso hacer balance a esas lesiones que le han obligado a parar hasta en dos ocasiones: "Las lesiones de rodilla aunque no se olvidan del todo, están superadas. He dejado atrás el miedo y me siento muy bien".

Para finalizar, Néstor Abad, antes de afrontar sus primeros Juegos, también reflexionó sobre sus inicios en el mundo de la gimnasia artística: "La culpa es de mi hermana. Se lo agradeceré toda la vida. Ella iba a entrenar desde pequeña y mis padres me llevaban con tres años a recogerla. Yo me pasaba el rato en las colchonetas y un año después ya empecé a hacerle caso a un entrenador", concluyó.